P9: La novia de Erick.

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El cerebro de Luciana Rivadeneira realmente no era capaz de terminar de procesar todo lo que estaba pasando a su alrededor mientras Erick le sonreía ampliamente y seguía sosteniendo su mano cariñosamente.

¿Qué había sido la cosa tan buena que ella había hecho en la vida para merecer a Erick en esta? ¡Él era único! Y definitivamente ella era la chica más afortunada sobre la faz de la Tierra por tenerlo a su lado.

—¿Te gusta?—cuestionó el ojiverde ofreciéndole una amplia sonrisa.

El corazón de la muchacha se aceleró de nueva cuenta y sintió sus piernas aflojarse un poco. Le rogó mentalmente a Dios que no la dejase caer y luego llevó sus ojos hasta Erick.

—Esto es completamente increíble...—decidió. —Gracias por todo esto, Erick...—susurró dándole un pequeño apretón a su mano.

Él le sonrió tan ampliamente que por un segundo daba la impresión de que el rostro le quedaba algo pequeño.—No tienes que agradecerme nada aun porque esto, señorita Rivadeneira...no ha comenzado...—anunció.

—¿Qué...?—cuestionó. Erick se echó a reír y negó un poco.

—Espero que no te haya molestado que hablase con Mariela pero ella fue quién me dijo que tu comida favorita era la lasaña, que te gustaban los paseos nocturnos y los jardines...—confesó—así que espero que te guste mucho porque traté de combinar todo...

—De verdad, Erick...eres la primera persona que no forma parte de mi familia que hace este tipo de cosas por mi...—le aseguró girándose un poco para poder mirarlo a los ojos.

Erick sintió unas increíbles ganas de besarla pero se había jurado a sí mismo que la siguiente vez que la besara, ella sería su novia. Erick era un chico de palabra así que no pretendía faltar a su promesa.

—Pues entonces quiero que sepas que me da mucho gusto ser el primero...—murmuró llevando el dorso de la mano de la chica hasta sus labios para depositar en ella un pequeño pero cariñoso beso.

—Bienvenida a nuestra primera cita, Luci...—musitó ofreciéndole media sonrisa.

Luciana sonrió ampliamente y volvió a admirar el imponente jardín en el que una mesa para dos descansaba frente a ellos. Era completamente hermoso decorado con pequeñas luces color blanco dándole un toque único, mágico. Pero definitivamente era todavía más mágico estar ahí junto a Erick. La sonrisa que él portaba era tan hermosa que sentía cada fibra de su cuerpo vibrando al mismo tiempo.

—Esto es increíble...—susurró más para sí misma que para él. Erick rio en voz baja y tiró de su mano para hacerla caminar cuidadosamente hasta la mesa.

Luciana al principio había odiado un poco –sólo un poco- a Mariela por hacerla usar los malditos zapatos más altos que la cima del Everest, le parecía innecesario tener que usar un vestido –que a su criterio parecía para una cena de gala- y tanto maquillaje; había tenido que luchar fervientemente para que su mejor amiga la dejase de perseguir con los pinceles para sombras de ojos por toda la habitación pero finalmente lo consiguió.

Pero en ese momento le daba gracias a Dios –y un poco a Mariela- por haberla hecho parecer una princesa porque cuando Erick apareció en su puerta luciendo tremendamente guapo supo que la hora y media de sufrimiento a manos de su mejor amiga realmente habían valido la pena.

Él la hizo avanzar de su mano y luego tiró de la silla para que se pudiese sentar.—La verdad es que me hubiese encantado cocinar para ti pero no soy bueno haciéndolo. Probablemente habría incendiado el departamento o algo así, así que pedí comida delivery...—ella rio.

SE BUSCA NIÑERA ¡URGENTE! (SSB #2)|Erick B.C.|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora