-Estando alterado no podrás seguir el rastro del mortal, Klaus -dijo Uriel quien va a máxima velocidad atrás de su hermano menor.
Y está en lo correcto, llevan una larga hora tratando de seguir aquella aura llena de tristeza, pero cada vez que aceleran el paso; el rastro se pierde. Aunque no podemos culparlo, el peligro que corre el pelirrojo es grande y el dolor, podría ser eterno. No es raro conseguir espíritus malignos diario, son almas humanas que perecieron llenas de odio y que nunca pudieron encontrar la paz que trae la muerte.
Ellos buscan venganza, buscan poder saciar su dolor aniquilando a quien se lo provocó en vida.
Antes no había sentido tanta necesidad de salvar a un alma de algún espíritu maligno, no es su función. Sin embargo, es de su Harvey de quien estamos hablando. Ese pequeño mortal se ha vuelto algo tan importante en su vida en estos pocos días, que no dejará que nadie se lo arrebate.
Absolutamente nadie.
Llegaron a una pradera que se pierde a la vista, solo se escucha la brisa mover el césped largo y el tranquilo silencio. Por otro lado, la ráfaga de aura azul aún se puede sentir claramente en el centro de aquel lugar tan pacífico.
-Deberías quedarte aquí, Klaus, tienes que ser cuidadoso con estos casos y no creo que puedas estar calmado -habló Uriel de nuevo, dando un buen punto de vista.
-No, no puedo quedarme aquí -respondió en voz baja- siento algo muy familiar en este espíritu, creo que esto podría responder muchas cosas. Déjame esto a mí, por favor.
Uriel no pudo evitar quedar mudo al ver la determinación de su hermano menor. Sabe que puede correr riesgo, aun siendo un ángel tienen sus riesgos, pero decidió confiar en él. Asintió soltando un largo suspiro.
Harvey quien tiene las manos atadas por detrás de su espalda. Llora sin parar, no puede creer que esto esté sucediendo. Ve la figura oscura frente a él, y no puede evitar observar esa luz rojiza que gira en el centro de su pecho. Es parecido a una galaxia girando en el universo, pero mucho más pequeña. No pudo evitar pensar en el dicho "Cada persona es un universo" y siente un poco de pena descubrirlo en estas circunstancias.
Bajó la vista a su pecho y vio la misma figura, pero en celeste, un color tan lindo que sintió paz incluso en esa situación.
-¿Quién eres? -pregunta Harvey armándose de valor- ¿Por qué me haces esto?
Aquella figura oscura gruñó y camino de un lado a otro, muy irritado.
-No finjas que no me reconoces -habló, pero su voz salió distorsionada, como si fueran más de una persona hablando.
Harvey no pudo reconocer la voz por obvias razones, pero al ver aquellos ojos azulados, aquel cabello rubio opaco y esos tres lunares cerca de la nariz. Lo supo al instante.
-Eddie -murmura con los ojos abiertos de par en par.
El mencionado apretó los puños y sin poder evitarlo, dio una fuerte bofetada al rostro del pelirrojo. Aunque no fuese su cuerpo físico, pudo sentir como la piel le ardía donde recibió el golpe.
-He esperado tanto tiempo para esto -murmura- pasé años reuniendo tu tristeza para poder materializarme por completo, aunque te negabas a sentirte triste, hasta ahora. Y todo se lo debo a tu angelito.
Una fuerte cantidad de energía eléctrica se acumuló en la palma de su mano, Eddie sonríe sintiendo como la energía se desborda y chisporrotea en la ñema de sus dedos.
-Pero es hora de apartarlo del camino -añadió con una sonrisa macabra en su rostro.
Harvey miró con terror como la luz de los relámpagos salieron disparados en dirección a su alado amado, quien viene volando a una velocidad considerable. Klaus notó el ataque fácilmente, e invocando su arma celestial (El cual se trata de un escudo circular dorado), pudo bloquearlo sin recibir algún daño. Se produjo una pequeña explosión y una pequeña capa de humo lo rodeó.
-Sabía que no sería tan fácil -se dijo Eddie a sí mismo, para luego voltear a ver a Harvey- pero en cuanto acabe, destruiré tu alma y por fin estaré en paz.
-Eso no es del todo cierto -exclamó Klaus saliendo del humo, cayendo al suelo- matar el alma de Harvey solo te condenará al purgatorio de los iracundos, donde arderá tu alma hasta el fin de los tiempos o más.
El rubio miró al ángel despreocupado.
-Harvey me quitó lo que más amaba en la vida, y luego nos mató -dijo con aspereza- ya no tengo nada que perder.
Eddie se dispuso a atacar de nuevo, pero cada uno de sus intentos por herir al ángel fueron inútiles. No puede imitar a un ente sobrenatural que tiene habilidades para combatir demonios. Pero el rubio está reacio a renunciar a su venganza. Sacó una especie de daga de su pantalón y corrió hacia Klaus para atacarlo de frente. Klaus por otra parte, reconoció al momento el material de esa daga. Se colocó en guardia y un vaivén de golpes y forcejeos se hicieron presentes en el lugar. El ángel hizo uso de su fuerza sobrenatural y lo arrojó lejos, pero no pudo hacer que soltara la daga.
-¿Quién te dio una daga hecha con obsidiana?
-¿Eso importa? Dicen que puede herirlos, si hace falta, te mataré -murmuró incorporándose.
Klaus iba a replicar pero una flecha dorada pasó por su costado y se impactó en el hombro de Eddie, haciéndolo gemir de dolor. Uriel se posó al lado de su hermano aun con su arco dorado en sus manos.
-Es hora de exterminar a la escoria, antes de que siga diciendo idioteces.
Pero cuando fueron a abalanzarse contra él, una fuerza impresionante los hizo caer de rodillas al suelo. Como pudieron levantaron la mirada y vieron con asombro como Harvey tiene una de sus manos extendida en su dirección. Es el quien los mantiene en aquella posición.
-No puedo dejar que lo aniquilen, no sin antes tratar de salvarlo.
ESTÁS LEYENDO
Paradigma
Fantasy¿Qué hay más hermoso que el abrazo de la muerte? Donde la paz reina, la felicidad es relativa y el alma descansa. Eso se ha repetido una y otra vez el ángel de la muerte, desde los confines de su soledad. Alejados por todos se ha convertido en un se...