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Desde que nació, se supo que dentro de años su historia se contaría.
El nacimiento del primer hijo del Comandante Harum y su esposa Allondra, en ese entonces Princesa de Trikru. La noticia corrió de clan en clan. Todos ofrecían obsequios, vestimenta, armas, entre otros, mientras que los ancianos de los clanes decían que el futuro de este niño sería liderar, y nada más que liderar.
A los tres meses de embarazo, los lobos llegaron a la capital. Habían dejado de proteger a Harum cuando ascendió a Comandante, perdiendo rastro de ellos. En cuanto llegaron, aullaron justo debajo de la habitación del Comandante y la Reina, esperando ver al próximo Comandante Lobuno.
En cuanto bajaron, el Alfa Fenris, un lobo negro del tamaño de un oso, olisqueó el estómago de la Reina con cuidado a no lastimarla. Luego de unos breves minutos, el lobo mostró su lealtad al arrodillarse frente a la mujer, y de inmediato le siguió el resto de la manada.
Los lobos no se separaban de Allondra, al extremo de que Harum sólo podía acercarse tres veces al día. Los lobos conocían la maldad desde cerca, y no permitirían que su líder muriera antes de tiempo.
En cuanto Allondra comenzó con sus contracciones, fue un total desafío explicarles a los caninos que era momento de dar a luz, por lo cual no podían quedarse en la habitación de parto especial. Por suerte, entendieron después de veinte minutos, quedándose en la puerta.
Cuando se escuchó el llanto de Zak, Fenris fue el primero en entrar. Colocó su hocico sobre su cabeza con muchísimo cuidado. Luego de eso, subió a la superficie aullando con una fuerza que no tenía antes, haciendo saber el nacimiento de un nuevo Comandante.
Durante esa semana y la siguiente, cientos de lobos aparecieron en Polis. Todos de distintos colores, a excepción del negro, el cual era sólo propio de Fenris. Estaba totalmente prohibido cazarlos, eso sólo significaría una guerra contra unos animales que eran expertos en cacería.
Con el pasar de los meses, comenzaron las preguntas. Algunos ancianos decían que sería un niño, por llevar el mismo linaje lobuno de su padre, mientras que otros decían que sería una niña, la cual podía ser la próxima mujer en el trono.
Para el día de su nacimiento, todo fue complicado. Fenris no dejaba que nadie se acercase a Allondra por demasiado tiempo, hasta que tuvieron que aprisionarlo a él y a la manada para que los sanadores trajeran al bebé al mundo.
Como muchos supusieron, aquel linaje continuó con un varón.
La noticia de su nacimiento llegó a todos los clanes. Los representantes de todos los miembros de la coalición —a excepción de Azgeda—, enviaron ofrendas, presentes y regalos, todo para vitorear a la creación de la Reina Allondra y el Comandante Harum.
Con el pasar de los años, aquel varón tenía en la mirada el futuro más grande que alguna vez alguien haya visto. Al notar que era Natblida, sus padres forzaron a los sanadores que lo sabían hacer un juramento de sangre para que el secreto no se divulgara. Si se sabía, Titus lo acapararía, causando una confrontación entre los lobos y los humanos.
No podían dejar que eso sucediera.
Zak se volvió despiadado. Podía matar a dos personas al mismo tiempo. A su corta edad, era un estratega más que perfecto y calificado. Con la compañía de su manada, derrochaba orgullo.
Comenzaron a susurrar su seudónimo: Proripa. Maestro o Experto de Matanzas.
Su seudónimo lo único que logró fue que el reinado de su padre fuese aún más respetado. Si bien, siempre han tenido problemas con Azgeda, el aquel entonces Rey Theo sabía que en esos momentos no le convenía tener ningún tipo de problemas con la coalición, pero de todas maneras ésta se encontraba bastante estables.
Conforme iba creciendo, Proripa era cada vez más vitoreado. Él era capaz de convencer a los embajadores, era capaz de negociar lo que era para bien o para mal. Pero no era nada más que un adolescente.
Muchos dicen que el Reinado Lobuno finalizará con él, o por lo menos hasta que él decida procrear hijos con su prometida Talia.
De todas maneras, se aseguraba que el siguiente linaje lobuno será igual o peor que él.
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