Capítulo 4

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Me acerque y él me miró poniéndose de pie rápidamente.

-¿Dónde has estado? -pregunto molesto.

Lo ignore y entre a mi piso, al menos estaba todo acomodado. Deje mi saco en el sillón y camine hacia la cocina para conseguir un poco de agua.

-Te pregunte donde estabas y sabes que odio cuando no me respondes. -sonaba fastidiado.

-Eso no es de tu incumbencia, es más, ni siquiera sé qué haces aquí. -dije cortante. -Ve con tu esposa Gale, que de seguro ella te está esperando.

-Ella confía en mí. -dijo con suficiencia.

Si, había estado saliendo con un imbécil que tenía esposa pero en mi defensa, en un principio no lo sabía y cuando me enteré quise terminar todo pero como me había enamorado de este idiota me deje conmover por sus lágrimas y falsas promesas de que iba a terminar su matrimonio para poder estar conmigo.

-¿Entonces ella sabe que estás aquí? -pregunté sarcástico.

-No y no necesita saberlo.

-Entonces creo que merece saber... -tome mi celular pero sin darme cuenta él se movió hasta mí arrebatándomelo de las manos. -¡Devuélvemelo!

-Te estas comportando como un verdadero pendejo.

-¿Pendejo? ¿Pero qué mierda te crees? -estaba ofendido, me sentía herido. -Me invitas a cenar según tú para darme una buena noticia, te espere por dos horas. ¡DOS HORAS! -grite.

Sí, mi orgullo ahora sí que se sentía lastimado. Todos los pensamientos y palabras que olvide la noche anterior estaban de vuelta en mi cabeza, ya no había nada porque seguir con este circo de mierda.

-Ya me canse de ser tu juguete. Esto se terminó. No quiero volver a verte Gale. -Camine hacia la puerta. -Es hora de que te vayas. -dije abriendo esta.

-¿Es por este que me dejas? -pregunto furioso.

-¿De qué hablas? -lo mire y él hizo una seña hacia la puerta donde yo también mire encontrándome con quien menos esperaba. -¿Qué haces aquí?

-Sabía que eras una perra pero no creí que al minuto de dejarte plantado buscarías la pija de alguien más. -abrí mis ojos a más no poder, gire mirando incrédulo.

-No tengo porque escuchar eso de una persona casada, vete de aquí imbécil. -ya estaba comenzando a perder los estribos y lo peor es que Blake estaba presenciando todo. -¡Que te vayas! -grite. -¡No quiero volver a verte Gale!

Gale se acercó agarrando bruscamente mi brazo acercándome a él.

-Esto se termina cuando yo diga Tay. -amenazó.

No podía creerlo, el hombre del que creí estar enamorado era un psicópata.

-Dijo que te vayas. -Mire a Blake que ponía su mano en el brazo de Gale apretándolo para que me soltara, cosa que hizo.

La voz de Gale me había dado miedo pero Blake me había hecho temblar, no solo su semblante había cambiado por uno más oscuro sino que parecía que su voz fuera de ultratumba. No quedaba vista del dulce chico que es mi mejor amigo.

Gale se soltó del agarre de Blake dando zancadas hacia afuera pero antes de irse se volvió.

-Esto no se ha terminado pequeña perra. -y con eso salió azotando la puerta.

Cerré mis ojos ante el gran estruendo, poco más y ese imbécil tiraba mi puerta abajo. Suspiré pasando mis manos por mi cara. Me fui hasta el sillón y me desplome ahí mismo.

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