Epílogo.

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—Entonces señorita, Luciana Rivadeneira...—susurró Erick acercándose a ella para dejar un casto beso sobre sus labios. —¿Me concedería el honor de tener su grata compañía para la cena de hoy...?—preguntó sin dejar de mirarla a los ojos.

Una risa nerviosa brotó de los labios de Luci y asintió firmemente tratando de parecer confiada. Lo cierto era que en ese momento sentía tantos nervios que muy bien hubiese podido trenzarlos.

Bien, era una metáfora un tanto extraña tomando en cuenta que...

—¿Pasa algo?—la interrumpió Erick haciéndola salir de sus pensamientos y volver a la realidad de golpe. Sus ojos se conectaron con los verdes de su novio y negó débilmente.

—Está todo bien...sólo me quedé pensando un poco, eso es todo...

—¿Y puedo saber en qué pensaba esta bella señorita?—cuestionó él sin dejar de sonreírle.

—En que todo esto me parece una locura. Una dulce locura ¿sabes...?—rio.—al principio cuando a Mariela se le ocurrió la idea de presentarme en tu departamento para obtener el trabajo de niñera de Thiago lo pensé dos veces...nunca en la vida había trabajado y tenía demasiado miedo de hacerlo sin embargo, lo estaba haciendo motivada por el deseo...o tal se llame ambición de conseguir dinero para poder costear este viaje...—hizo una pausa.—Nunca en la vida se me ocurrió la idea que iba a terminar enamorada de ti y mucho menos se me ocurrió pensar que para poder ser feliz teníamos que superar pruebas difíciles...

—Eso sólo pasa en las telenovelas y en las películas...—comentó Erick y ella asintió de inmediato.

—Eso sólo pasa en las películas...—coincidió.—Lo cierto es que pasó...me pasó a mí y no sabes lo agradecida y lo feliz que me siento por esto...es cierto que por mis tonterías los dos sufrimos pero...

—Lo volvería a hacer, Luci...—susurró Erick acariciando su mejilla.—Una y otra vez exactamente igual si la recompensa para todo ese dolor eres tú...—musitó dejando un casto beso sobre su mejilla.

Ella se sonrojó de inmediato y se apartó para volver a mirarlo.—No puedo creer de verdad que hayas venido a Italia sólo por mi...—inquirió en un hilo de voz.—No puedo creer que de verdad estés aquí...

—Pues deberías creértelo porque en verdad lo estoy y porque esta noche, señorita Rivadeneira...usted y yo vamos a ir a cenar juntos a un restaurante bonito para celebrar...—musitó sonriéndole ampliamente.

—¿Celebrar...?

—Si...—respondió él.

—¿Qué vamos a celebrar?—cuestionó en medio de un suspiro de chica enamorada.

Erick rio y luego dejó otro casto beso sobre sus labios. Un beso lento y cálido dándole a entender que desde ese momento todo iba a estar bien, que estarían juntos siempre sin importar absolutamente nada. Siempre juntos.

—Nuestro amor...—anunció.—Vamos a celebrar nuestro amor pero no sólo hoy, Luci...siempre. Todos los días es un buen motivo para celebrar el amor que hay entre nosotros...¿no lo crees...?

—¿Siendo fieles a nuestra promesa...?—bromeó ella. Él sonrió.

—Sólo tú y yo. Siempre.

—Me gusta ese plan.—admitió haciendo presión sobre los labios del muchacho.—Me encanta, de hecho...

—Así que funcionó...—murmuró la voz de Christopher a sus espaldas. Ambos se apartaron y los observaron en silencio.

Mariela, Isi y Christopher con Thiago en brazos les ofrecieron una amplia sonrisa al tiempo que Erick enredaba sus brazos en la cintura de Luciana y dejaba un largo beso sobre su mejilla.

SE BUSCA NIÑERA ¡URGENTE! (SSB #2)|Erick B.C.|Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora