Premios sin importancia

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Las manos de YiXing buscaron por todos los sitios, se encontraron entre las bolsas delanteras y traseras del pantalón que tenía las manos. Al no encontrar nada, lanzó la prenda a la lavadora y buscó en otra, repitiendo el estricto proceso de revisión.

Era un día tranquilo, sin horarios, jueves perfecto para lavar. A pesar de la imagen despreocupada que siempre tenía YiXing, él era de verdad dedicado a la limpieza, por eso, odiaba el montón de pelusa al fondo de la lavadora y secadora.

Estaba en el último cuando YiFan entró también al cuarto de lavado. No le saludó, tomó la cesta de la ropa limpia y se la colocó en la cadera, YiXing miró sus movimientos preguntándose qué había de malo en la ropa recién lavada.

—¿Peleando con el armario otra vez?

YiFan alzó la cabeza, sus lentes resbalaron a la punta de su nariz, pero logró detenerlos a tiempo. Su novio, expectante por respuesta dejó su faena de lado.

—¿Wu?

—No es nada —YiXing cortó la distancia en tres pasos y tomó la cara de su pareja entre las manos. YiFan suspiró casi molesto— subieron a la página de la escuela la calificación de alumnos hacia los docentes. He salido en tres listas.

—Eh, pero eso es bueno para ti ¿cierto?

—Mmm...

—¿En qué listas saliste?

—Profesor más llamativo, profesor que debería ser modelo y profesor fashionista.

Luego el silencio y YiXing no encontró nada de malo en esas categorías.

En la Universidad donde laboraba YiFan, la mesa organizadora de eventos para alumnos, hacía una actividad llamada "U.N. awards" donde los alumnos podían nominar a sus profesores en varias categorías para darles premios. Ellos por supuesto elegian las categorías. Cada año, era igual, YiFan salía en una o dos listas, por lo que el músico no entendía bien la frustración del otro.

—Y eso es malo ¿Por qué...?

—Es obvio —YiFan se soltó muy dramático— ellos me eligieron en categorías superficiales. Todos están felices siendo "el mejor profesor" "o la profesora más dedicada", yo me debo conformar con lo que miran.

Hasta entonces, YiXing no estaba captando el punto de su novio, pero tras analizar sus palabras junto con el enojo con las que el otro las decía, creía entender mejor.

—YiFan, cálmate —el aludido lo miró, dejando la cesta sobre la lavadora. YiXing continuó— Son jóvenes y tontos. Un montón de chicos hormonados te han escogido por ser guapo ¿y qué? No se están equivocando. Además, todos sabemos lo inteligente y buen maestro que eres, no enloquezcas por una encuesta.

—No creo que me comprendas.

Finalizó YiFan con voz ronca. Giró a su derecha y más fastidiado que antes salió de ahí. YiXing abrió sus ojos sin saber lo que pasaba, ofendido porque YiFan lo dejó con la palabra en la boca y luego terriblemente preocupado por lo que tuviera en la cabeza su novio.

Pasaron tres minutos, YiXing se sintió más tranquilo y dejó por un momento la ropa, nadie moriría sin ropa limpia. Abandonó el cuarto de lavado a pasos tranquilos, barrió la casa con una sola mirada y entonces se le ocurrió. El músico caminó hasta el balcón que estaba en la habitación que usaban de estudio, entró silenciosamente y fue a encontrar a su grandote novio recargado en el barandal.

Cuando el espacio fue menos y YiXing pudo abrazarlo por la espalda, YiFan habló.

—Lamento haber respondido así, kotenok, sólo estoy triste.

—Hermoso —sonrió YiXing, dando un sonoro beso en su espalda— ¿crees que no entiendo de lo que hablas? Oh YiFan, pertenezco a una banda de tres estúpidos que no sabemos por qué nos consideran guapos. Muchas de nuestras fans sólo nos quieren por lo que visualmente ofrecemos pero... si me molestara por ello todo el tiempo, no podría ser feliz.

Un suspiro unísono. YiXing continuó.

—Las fans aman nuestros rostros, pero poco a poco comprenden la música y valoran incluso más eso. Tus alumnos te ven tan precioso como yo te percibo, pero te aseguro que cada uno saben lo que vales.

Tuvieron que pasar algunos momentos en silencio, con el único ruido de los autos a varios metros abajo. Pronto, YiFan se deshizo del abrazo y, aunque YiXing se sintió ofendido, todo tipo de mal sentimiento se esfumó. YiFan lo abrazó por los hombros, empujó la cabeza de YiXing a su cuello y con más seguridad, pero vergüenza nadando en su boca, respondió al músico.

—Perdóname amor mío, no era mi intención molestar —una pausa. YiXing le estrujó en sus brazos—. Tienes toda la razón, no tengo qué preocuparme de un tonto juego, cuando claramente sé que mis alumnos son los mejores en sus notas. Quizá sólo me he molestado porque mi orgullo se vio herido.

—Apuesto a que querías ser el mejor profesor.

—¿Y quién no? Oh YiXing, de verdad lamento decirte que no me entendías. Soy el menos calificado para hacerlo, más frente a ti.

 —No digas eso, hablando de belleza, tú puedes juzgarme hasta el alma porque bebé, todo tú eres perfecto.

YiFan le separó por unos centímetros, le robó un corto beso y YiXing sonrió. Su coqueto hoyuelo apareció en la mejilla y ahí se mantuvo.

—No sabes cuán enamorado estoy de ti, YiXing.

—Tonterías, claro que lo sé.

Los dos rieron, tomándose de la mano y regresando a lavar la ropa. Todavía había mucho en qué trabajar.















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Iridiscencia »KrAyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora