02. Una disculpa

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Vergüenza, es lo que sentí al recordar lo sucedido. La falta de descanso, estrés encima y cansancio corporal hicieron de mi una completa loca.
¿Porqué tuve que ir a casi tirarle la puerta al vecino y gritarle?

Luego de eso Baek me arrastró dentro del departamento me guió hasta mi cama donde me abrazó y acarició el cabello hasta hacerme caer dormida. La palabras de Baek al despertar fueron:
"Parecías una maldita loca histérica zombie atacando al vecino por su pequeño perrito."

Después de que mi burlón amigo se fuese del apartamento diciéndome que debía de disculparme, pasé toda la tarde pensando; ¿cómo lo haría?
Solo tenía que caminar afuera y tocar su puerta, pero los nervios me comían. Primero con la discusión de la tanga y ahora el griterío que le pegué al vecino por su perrito chillón. Esta bien, yo tenía razón en ir a hablar de eso pero no para gritarle y hacer esa escena de loca psicópata.
Tan pronto cómo cayó la tarde salí a comprar una pequeña cesta de chocolates con una tarjeta que decía:

"Discúlpame por haber sido una psicópata histérica y haber actuado así. Att: Tu vecina loca.
Pd: No robo tangas."

También compré un paquete de croquetas para el perrito, debía de disculparme igualmente con la pequeña bola de pelos. Cayó la noche y yo me encontraba frente a su puerta mordiendo mi labio inferior, mirando a la puerta con la cesta en mano; estuve por ahí al menos quince minutos hasta que toqué la puerta.
Un rato después abrió la puerta dejándome ver al castaño que frunció el ceño al reconocerme.

ㅡ¿A qué vienes? Yeontan no ha ladrado tanto cómo para que me ataques otra vez loca de la tanga.

Si no hubiese sido algo serio me habría reído de eso pero no era así.

ㅡYo no...solo venía a disculparme y no soy ninguna loca de la tanga, solo loca y ya. Y si me dejas hablar te explicaré porque sucedió todo.ㅡ Me miró mientras balbuceaba tímidamente.

ㅡProsigue.ㅡRespondió apoyándose al marco de la puerta y cruzándose de brazos.
Suspiré, agache mi cabeza mirando al suelo y estiré mis brazos mostrando la canasta.

ㅡTuve una semana difícil en la universidad con el final de cuatrimestre, proyectos finales para mismas fechas y exámenes. Sólo dormía dos horas por día y no podía comer mucho por falta de tiempo...la falta de sueño y proteínas afectaron mi cordura al estar intentando dormir y escuchar a tu perrito ladrar. Realmente no tengo nada en contra de los animales, me gustan y sé que esto suena estúpido cómo una simple excusa pero eso es lo que causa la falta de sueño en mí.ㅡ Hablé con rapidez, esperando por su respuesta.

No supe cuanto tiempo pasé con mis manos extendidas ofreciendo la canasta pero pareció una eternidad hasta que por fin el peso de la canasta desapareció, alcé la mirada y ahí estaba intentado ocultar una sonrisa.

ㅡTe disculpo. ㅡSusurró antes de cerrar la puerta lentamente en mi rostro.
Bueno...no me fue tan mal cómo pensaba.

¡Cállate Pulgoso! [K.TH] [AU!] ㅡEDITANDOㅡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora