Cierro la puerta y rápidamente subo las escaleras:
- Madre hoy no tengo hambre, no pienso cenar!
- Oye Deidara donde has estado? - pregunta mi madre.
- Te he dicho que no tengo hambre! No me molestes! - abro la puerta de mi habitación y me encierro.
- De verdad que no sé qué voy a hacer con este chico... - murmura.
Me siento en el escritorio, saco un trozo de arcilla de uno de los cajones y empiezo a moldearlo para formar una vasija. Mi principal afición es la creación de obras de arcilla:
- Sí... - la magia de la creación es algo que me apasiona desde pequeño. - Vamos... - Mis obras son conocidas en toda la aldea. - Solo un poco más... - Hasta hace poco creía que este era el verdadero arte, sin embargo, ya no es lo que era antaño. - Maldita sea... - Ya no me llena el crear dichos objetos... siento que no es suficiente para cubrir mis necesidades artísticas. - De nuevo otro que sale mal... no hay manera... - Ya no tengo ningún tipo de ilusión en seguir haciendo esto, necesito algo más, avanzar al siguiente nivel... - Katsu! - lleno de rabia, cojo la vasija a medio hacer y la lanzo con fuerza contra la puerta. Se hace trizas en un segundo.
- Deidara! - mi madre me llama desde el piso de abajo. - Qué ha sido eso hijo?
Me grita una y otra vez pero soy incapaz de oírla.
Una fuerte ráfaga de viento entra por la ventana removiendo toda la habitación, las velas se apagan, dejándola completamente en la penumbra. La tenue luz de la Luna de madrugada refleja la sombra de todas y cada una de mis obras de arcilla situadas en las estanterías. El suelo de la habitación se ha convertido en un juego de luces y figuras que no puedo identificar. Y, delante de la puerta, yace hecha pedazos la vasija que acabo de romper. Observo con la mirada perdida cada uno de los restos, aislado de todo lo que ocurre a mí alrededor. No puedo moverme, mi cuerpo no reacciona. Estoy completamente paralizado:
- Está sensación... - murmuro involuntariamente. - Este sentimiento... - me tiemblan las manos. - Qué es esta pasión que se ha apoderado de mi corazón?
Lo reconozco. Sentí lo mismo antes en la cima del acantilado. Justo cuando pasó aquella estrella fugaz...
- De dónde viene tan gran inspiración? - recupero el control de mí cuerpo. - De donde? - me agacho y empiezo a rebuscar entre los escombros de la vasija. - Aquí no hay nada... será que... - de pronto, escucho el sonido que hace una puerta al abrirse.
- Deidara! Porque no me contestas! Qué te pasa hijo? - me estira del brazo con fuerza y me levanta del suelo.
- Madre... - mis sentidos regresan poco a poco.
- Qué ha pasado Deidara? - pregunta preocupada. - No ves que está todo el mundo durmiendo? Porque haces ruido?
- Cómo? - me aparto de ella. - Dónde está!
- Qué? - se aleja. - De qué estás hablando? - está confundida.
- Maldición... Sea lo que sea ya no está aquí... - miro por la ventana.
- El qué? Qué dices? - pregunta.
- La fuerza madre, la fuerza! - grito.
Tras unos minutos de silencio mi madre se dispone a hablar:
- Oye hijo... has tenido un día largo, voy a por una escoba, recojamos esto y acuéstate, necesitas descansar. - la miro fijamente. - Además... mañana tienes un entrenamiento especial con el Tercero verdad? - sonríe. Yo me mantengo impasible.
- Sí... - digo al fin. - Supongo que sí... - me siento en la cama. - No hace falta que recojas eso, ya lo haré yo al levantarme.
- De acuerdo hijo. - sale de la habitación. - Que tengas buenas noches pues. - cierra la puerta.
- Sí... buenas noches... - mi mirada vuelve a perderse en los fragmentos de la vasija de arcilla.
¿Qué demonios ha sido eso? ¿De dónde ha provenido esa sensación? Lo único que se es que posiblemente, haya sido la mejor de toda mí vida. Esa calma. Esa armonía. Ha sido realmente hermoso, por un momento, me he sentido plenamente lleno después de tanto tiempo. Quizás... solo quizás... esa sea la sensación que tanto estoy buscando, el instante de mayor belleza, el segundo más intenso...
Antes hablando con Akatsuchi he sido capaz de expresar con palabras el significado del verdadero arte. Quizás este sea el sentimiento que transmite. En el caso de que sea así... tengo que encontrar la manera de replicarlo. Cueste lo que cueste.
ESTÁS LEYENDO
Deidara Kamiruzu
FanficLos orígenes del miembro de Akatsuki portador del anillo "Ao".