Meiga Moura

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Fernando me llamo varias veces, pero no quise hablar con él y me siento culpable porque él no tiene culpa de nada, pero, mi instinto me dice que acercarme a Fernando ahora mismo corro peligro y por mucho que me esté empezando a atraer, yo no pierdo la razón por ningún hombre

Alba, que le conté todo en eso me dio la razón y también se disculpó un montón de veces por haberle dado el teléfono sin mi permiso, la verdad que no tengo nada que perdonarle, el problema no es Fernando es Adrián, si fuera una bruja diferente haría lo que fuera por deshacerme del, pero yo no soy esa clase de bruja ni de mujer

Me intento centrar en seguir practicando mi magia, Refunfuñón nos está enseñando a hacer maravillas con los elementos, que son la clave para acceder a las llaves de nuestro espíritu y yo avanzo, pero me nota muy callada y a ratos digo malas palabras cuando siempre soy el mar en calma

- Alba – le dice Refunfuñón- déjame a solas con Astrid- Alba protesto, pero el enano estaba muy serio, más que nunca, cuando me quede sola con él me dijo a mi – Cuéntame todo lo que te come la cabeza – le mire a los ojos, y veo que realmente está preocupado, me desahogue

Refunfuñón como siempre empezó a dar vueltas de un lado para otro, y se paró delante de una plantita muerta y me llamo que fuera hacia el

-Pon las manos sobre esta planta muerta porque algún animal la ha pisado y piensa si merece una oportunidad, céntrate en esa pequeña planta

- ¿Qué quieres que le haga? - conteste de mala gana, pero esta vez Refunfuñon no perdió la paciencia

-Te he enseñado a usar los elementos sobre todo para defenderte, ahora únelos todos, llama a tu espíritu, pero no de cualquier forma, llama a tu espíritu y trasmite a ese pequeño ser vegetal la luz y el amor que vive en ti, concéntrate

Hice tal cual me hizo y en mi corazón se empezó a sentir calor, casi doloroso, suspire y mire fijamente la planta, con una pequeña flor amarilla aplastada y entonces siento su dolor y su pequeña historia, ahí comienzo a notar en mi pecho otra energía, creo que es amor, pero no amor como lo venden un día al año en el llamado san Valentín, no, amor a la vida y de mis manos brota una pequeña luz, que hace revivir a la planta

- ¿Cómo he hecho eso? - esto me ha alucinado más que crear rayos o fuego o viento, esto es dar vida

-Astrid, ¿qué recuerdas de tu vida de Drakani? O que recuerdas de tu otra reencarnación porque has tenido una mas

-Pues la verdad que más que recordar lo que hago es sentir, siento que todo es real, pero si te refieres a recuerdos concretos solo me llegan imágenes confusas

-Hm- Refunfuñón puso cara de pensar- creo que es momento de darte un empujoncito por dónde empezar, quizá por quién eres como Drakani, como te dijo tu abuela tu perteneces al clan matriarcal de los dragones, la Reina Alim es tu bisabuela, y por lo tanto Aura es tu abuela

- ¿Y mis padres? ¿Son mis padres los mismos aquí que allí?

-No, tus padres carnales, son descendientes de los humanos leales a los dragones, pero ellos no son tus padres de tu autentico yo, pero eso no te debe de importar tanto ahora eres Astrid Seoane y espero que tu vida humana dure mucho tiempo, es el aquí y el ahora

- ¿Entonces quiénes son los padres de mí verdadero yo?

-No sé si puedo contarte mucho de esto Astrid, solo te diré que ellos están deseando volverte a ver

-Dímelo o dejo todo- estaba empezando a sentir un secreto doloroso y se reflejaba en lágrimas, Refunfuñon se dio cuenta que hablaba muy en serio

-Está bien, la Reina Alim después de la gran guerra quedo débil, lleva milenios débil, entonces Aura debería haber heredado el trono, pero tu abuela nunca quiso gobernar y cedió el trono a su hija Hana por lo tanto ella ahora mismo tiene la obligación de dirigir todo incluida tu misión, pero también tiene otra obligación, cuidar a tu padre Ayanga el Señor del Rayo del que tú has heredado parte su don, que quedo herido de una herida mortal y llevan manteniéndolo con vida con energía durante tanto tiempo... de echo del éxito de tu misión depende su vida

- ¿Por qué? - llegados a este punto lo necesitaba saber todo

-Porque el oscuro que lo hirió lo hizo con una magia perversa, lo hirió en un brazo y aparentemente no era grave pero esa lanza estaba envenenada con un hechizo que le va quitando poco a poco la vida, y solo si se prende el fuego sagrado en cierto momento y en cierto día, se salvara

- ¿Pero esto no era para que Drakanis y Drakaneals pudieran entrar en este plano con su magia otra vez? ¿Me estáis mintiendo?

-No, te dijimos la verdad a medias

-Dame un rato para asimilar esto, necesito hacer más preguntas

Fui hasta Alba y le conté todo, si ella está en esto como yo debe saberlo todo, después de una hora exacta volvimos con Refunfuñón, tenía las preguntas ya pensadas

- ¿Tengo marido o hijos en mi vida etérea?

-No- dijo secamente y luego continuo – elegiste vivir sin ello hasta que se resuelva todo esto

- ¿Quién eres tú realmente?

-Si te hablo de mi tendré que hablarte de tus enemigos- me quede sorprendida por lo que dijo y también porque los enemigos era la siguiente pregunta

-Adelante...

-Tu enemigo principal es Nekro o también llamado el Usurpador, él es quien inicio todo esto y también es tu hermano, si tu mayor enemigo es tu hermano y por lo visto él está o estaba enamorado de ti – se quedó callado para que yo reaccionara

-Sigue, dime todo y ya contestare después

-Está bien, tus otros dos enemigos son Atryo, a este le conoces es el que ocupa el cuerpo de Adrián ...

-Dirás el que esta carnado en el cuerpo de Adrián -le interrumpí

-No me equivoque, tus enemigos no se carnan, ocupan cuerpos, los mismos cuerpos en que os carnais los buenos, bueno sigo Atryo era un comandante en jefe, amigo leal de Nekro y el primero que le siguió a la traición, el tercero era yo Vred al igual que Atryo mandaba sobre ejércitos y esos ejércitos de varones formaron... todo el caos

Me quede sin palabras, no sabía que más preguntar así que Alba tomo la iniciativa

-Refunfuñón, si tu como supongo eres o eras un Drakaneal traidor, ¿porque estas con nosotras?

-Porque salve la vida de Astrid en su única reencarnación, yo nunca estuve convencido de la traición, pero me deje llevar, no tengo excusa, Astrid se reencarno una vez más, solo una vez, con anterioridad con la misma misión y como podéis llegar a la conclusión fracaso, fue en la Edad Media

Hace quizá 800 años más o menos, yo ocupaba el cuerpo de un hombre y junto a otros le lanzábamos flechas mientras sola ascendía corriendo el pequeño monte para prender el fuego, a ti ya te habíamos matado Alba, siempre os carnais juntas

Una flecha le dio en la pierna y yo pude alcanzarla, solo tenía que sacar mi puñal y terminar lo que había empezado, pero no pude, supongo que no perdí toda mi luz y cuando vi cómo me miraba entre una mezcla de valentía y asumir su muerte sin nada de miedo y con todo su poder del bien en su interior simplemente no pude, cuando llegaron los otros si dispuestos a disparar sus flechas me puse delante y le salve la vida por ese momento, aunque luego fue capturada y quemada en la hoguera

Por haber hecho esto, se me dio la oportunidad de seguir existiendo, ya era un paria de la sombra y la sombra iba por mí, Hana, su madre y actual Reina me encontró a las puertas del inframundo e hizo un pacto conmigo, me quitaría todo mi poder a cambio de redención y a cambio ayudaros en este momento

-Entonces – comencé yo a decir- los tres que estamos aquí tenemos una misión, la misma misión y ahora que se todo lo que tengo que saber empiezo a tener las cosas más claras, está claro quién es Atryo y me temo que se quién es Nekro, hay que desenmascararlo