→ apoyo.

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¿Es tan difícil concentrarse en clase? Para Roger lo era, compartía asiento con Brian desde segundo grado y no le había resultado incómodo hasta ahora. Tener tan cerca a Brian y no de la manera que él quisiera era un dolor de cabeza, es cierto que ambos pasaban por cambios emocionales y físicos pero para Roger eso era más que un cambio.

Tratando de concentrarse en la clase, Roger fijaba la vista en el pizarrón mientras escuchaba cada palabra que salía de la boca de su profesor, palabra por palabra.

     —Meddows, pase al frente y resuelva el problema —el antes mencionado volteó hacia Brian quien le dedicó una mirada preocupada, antes de levantarse de su asiento, Brian le dio discretamente un papel con la respuesta al problema y le sonrió.

     —Señor Taylor lo estoy esperando —insistió aquel maestro con una mirada seria y los brazos cruzados.

     —Ya voy... —dijo con pesadez y se levantó de su asiento, caminando seguro de sí mismo hacia el pizarrón. Tomó un plumón con su mano derecha y en la otra yacía el papelito desdoblado dejando ver la respuesta, miró el papel y empezó a escribir la respuesta para después guardarlo en su bolsillo izquierdo.

     —Listo —miró sonriente al profesor y éste le indicó con un ademán que volviera a su lugar.

     —Muy bien Meddows, la respuesta es correcta. Te has ganado una participación en la clase —dicho eso, el profesor se volteó hacia el pizarrón y Roger aprovechó para darle las gracias a Brian con un abrazo.


Hay personas que se sienten incómodas con el contacto físico viniendo de alguien de su mismo sexo. Brian no era la excepción, aunque solo dejaba que Roger lo abrazara y le dijera lo mucho que aprecia su amistad.


     —Son solamente cambios que me pasan por ser un pre-adolescente, es todo —se repetía mientras miraba su reflejo en el espejo, acomodaba su rizado cabello de manera que no le estorbara en los ojos. 

     —Yo sé que es solo eso, Brian. ¿Por qué no puedes ser una persona normal? ¿De verdad te gusta Roger? —se decía a si mismo, mirando con desprecio su reflejo, cada parte de su cuerpo la veía con odio. Desde sus largas y delgadas piernas hasta su cabello negro y rizado. 

     —Él nunca se fijaría en ti, eres feo. Si le dices lo que sientes vas a arruinar su hermosa amistad que tanto les costó entablar. ¿Por qué eres así? Estás pensando solo en ti, él no se merece esto —dijo enojado, apoyando una mano en el espejo con rabia.

En eso una voz femenina lo sacó de sus pensamientos.

     —¡Brian! ¡Baja a cenar, querido! —a lo que él solo contestó un '¡Ajá!' para después abrir la puerta y bajar las escaleras, era extraño que su madre le pidiera de buena manera que bajara a cenar.

Ya en la mesa, Brian sólo comía la ensalada que su madre "cocinó", sabía que no se tomaba ni la molestia de preparar una simple ensalada.

     —Brian, tu padre vendrá de visita. Sabes lo que eso significa, ¿no? —sabía exactamente lo que eso significaba, tendría que sacarle dinero cuando éste estuviera bastante ebrio. 

Y sabes también lo que pasa cuando no me das lo que necesito, ¿verdad Brimi? —ese apodo sonaba lindo viniendo de los labios del rubio, pero no de los de su madre. Brian solo asintió, recordando todos los hematomas que su madre le dejaba cuando no le daba el dinero suficiente. 

     —Si ya terminaste puedes irte a tu habitación, corre —el rizado se levantó, acomodó la silla y subió a su habitación. Odiaba ver a su padre así que solo bajaría a recibirlo y dos horas después a quitarle el dinero de su billetera.

Encerrado en su habitación, se quedó pensando en los perfectos labios de Roger, sus ojos zafiro y sus pestañas largas.

Ese hombre era la perfección en persona, según Brian.

✧  we deserve more ; maylor story.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora