1

34 0 0
                                    

Me miro al espejo, son las 6 y media de la mañana, me veo mi cabello completamente blanco, yo siempre fui rubita clara pero ahora mismo no tiene color ninguno, a mí me gusta, me queda bien con mis ojos gris azulados pienso, aunque me han sugerido teñirme en tantas ocasiones que ya pierdo la cuenta, pero yo me gusto y me pueden decir lo que quieran

En un ratito tengo que coger el autobús para ir a trabajar al Hospital Álvaro Cunqueiro en Vigo donde trabajo de celadora, tengo suerte de que me van llamando, aunque realmente trabajar la mañana de nochebuena, aunque sea pagana me toca un poco las narices, pero en fin luego libro dos días...

Me tomo una magdalena de chocolate y un cola cao, si lo se soy golosa, pero luego lo quemo trabajando, así me excuso, me pongo unos vaqueros, unas botas marrones con borreguito bien abrigadas y mi cazadora plumas verde con capucha con pelillo, me hago una coleta me maquillo lo justo y a echar la carrerita al autobús, desde mi calle Ponte da Veiga hasta la parada de autobús que son poco menos de 10 minutos, en cuanto llego a la calle noto que esta como un congelador y observo en el cielo la media luna en forma de U con una brillante estrella que supongo que será Orión, toco mi pentagrama sobre mi pecho y me convenzo que es una buena señal

Al llegar a la parada esta ya mi compañero Eugenio, me cae bien, pero es que no me gusta hablar demasiado hasta que espabilo y él es un pesado hasta decir basta, pero, en fin, supongo que hay que ser amable con la gente así que me arranco esos pensamientos y trato de seguirle el rollo que no es tampoco demasiada novedad, quejas sobre el trabajo, así que mi mente acaba poniéndose en automático

-... porque claro, algunos vienen a trabajar solo por el dinero y pasa lo que pasa ¿verdad As?

-Claro, claro, es lo que hay - y sigo respondiendo en automático hasta que llega el momento de bajarse del autobús, me bajo y a toda pastilla voy hasta los vestuarios, donde me quejo interiormente de lo pequeñas que son las taquillas y lo mal que cierran por lo que como siempre acabo cerrándola de un buen portazo, provocando la mirada de las que se me cambian a mi alrededor por mi finura, cuando abro la puerta me encuentro a un tío entrando en el vestuario y le llamo la atención

- ¡Oye guapo! ¡Que aquí es el de mujeres! - me mira apampanado de arriba abajo subiéndosele los colores y aun encima se queda quieto que no me deja pasar en el estrecho hueco entre las dos puertas del vestuario ahí donde se echa la ropa sucia para que la recojan las lavanderas

- ¡Oye chico! ¿Te mueves? - al fin reacciona y dice ... si si ... y sale por donde ha venido, quizá penséis que soy una borde, bueno un poco si lo soy porque engañar

Llego al reten donde está todo el mundo charlando, quejándose de todo y la verdad que al estar de contrato en contrato no llego a hacer lazos, pero la verdad tampoco me importa demasiado, el encargado de turno de ese momento me envía a la REA, ¡ala a las camas!, la verdad lo prefiero antes que estar arrastrando camillas y sillas de ruedas

Cuando llegoa la REA me encuentro de compañero al mismo adormilado que casi entra en el vestuario de mujeres, nos miramos, él se pone rojo como un tomate y yo tengo una gran sensación de "tierra trágame" pero hago de tripas corazón y me presento

- ¡Hola buenos días! Me llamo Astrid, creo que nos hemos visto antes... - trato de hacer una pequeña broma sonriendo como una pánfila

-Yo soy Fernando, llámame Fer... – me contesta tímida y escuetamente y tratando de no mirarme a los ojos, algo que, por alguna razón me ocurre demasiado, mi amiga Alba que es también algo brujita siempre me dice que mi mirada observa el alma, y la verdad tiene razón, suelo acertar bastante en las primeras impresiones y noto que Fernando es buen chico

Nos asignan a los dos los pacientes para ayudar a bañarlos y es entonces cuando la rutina que creía que sería como cada día, cambia cuando llega el turno de una señora de muy avanzada edad llamada Clarisa, hace poco que ha muerto mi abuela Aura y todavía estoy muy sensible, pero procuro controlar mis emociones, esta señora Clarisa aguanta estoicamente los movimientos que le hacemos a pesar que se ve que siente dolor, cuando al fin terminamos la auxiliar Mati le habla amablemente pero Clarisa no para de mirar fijamente para mi

- ¿Es guapa la chica verdad? Habrá que buscarle un novio –le dice la auxiliar Mati a Clarisa el típico comentario que te dan ganas de contestar, metete en tu vida, pero Clarisa está a lo suyo y me dice

-Estoy viendo un ángel enviado desde el cielo, ya me queda poco – se me ponen los ojos llorosos y por alguna razón, tengo ganas de darle un beso en la frente, donde está el tercer ojo, pero por protocolo solo le paso suavemente la mano por la cara haciéndola sonreír y entonces algo extraño ocurre, tengo una visión de Clarisa en mi mente con quizá 20 años y me dice una frase "te veo, te reconozco" me quedo pilladisima por las sensaciones que empiezo a tener, me siento lejos de este hospital en un campo enorme de flores blancas y ... hasta que Mati me suelta un ¡espabila nena!, en fin la gente en el trabajo y su tacto

Después de terminar los lavados estoy agotada y no soy capaz de quitarme de la cabeza lo que acaba de suceder, pero tengo que continuar con la rutina así que me acerco a mi compañero con dos motivos, arreglar la salidita al café, que es super importante y también para socializar ya que empezamos con tan mal pie y más si me voy a echar unos días aquí

-Bueno Fer ¿Qué me cuentas? ¿estas opositando? - las oposiciones a plaza fija están a la vista, la verdad es que esas preguntas comodín cuando no sabes que carallo preguntar

-Si bueno, aunque no le pongo mucho interés... - noto que me está mirando de cuello para abajo, y creo o quiero creer que está mirando para mi colgante

- ¿Estás viendo mi colgante? -pregunto para salir de dudas

-Si estaba mirando tu colgante, es un pentagrama ¿eres bruja? - me llama bruja y sonríe todo guay el, bueno estoy acostumbrada cuando llevo mis pintas normales, pero con el uniforme del trabajo sí que no, pero trato de encaminar por ahí la conversación

-Si bueno soy de creencias paganas, llámame bruja si quieres- en ese momento por mi espalda Tere una auxiliar decide meterse en la conversación o más bien cambiar la conversación por completo

- ¿Bueno chicos cenáis en nochebuena con la familia? - y si la parte de mi familia por mi madre que vive en Vigo es católica, así que, si tengo cena, mantengo un poco esa conversación banal y me voy al descanso que ya toca, me tomo un bollito relleno de frambuesa y un café grande que hay que recuperar energías

Ya a solas comienzo a pensar en lo que me sucedió con esa anciana, en mis 25 años no es la primera vez que tengo sensaciones digamos paranormales e incluso más de una vez he visto espíritus, aunque jamás he invocado nada a propósito, es algo que viene a mí, forma parte de mí y lo acepto, pero esta vez fue diferente era como si reconociera el lugar de la visión, pero eso es imposible, nunca he estado en ese lugar y el aspecto de la anciana como joven tenía un algo.... élfico, si estuviera mi abuela ella seguro sabría de qué va todo esto, pero no esta

Cuando subo me encuentro el box de Clarisa vacío, había fallecido y de nuevo me quedo pillada mirando para ese hueco donde ahora ni siquiera hay cama, pero no siento tristeza y es extraño porque siento un calor reconfortante a mi alrededor y de nuevo la misma voz que me dice "se acabó para mi ahora empieza tu destino, cuida tu peine de oro Moura" dos lagrimas corren por cada uno de mis ojos pero no quiero que me lo noten, de repente pienso que hice bien en no haberme puesto rímel como suelo hacer y me rio sola como una loca, bueno a recomponerse y a continuar la jornada

Termino y me despido de Fer de auxiliares y enfermeras y me voy a toda prisa al vestuario para que me dé tiempo para coger el autobús, los que trabajamos aquí nos deberían poner medallas de atletas olímpicos por las carreras que nos echamos, prefiero no pensar en nada así que me pongo los auriculares, entre todas las canciones que llevo en mi teléfono esta Stardust de Delain, me encanta lo que me hace sentir esa canción y hoy especialmente quizá por todo lo que ha pasado, mas, tengo que analizar estas sensaciones pero ahora mismo solo quiero llegar y descansar

Regrésame a la vida
Regrésame a la luz estelar
Regrésame el sol y la luna
Suelta la estrella esta noche

(traducido del inglés)  

Meiga MouraWhere stories live. Discover now