Déjame ayudarte

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CAPITULO 4

Cuando entre a mi casa, me di una ducha y me tire en la cama boca abajo.

Comencé a recordar tantas cosas, la vez que mi Padre me enseño a montar patineta, cuando mi Mama me horneada esos panecillos que tanto me gustaban, cuando íbamos cada año a la finca de mis primos, siempre la pasábamos tan bien, éramos muy unidos. A excepción de ayer, nunca les di un disgusto, nunca me escape de casa, nunca perdí una sola materia, siempre era sincero con ellos, por eso decían que estaban orgullosos de mi. Esos recuerdos hacían que cada vez mas me culpe por lo sucedido.

No debo culparne por su muerte, pero, me siento como si yo mismo los hubiese matado.

                               *****

Narra Jane

Estuve mirando el techo por no se cuanto tiempo, mire el reloj de la mesita de noche, eran las cuatro y media.

¿Que me acaba de pasar esta tarde? Me intimidó un chico, nunca me había pasado.

Me levanté de mi cama y salí al balcón, me quede viendo el cielo un rato, extraño a Jeremy, me siento muy sola.

Entre de nuevo y encontré un papel doblado encima de la cama. Lo desdoble y lo leí.

Hola preciosa.

Me has decepcionado ehh, ¿Te intimidó un chico? Me hubiera gustado grabar tu cara cuando le hablaste, parecías una vela.

No te sientas sola, he estado contigo siempre, puede que no me veas, pero se que sientes mi presencia, yo también te extraño y mucho.

Espero volver a verte pronto.

Te quiero.

Ps: Estas en Seattle.

-Jeremy.

Sonreí al terminar de leer. Deje la nota en la mesita y me tire en la cama.

                            *****

Me desperté temprano, eran las siete pasadas, me senté en la cama y por algún motivo me entro la curiosidad de saber que estaba haciendo Charlie. Hice lo que me dijo Jeremy, pensé en el.

Lo veía subiendo escaleras, no paraba de subir y subir, hasta que salió por una puerta, se acercó al borde de un muro y miro hacia abajo, estaba en el último piso de un gran edificio.

Ay no...

Salí de la cama y ni me preocupe en bañarme, me puse lo primero que encontré en el armario, me peine con los dedos y salí corriendo de allí, tome un taxi y me concentre en el, estaba sentado en el borde del edificio, estaba tratando de ver el nombre del edificio, era un hotel...

Bingo, hotel Barminton.

Llegue en cuestión de minutos, no quedaba muy lejos. Entre casi corriendo, había tanta gente en el vestíbulo que ni se dieron que entre.

Entre al ascensor y apreté el último botón, el doce. El ascensor paro a los segundos y me baje de allí, tome las escaleras a la azotea y lo vi sentado como hace unos minutos.

Me acerque a el y me quede mirando su perfil. No sabia que decirle, Dios que tonta soy.

El volteó su vista y sus ojos se encontraron con los mios.

-¿Que haces aquí?-

-Impidiendo que hagas una locura- Hable al fin.

-¿Crees que voy a suicidarme?- Dijo burlón -Solo vine a pensar y a tomar aire- Dijo mirando hacia otro lado.

-¿En el último piso de un gran edificio? ¿Enserio?- Lo mire incrédula.

-Exacto- Dijo evitandome, el silencio se apoderó de la azotea -Y si te quedas allí parada mas tiempo, me aviento de seguro- Dijo levantándose y mirando hacia abajo -Quizás pueda morir y así encontrarme con mis Padres-

-Para tu información los que se suicidan no van al cielo, así que no vas a verlos-

-¿Y tu que sabes?- Dijo molesto.

-Se mas de lo que crees- Dije acercándome al borde y mirando hacia abajo -También se que será una fea caída, empezando por el carro de basura que esta parqueado allí- Mentí señalando hacia abajo.

-¿Donde?- Dijo mirando a donde le había señalado.

Aproveche su distracción, agarre su mano y tire de ella con tanta fuerza que termine encima de el.

-Oye- Dijo abriendo sus ojos -¿Cual es tu problema?- Dijo tratando de escaparse de debajo de mi.

Agarre sus muñecas y las puse contra el cemento, por lo general, los ángeles somos mucho mas fuertes que los humanos.

El se rindió y soltó un suspiro.

-¿Como es que eres más fuerte que yo? ¿Eres un ser sobrenatural o algo parecido?-

-Ehh ¿Hago ejercicio?- Dije dudosa.

-Como sea, ahora déjame salir- Dijo moviéndose.

-Solo si me prometes no hacer una locura-

El rodó los ojos - Esta bien, lo prometo-

Me levante y le extendí mi mano para ayudarlo, el la tomo y se levantó.

-¿Como sabias que estaba aquí?-

-Amm, lo supuse- Dije sonando obvia.

-Pero como es que...

-Mira no quiero hablar de eso, conformate con que vine a salvar tu vida- Dije interrumpiendolo.

-No iba a suicidarme, solo quería asustarte, jamas haría tal cosa-

-Eso espero-

-¿Y eso a ti que?- Dijo molesto -¿Sientes lastima por mi? ¿Es eso?-

-Lastima es lo que menos siento por ti-

-¿Entonces?-

-Quiero ayudarte- El me miró confundido- Se que tu única familia cercana eran tus Padres, se que no tienes hermanos o alguien que pueda ayudarte, pero, yo si puedo- Hice una pausa -Déjame ayudarte.

Bien, lo dije.

She's my AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora