Era una tarde nublada. La gente caminaba de forma apresurada con el motivo de llegar a sus destinos rápidamente, pues el cielo se veía demasiado nublado y el olor característico de la lluvia se podía olfatear ligeramente. Entre esa muchedumbre, se encontraba una chica que caminaba al ritmo de la canción que sonaba a gran volumen en los auriculares que llevaba puestos.Mientras caminaba tranquilamente, unas cuantas gotas alcanzaron a caer en su cabeza, causando que apresurára el paso, sin embargo, no logró llegar a tiempo, pues las pequeñas gotas cada vez se hacían más grandes y comenzaban a llegar en mayor abundancia hasta que se formó lo que parecería ser un aguacero, empapando así a la chica de pies a cabeza.
Era un Lunes a las ocho en punto de la mañana, año 2032. La chica se dirigía a la escuela preparatoria en la que estudiaba, por lo que no era conveniente que estuviera así de mojada. En la entrada, se encontró con su mejor amigo, el chico con el que vivía. Él había entrado a la escuela más temprano ese día
—¿Qué pasó? ¿Te agarró la lluvia?– La saludó sarcásticamente su amigo.
—No, decidí que quería nadar de último momento.–
–Bueno, espero que te hayas divertido– Dijo el chico para luego soltar una risita.
– ¡Eres tan gracioso, Ace!– Exclamo exageradamente de manera sarcástica.
– Te dije que ibas a necesitar la ropa extra en tu casillero algún día
– Sí, lo sé. Voy a cambiarme ahora.– Dijo para luego marcharse caminando a su casillero, mientras el chico que había dejado atrás soltaba unas cuantas risas.
La chica puso la combinación en su casillero y sacó la ropa que había guardado algunos meses previos; unos pantalones de mezclilla, una camiseta negra y un suéter amarillo, para luego dirigirse al baño, meterse en un cubículo y cambiar su ropa mojada por la seca mientras oía la conversación de las chicas que se encontraban en el lavabo.
– ¡... Y entonces decidió marcharse! ¡Qué desgraciado!– Oía una voz chillante decir.
– Bueno, entonces creo que no era para ti. Ya encontrarás a alguien.– Decía una voz más calmada.
En realidad, la conversación no era para nada importante. Sin embargo, ella oía. Había generado una manía con escuchar las conversaciones ajenas, a pesar de no sean importantes. No era que le gustaba meterse en las vidas de los demás, simplemente le gustaba aprender más de ellos. Es increíble lo mucho que se puede aprender de una persona por una conversación. Las expersiones que usa un individuo, el tono en el que habla, las situaciones que le molestan, etc... Aunque siempre olvidaba lo que oía (a menos que se tratara de ella o de alguien que le agradara), siempre aprendía algo nuevo.
Se terminó de cambiar para encontrarse con las chicas, una era rubia con ojos color avellana y piel clara y la otra era pelirroja con ojos verdes, piel pálida y varias pecas que cubrían sus mejillas. Se trataban de Callie Adams y Alex Crowell. Alex era conocida como una buena consejera, por eso todos le cuentan sus problemas. De Callie solamente conocía su nombre. Y solamente porque conocía los nombres de toda la escuela.
Callie se marchó con un alegre "Muchas gracias! ¡Adiós!" mientras que Alex se quedó esperando a que sonara la campana que marcaría inicio a las clases. La pelirroja se quedó observando su celular y la otra chica solamente le dedicó una mirada fugaz y se sonrrojó un poco, para luego salir del baño y soltar un suspiro. Realmente admiraba mucho a Alex. Todos querían estar con ella, era muy buena persona.
Se dirigió a su casillero para guardar su ropa mojada y sacar los libros de su primera clase, justo antes de que el timbre sonara para dar inicio al día.
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Azure
Science Fiction¿Qué pasaría si realmente hay vida en Marte? ¿Y si los humanos realmente somos seres evolucionados de Marte que decidieron poblar la Tierra? Jayn, una adolescente prodigio en el ámbito de la física y la química de dieciséis años fue reclutada por un...