¿Que era esta calidez?
Había olvidado lo que era dormir profundamente, siempre dormitaba.
Un sonido tranquilo, pausado, era reconfortante.
Cuando quise moverme me di cuenta de que algo no iba bien.
Abrí rápidamente los ojos encontrándome con un montón de piel color marfil, rose sutilmente con las yemas de mis dedos. Me levanté lentamente y me apoyé sobre mi codo encontrando a Noah, su rostro parecía pacífico.
Ahora que podía verlo bien, sus pestañas eran largas y arqueadas. Sus pómulos altos, su boca era preciosa, su labio superior era fino en comparación del inferior que era más grueso.
¿Cómo habíamos terminado así?
Recuerdo que anoche me despedí de todos pero él se ofreció a llevar... me quede dormido en su auto pero... debe haberme traído hasta aquí.
Trate de levantarme sin hacer ruido. Tome unos pantalones de mezclilla junto con una remera y me fui a la cocina. Tenía hambre así que comencé a buscar para preparar el desayuno y de paso le agradecería por traerme.
Estaba picando unas verduras cuando de pronto unos brazos se cerraron en mi cintura. Pegue un salto del susto.
-Vas a hacer que me corte. -lo regañe.
-No pensé en eso. -dijo riendo un poco, apoyó su mentón en mi hombro.
-¿Te desperté? -pregunte mientras seguía con lo mío.
-Me desperté porque no te encontré en la cama. -murmuró.
-Ah. -no tenía respuestas para eso. -Gracias por traerme a casa anoche pero... -deje lo que estaba haciendo y me gire en su agarre. -¿Porque te quedaste?
-Te lo dije. -se inclinó un poco quedando a centímetros de mi rostro. -No te voy a dejar huir.
Me moría por acortar la distancia y besar esos tentadores labios pero simplemente no podía, había algo que me detenía.
Desvié la mirada, no entendía nada de lo que estaba pasando.
-¿Ahora vas a evitarme? -sentí como su agarre se aflojo y como dio un paso atrás. -¿Estas con alguien?
Alce la mirada, sus ojos no decían nada o simplemente lo ocultaban todo, quería entenderlo pero no tenía ganas de seguir jugando.
-No, no estoy con nadie.
-¿Entonces, porque?
-¿Qué es lo que quieres de mí? -suspire un poco frustrado girándome y volviendo a lo mío. -La pasamos muy bien la otra noche y creí que solo sería eso, una noche.
No sabía exactamente que estaba diciendo pero buscaba repuestas, este tipo podía ser condenadamente sexy pero quería saber si solo era un juego para no exponerme nuevamente.
-Sí, fue una noche. Y vaya que noche. -su voz sonó divertida lo que me hizo apretar los ojos. -Pero aun quiero volver a tenerte gimiendo mi nombre. -volvió a tomar mi cintura pero esta vez con más fuerza pegando su cuerpo al mío. -Quiero hundirme profundamente en ti, marcar todo tu cuerpo como lo hice para que cuando te veas, desees tenerme de nuevo.
Algo duro se froto entre mis mejillas traseras. Comenzó a besar mi cuello mientras una de sus manos se adentraba por debajo de mi remera hasta pellizcar uno de mis pezones, su otra mano comenzó a frotar mi miembro que ya se estaba animando por la atención.
-No sé qué tiene tu cuerpo que me hace no querer soltarte. -lamio un camino hasta mi oído. -Me vuelve loco lo dulce que es tu piel y más aún tu voz pidiendo más.
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Keyframe
Teen Fiction-¿Le sirvo otra copa? Una pregunta muy simple que desencadenan una serie de eventos, de los cuales ninguno estaba preparado. La pasión parece arder al instante, tan compatibles y a la vez tan diferentes. ¿Podrán sobrellevar los problemas que hay fu...