III

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—Oye, ¿Quieres un café?

—No

— ¿Agua?

—No

— ¿Algo de comer? Me preocupas

Sunhee levantó la vista y observó a aquel chico de piel pálida, del cual desconocía su rostro al llevar esa tela sobre él y que además acababa de conocer pocos minutos antes. Él la miraba con las cejas fruncidas, pues sólo había estado sentada durante todo ese tiempo, no haciendo otra cosa que observar sus manos.

Sunhee desvió la mirada de aquella persona para observar como en todos lugares de la casa los guardias del departamento y policías checaban el lugar, obviamente después de relatarles detalladamente el asunto de las cartas.

El departamento seguía en el mismo desorden en el cuál Sunhee lo encontró, y un sentimiento de impotencia y miedo apareció cuando algunos policías encontraron sogas, con las que posiblemente habían amordazado a su tía; ahora si era un hecho que estaba sola y no tenía a nadie más que a Taehyung y a Hoseok, quienes entraron apresuradamente al departamento como si ella los hubiera llamado con la mente.

Ambos miraron hacia todas direcciones y se acercaron a Sunhee inmediatamente la vieron. Taehyung se inclinó enfrente de ella para mirarla directamente a los ojos, mientras que Hoseok sólo los observó.

— ¿Cómo estás? ¿Todo bien? ¿No te hicieron daño? — Taehyung preguntó de forma automática y le acarició los brazos de forma protectora.

La historia entre Tae y Sunhee desde un principio siempre fue confusa.

Durante la primera semana de clases en su nuevo instituto, el chico le había hablado diciéndole su nombre de pila sin siquiera habérselo mencionado. Y en cuanto a sus sentimientos, la confusión era aún mayor.

Un año después de haberse conocido, Sunhee comenzó a sentir una atracción especial hacia su amigo, pero por miedo nunca se atrevió a comentárselo.

Su nerviosismo siempre era evidente cuando el simplemente la tocaba, pero en aquella situación, aquella sensación no se hizo presente, no cuando Sunhee estaba comenzando a romperse poco a poco por dentro.

La chica no le contestó, y eso hizo que una sensación de preocupación lo llenara de la cabeza hasta los pies.

Hoseok lamentó la situación, pero apartó a su amigo tomándolo cariñosamente por el hombro y se sentó en cuclillas enfrente de ella.

—Sunhee, todo estará bien. Ella va a aparecer, su objetivo no es ella, sino tú. Pero no debes darles ese gusto, así que por eso te pido que te quedes en la casa de alguno de nosotros, así estarás más segura.

—De acuerdo. Lo último que quiero es estar aquí.

Sunhee se levantó, apartando bruscamente al tacto de Hoseok en su hombro, y se dirigió a la puerta, sin voltear a ver a nadie más.

Ambos chicos sólo se miraron con preocupación, y se dirigieron a la puerta para salir de allí, pero de pronto, el chico de piel pálida se acercó a ellos.

—Deben protegerla, cueste lo que les cueste. Es él, y está de vuelta.

Sin más, los soltó a ambos, y se dirigió al cuarto de Sunhee, no sin antes arrojarles a sus pies la carta que había encontrado.





Sunhee observaba las gotas de lluvia caer sobre los tejados a través del gran ventanal de la casa de Hoseok, y frunció el ceño cuando un gran rayo se escuchó por encima del tumulto de voces en el lugar.

Kim Taehyung se paseaba por la casa gritando con desesperación, mientras que Lee Hoseok lo regañaba por haber despertado a su hermana al ser tan escandaloso. Sunhee soltó un gran suspiro, y se separó del rincón en dónde estaba para recorrer la sala de dónde provenían los gritos. Sus dos amigos se callaron al verla alejarse de ellos, y cuando Hoseok estuvo a punto de hablar, la chica lo interrumpió.

—Solo voy al baño Wonho, no tienes que hacer drama por eso— Taehyugn hizo una mueca al escucharla, y sólo cerró los ojos cuando la puerta del baño fue azotada.

—Lo está tomando mejor de lo que pensaba, a decir verdad— Dijo después de haberse cerciorado de que no lo escuchaba. Después, se recargó sobre el hombro izquierdo del rubio. — ¿Qué se supone que haremos?

—No podemos hacer nada por el momento, sólo esperar a que chequen el departamento e investiguen de donde vienen las cartas.

Ambos soltaron un suspiro, para encaminarse a la cocina y preparar la cena.





— ¿Se puede?

Sunhee apartó las mantas de sobre su cabeza, y frunció el ceño al ver el reloj y comprobar que no era tan tarde como pensaba. Taehyung insistía en la puerta, por lo que ella le contestó con un débil "Pasa" y se volvió a tapar como estaba antes.

Taehyung abrió la puerta, sosteniéndola para que Hoseok pudiera pasar, pues sus manos estaban ocupadas con la gran bandeja de comida.

Ambos se sentaron en la cama frente a ella, y Hoseok llevó su mano izquierda hacia la colcha y la jaló, haciendo que el cabello desorganizado de Sunhee cubriera todo su rostro. La chica se incorporó, y miró confundida a los dos chicos con grandes sonrisas frente a ella.

— ¿Qué hacen?

—Vamos a cenar, ¿Qué no vez?—Contestó Hoseok tomando la cuchara frente a él y comenzando a comer, haciendo que Taehyun siguiera sus pasos.

Sunhee sólo sonrió, y tomó la cuchara para sumergirla en la sopa humeante que ambos chicos le habían traído. No pudo evitar sentirse un poco culpable al pensar en cómo los había tratado minutos antes, pero su mente era un caos que no sabía cómo controlar. Nunca había extrañado tanto sus recuerdos, y deseaba que su tía estuviera allí para atosigarla de preguntas.

Comieron en silencio durante minutos que parecían horas, y la lluvia en lugar de detenerse dio paso a una tormenta inquietante, que hizo a Sunhee sentirse insegura y desprotegida, como nunca antes.

Observó hacia todos lados, suspiró apartando sus cubiertos y se acomodó con las piernas cruzadas frente a ellos.

—Necesito respuestas. No sé qué está pasando, ¿Podrían decírmelo?— Ambos voltearon a verla confundidos, pues ellos tampoco sabían nada acerca de lo ocurrido, pero de inmediato se voltearon a ver cuándo la chica sacó de debajo de la almohada un sobre que identificaron como la carta que había estado ocasionándoles dolor de cabeza. — Ábranla, necesito que lo hagan.

Hoseok quitó la mesilla de la cama mientras Taehyung abría con parsimonia el sobre. Ambos leyeron la carta, y cuando hubieron terminado, sólo la observaron con cuidado.

Hoseok empujó la carta al piso, y se quedó quieto en su lugar.

— ¿Quieres que mañana vayamos a verlo?—Preguntó con temor, y Sunhee sólo asintió.

Taehyung apartó la mirada, observando la carta abierta en el suelo, y a pesar de que sentía temor, sabía que no quería dejarla sola.

"La única forma de que esto acabe es entregándote. El chico está allá, protegiéndote, pero no sabe que todo lo que hace es en vano. Se acerca el fin de tus padres, el fin de sus vidas, y el comienzo de la nuestra"



-BangtanftMX

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