Aun No Hemos Terminado (Lee Jong Suk Y Tu)

Cap. 12: ¡¿QUÉ?!

El resto de la cena fue más o menos incomoda, Shinhye me observa con desdén, desprecio como si tuviera mucha furia acumulada, además de que se la pasa sonriendole a todos los demás buscando, no sé qué. JongSuk se limita a tratarla con monosílabos, corriendo su mano cada vez que ella intenta tomarla, hasta que ella suelta de golpe:

- Mañana iré a ver mi vestido de bodas - Jongsuk paro en seco

- ¿De que hablas? - la mira con cara de querer matarla

- Ay, Sukie - dice como si él fuera un niño pequeño - ¿Como que de que hablo? Si no recuerdas tú y yo nos casaremos a fin de año - Sonríe triunfal

- Ah, eso - Suk suspira - Creí que me hablabas de otra cosa - Yo me mire las manos

- Creo que Sik y yo tenemos que descansar - al mirar al niño, noto que se le cierran los ojitos del sueño que tiene. Me levanto - Discúlpenme, por favor. Vamos JongSik - un adormilado niño se levanta con dificultad

- Si ya es hora de ir a casa - Se levanta JongSuk 

- Mañana nos vemos, amor - se despide ShinHye - Te espero temprano en mi departamento para hacer la prueba de trajes y... - Alega ese Y con una risa infantil - quiero que mi futuro esposito me acompañe a escoger el vestido - yo intento salir del comedor pero Suk me detiene antes de salir

- ¿Es obligatorio que te acompañe a eso? - frunce el ceño - quiero decir, la prueba de trajes de compromiso, la entiendo; pero el vestido de novia - enfatiza con su mano libre - no creo que sea necesario

- Lee JongSuk, acompaña a tu prometida. - Exclamo su madre - Quiere verse linda para ti, cariño

- Esta bien - dice rendido - Pero temprano es temprano - me tomo de la mano esta vez y su mirada se junto con la mía - Paso a las 6:00 am

- Pero, Sukie, a esa hora no están las boutiques abiertas - Se quejo ella

JongSuk la ignoro, despidiéndose de su padre con un movimiento de cabeza y huyendo de la mirada histérica de su madre. Como nunca sacamos las maletas del auto, fue solo tomar el suéter de JongSik y subirnos al auto. Comenzó a conducir, la oscuridad de la noche y los farolitos que alumbran la calle hacen que la escena se vea como un típico viaje familiar, ya que como Sik estaba despierto al subir al auto, estaba juguetón, después de unos minutos se recostó ocupando todos los asientos de atrás, yo me quite mi suéter y se lo coloque encima para que no tuviera frio, después de eso me limite a solo mirar por la ventana, las casas pasaban en un segundo, las parejas se veían felices, cada vez estábamos más a las afueras de la ciudad, los suburbios de Busan. Más o menos media hora después de que saliéramos de allí, y de que mi mente divagará en el hecho de que JongSuk, mi primer amor, y el primero en casi todo lo que he experimentado, se vaya a casar con la que decía ser mi mejor amiga cuando vivía aquí. Me siento realmente cansada, cuantas emociones en dos días. Cuando me caigo cuenta estábamos en una bonita entrada cuyos portones de madera estaban colocados en muros recubiertos de algún tipo de enredadera que solo mi abuela o mi madre sabrían de que clase es, en un muro había una pequeña puerta, también había una pequeña portería con la misma decoración, tenia tres ventanas con reja y una única puerta, JongSuk toco la bocina dos veces y como arte de magia esos dos portones se abrieron dejando ver un aro negro en cada uno a modo de decoración

- Llegamos a casa, ___ - Vi que sonrió 

Yo me limite a devolverle la sonrisa, me siento algo confundida por su actitud. Hoy ha estado tan, ¿como decirlo? ¿Amable? ¿Calmado? En fin, no es el mismo chico que desbordaba superioridad ayer que nos volvimos a ver. ¿desde cuando se volvió tan emocionalmente volátil? Sabia que era muy fácil traerlo de la felicidad al enojo en un minuto, ¿Será que sufre trastorno de personalidad múltiple como en la película de fragmentado? Ay, que dolor de cabeza. Condujo un poco más por una entrada llena de arboles hasta llegar a una fuente la cual rodeo y estaciono el auto en frente de la puerta principal. El bajo del auto, cuando quise imitarlo él abrió la puerta de mi lado y me miro con una de esas sonrisas que harían que cualquier chica se lanzara a sus brazos.