SE BUSCA NIÑERA ¡URGENTE! (SSB #2)|Erick B.C.|Completa.

P2: El que se enamora pierde.

—Se supone que yo no debería de decirle esto pero ¿Qué clase de persona desalmada con poco sentido común sería si no? No es que sea la mejor opción pero la verdad es que prefiero hacerlo para que evitar cualquier tipo de malentendido...soy una mala niñera, la pésima niñera de hecho sobre la historia de todas las niñeras en el mundo...es más, estoy completamente segura que si usted me dejara su cactus para que lo cuide, hasta el cactus se me secaría y eso que es una planta seca...se supone que esto me lo debería guardar pero mi corazón no podría soportar la presión de saber que puedo ser la culpable de la muerte de un pequeño así que yo fuera usted, no dejaría absolutamente nada bajo mi cuidado...—Mariela pestañeó un par de veces y negó rotundamente.

—La verdad es que eres una tonta...honesta pero tonta al final de cuentas—comentó cruzándose de brazos.—Se supone que lo que queremos es que consigas el trabajo...—anunció lanzándole una mala mirada—no que los padres de los nenes llamen a la policía porque eres una psicópata-mata-cactus...

—¡No es gracioso!—replicó ella un tanto nervioso.

—Escucha...de acuerdo con el anuncio del periódico debe de ser algún padre divorciado o en el peor de los casos, viudo...pero desesperado al final de cuentas...sólo tienes que hacer que el enano o la enana este tranquilo, vea el televisor y no muera de hambre. Eso es todo...

—Lo haces ver tan fácil...—susurró Luci jugueteando con sus manos.

—Ya te lo dije, es como una planta...le das comida y lo pones frente al televisor y listo...el trabajo se hace solo—anunció con una gran sonrisa en los labios.

—Un niño no es una planta—se quejó.

—Recuerda lo que está en juego...si lo haces bien entonces automáticamente tendrás el dinero del viaje en la mano...quiero creer que dos semanas en Italia valdrán la pena... ¿o no...?—cuestionó Mariela lanzándole otra sonrisa para hacer que los nervios de la chica se disiparan.—Anda, baja del auto y ve y haz que un padre desesperado sea el hombre más feliz sobre la faz de la Tierra...sé una buena chica, Luci...

Luciana le lanzó una mala mirada pero no dijo más. Tiró de la manija de la puerta del auto y salió lentamente. Comprobó de nueva cuenta que la dirección del edificio fuese la correcta y negó un poco sintiéndose completamente tentada en volver con Mariela. Era una locura. La peor locura que había tenido en su vida.

—Tú puedes, Luci...—se dijo a sí misma tratando de convencerse de ello...vamos, no vas a matar a ningún niño...—se susurró a sí misma. Se giró lentamente para comprobar que Mariela estuviese ahí y su alma se le salió del cuerpo cuando comprobó que la mala persona que se hacía llamar su mejor amiga ya no estaba presente. Soltó un suspiro y pensó una mala palabra asociándola con el nombre la muchacha antes de girarse y seguir con su camino.—al mal tiempo buena cara, Luci...—murmuró llenando de aire sus pulmones antes de seguir con su camino.

(...)

—Thiago por favor, deja de llorar que me vas a hacer llorar a mí también...—susurró Erick completamente desesperado. El niño lo observó un momento y siguió llorando a todo pulmón.—Por favor, tu mamá no debe tardar en llamar y se va a dar cuenta que a duras penas puedo hacer que comas de la manera en la que se debe...por favor, si dejas de llorar te prometo que en la tarde te llevo a ver chicas en el parque...—pero no funcionó.—Thiago...—murmuró al tiempo que el sonido del timbre de la puerta se hacía presente.

Erick entornó los ojos y negó. Tomó al niño en brazos y avanzó hasta la puerta de su departamento. Lo primero que vio fue a una chica pelinegra pareciendo completamente nerviosa. Le dedicó una pequeña sonrisa y él frunció los labios.—Si te soy sincero no tengo tiempo para escuchar los relatos de iglesia y...—anunció sobre el llanto de su sobrino.