Me desperté por el olor a café recién echo. Miré a mis lados echando en falta a la persona que seguramente estaba haciendo el café. Me levanté de la cama, colocándome una de las tantas camisas blancas de él y bajando hacia la cocina. Mis pies tocaban el frio suelo de parqué negro, que combinaban con las paredes blancas y grises de mi alrededor.
Desde hacía un tiempo, vivía en esta casa a las afueras de la ciudad. Necesitaba un tiempo para mí, mientras intentaba olvidarme del insensible de Ji Yong, y de paso de Jeon. Sin embargo, mis planes no salieron como pensé.
◤ ◥
Hace unos meses atrás
◣ ◢
Pasados los meses desde aquella noche, decidí irme de su casa. Me fui sin decirle nada. Creía que lo que estábamos haciendo era un error, uno de los mejores errores que podría hacer, pero un error. Él tenia novia, y no quería que la novia sintiese lo mismo que sentí yo. Pensé que lo mejor seria separarnos para olvidarnos de lo que sucedió, no solo un día, si no varios.
Paso una semana desde que me fui. Todo en la casa ya estaba ordenado, solo quedaba tirar las cajas a la basura. Salí con varias bolsas de basura enormes, dejándolas fuera del porche mientras cerraba la puerta con llaves. Me giré para empezar a caminar al basurero, pero alguien me detuvo. Él me saludo moviendo su mano y sonriendo tiernamente con sus dientes de conejo que te hacen derretirte.
◤ ◥
En la actualidad
◣ ◢
Desde aquel dia, él viene a pasar los fines de semana en mi casa, obviamente no como amantes ni nada parecido, solo como amigos. Me explicó que su novia había vuelto de su gira y que ambos estaban muy bien, o almenos eso es lo que ella quería aparentar.
Después de tanto años siendo la mejor amiga de Jeon, ya sabia como leer sus ojos. Se notaba triste y apagado. Sin embargo no pregunté. Por como se comportaba cuando estaba en mi casa, suponía que quería sentirse libre de la carga que sentía todos los días al ensayar, en los eventos, de todo.
Cuando llegué a la cocina, apoyé mi cuerpo en el borde de la puerta mientras observaba la espalda de mi mejor amigo haciendo el desayuno. Me quedé mirando unos segundos su espalda mientras mordía mi labio inferior. Creo que es obvio, que mi mejor amiga esta mas bueno que la Nutella. Piernas fuertes, hombros igual, brazos también, bueno, todo él esta fuerte.
- Si me sigues mirando así, tendré que llamar a la policía antes de que me violes (T/N).
Su voz hizo salirme del trance. Me acerqué y me senté en la encimera, quedando a su lado, y pudiendo ver lo que estaba cocinando.