Me agarran escalofríos y lo tomo con señal de que es momento de ir a almorzar. Salí de la pileta hace ya varios minutos pero a falta de sol (que está todo tapado por una peligrosas nubes grises) no me seco más. Uma sigue nadando y nadando y saltando, la energía que tiene en el cuerpo supera cualquier nivel normal.
Ya me quedó claro que con la brisista y el sol no me voy a secar así que me paro en busca de la toalla; me estaba quedado sentada en el borde de la pileta para controlar a mi hermana, pero por unos segundos que me aleje no va a pasar nada, por suerte ella sabe manejarse muy bien en el agua.
Mi toalla bordó me espera apoyada en la reja junto a mis ojotas negras, me la pongo a modo de capa y me acerco lo más posible a Uma pero llamarla. Ni bien me ve sale nadando para el lado contrario metiéndose cada vez más profundo en la pileta, pero no estoy para jugar al gato y el ratón por lo que agarro su toalla rosa brillante y me dirijo a la salida.
Levanto la vista y veo sororendida a la enfermera que al parecer abandonó la salita y está en la pileta. Le susurra algo al bañero mientras señala a un lugar en el agua, donde Uma está jugando con otras tres nenas. El bañero se dirige hacia las chicas, en cuanto escucho que llama a mi hermana me zambullo sin dudar y en pocas brazadas llego hasta donde está ella. Cuando saco la cabeza veo que él ya había llegado y le habla.
- me dice la enfermera que te olvidaste algo en la salita, te acompaño a buscarlo.
- no es necesario, nos estamos yendo a comer- le respondo yo secamente, todavía agitada.
El silencio se apodera en la escena y me mira de una forma que me da miedo. Sonríe falsamente ya agrega:
- ¡vos también podés venir!
- tengo hambre Iris- Uma me mira irritada.
- bueno, bueno, después pasan a buscarlo, dale? Ahora vayan a comer que es importante. Soy Lucho, cualquier consultita estoy acá para ustedes.
- Gracias- lo miro seria una vez más y nos vamos, Uma y yo agarradas de las manos.
________
La comida tiene un sabor delicioso para todos menos para mí, que todavía siento el corazón acelerado.
- No me había dado cuenta del hambre que tengo!- Uma habla con la boca llena. Yo no, tengo el estómago cerrado.
- Las papas todavía se están haciendo en el fuego pero decidimos empezar ahora y en todo caso dejarlas para la noche.
- No importan las papas Opu.
Alterada me levanto y salgo a caminar. Escucho de fondo a Nagy que me ordena que vuelva a la mesa, respiro profundo y me siento de vuelta.
Me molesta el ambiente cómodo en la mesa, Uma come y come sin prestar atención a su alrededor volando en su extraño universo; ¿No se dió cuenta de lo que pasó en la salita y la pileta?
Nagy y Opu hablan un poco de los pájaros que los visitaron mientras cocinaban y que hay que plantar no sé qué flor en el jardín.- ¿Estaba rico chicas?
- Sí Opu, comí tanto que no me entra nada más!
- ¿Ni siquiera una fruta?- Uma le responde a Nagy con una mirada que desaprueba esa idea - ¡Un chocolatito!
- ¡Uh, eso sí!
Nagy se ríe con cara de "yo te conozco" y me manda mí, por supuesto, a buscar la golosina. Yo aprovecho para relajarme por fin con mi helado, lo único que quiero es que termine el almuerzo.
- ¿Les molesta si me voy a tomar el helado caminando?
- No. Hasta que no terminemos todos no se levanta nadir.
- Dale Nagy, está todo el día con nosotros cuidando a Uma; andá tranquila Iris, yo te dejo.
Lo saludo con una sonrisa y me voy por el camino en sentido contrario a la proveeduría. A los pocos metros se alza un bosque de árboles altos y frondosos, acá si se siente calmado. Es increíble el sonido que producen el vientos con las hojas. Camino distraída mirando la copa de los árboles, saboreando mi helado, cuando me cruzan dos bicicletas que salieron del bosque. Frenan en seco delante mío, y me miran fijamente. No puedo creer lo que veo, son dos chicos exactamente iguales. Misma ropa, mismo corte pelo, diferentes colores de bicicleta. Miro a uno, miro a otro, hasta que uno de los dos me saluda.
- ¡Hola Iris!
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ACÁ LUJÁN
Science FictionIris todos los años tiene que aguantarse las pocas ganas que tiene de ir al camping de Luján; siempre son aburridos veranos con su molesta hermana y sus anticuados abuelos en los que solo encuentra el dibujo y la lectura como vías de escape de su re...