Problemas

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Debido a las espesas nubes que cubrían el cielo, un aire en penumbra se había apoderado de la ciudad. Las nubes no eran demasiado oscuras y parecían muy alejadas del suelo, por lo que era poco probable que lloviera, pero la posibilidad aún estaba presente. Era la razón por la que muchas personas cargaban con sombrillas debajo de sus axilas o en sus abultadas mochilas. Ash, por su parte, había pasado la mayor parte del día sentado junto a Griffin viendo el televisor. Debido a su constante sobreprotección, no había tenido la oportunidad de divertirse las últimas dos noches.

Aunque igual disfrutaba bastante de la presencia de su hermano mayor. El hecho de que su próxima rutina disminuyera el tiempo en que estuvieran juntos lo molestaba un poco. Griffin no lo había dicho todavía, pero Ash sabía que en los próximos días volvería a salir de la ciudad. 

A Ash le gustaría poder enfrentarlo y preguntarle por los verdaderos motivos por los que se iba; que Griffin le confesara lo severa de su enfermedad y además le dejara acompañarlo por una vez. Tal vez un viaje de Nueva York a Los Ángeles no fuera gran cosa, pero al menos le mostraría a Ash que su hermano tenía confianza en él, en lugar de sólo tratarlo como a un niño pequeño. 

No por ser el hermano menor significaba que Ash era menos capaz, aunque entendía que lo único que quería hacer Griffin era cuidarlo. No darle un peso extra sobre sus hombros.

—Tu amigo del otro día, Eiji —comenzó a decir el castaño—. Parece una buena persona. Nunca antes habías invitado a alguien a casa, ni siquiera recuerdo la última vez que vi a, ¿Shorter?

Ash le dio un sorbo a su refresco antes de mirar a su hermano.

—Bueno, Shorter ha estado ocupado en su trabajo en el restaurante, y no es como si no saliera con otros amigos —levantó su mano, bajando sus dedos mientras hablaba—. Están Alex, Bones, Kong, Caín, Sing... 

—¿Qué hay del otro chico para el que trabajas?Tienen casi la misma edad, ¿no? El actual sucesor de Empresas...

—Actualmente trabajo en una cafetería —interrumpió para recordarle—. Estás un poco desactualizado, ¿no es así?

Griffin sonrió con cierta melancolía.

—Me hace sentir mal dejar tanto tiempo solo a mi hermanito —alborotó el rubio cabello del otro como solía hacer, Ash lo odiaba, pero siempre le dejaba hacerlo—. Siento que si me voy de nuevo te encontraré con pareja cuando regrese.

Puede que tratara de una broma, pero Ash sintió crecer sus ganas de preguntarle por cuánto sería su próxima salida. Y por cuánto tiempo.

«No puedo hacerlo».

—Ahora que lo recuerdo, necesitaba recoger un medicamento en la farmacia. Una compañera omega mía entró en celo hace poco y el doctor dice que eso pudo haber acelerado mi rutina —aunque era una mentira, era también la mejor forma de decirle a su hermano sin revelar datos que prefería que no conociera. 

—Oh, entiendo. ¿Saldrás ahora?

Ash asintió.

No dijo mucho más antes de salir, dejando atrás su chaqueta habitual. No planeaba demorarse mucho tiempo, por lo que no se preocupó por llevar una sombrilla. Una parte de él no quería salir, pero sabía que si lo posponía más tiempo podría terminar en una situación problemática.

Mientras caminaba por las calles habitualmente ajetreadas comenzó a sentirse inexplicablemente inquieto. Tenía un mal presentimiento. Tal vez era idea suya, pero sentía que era la tercera vez que veía al mismo auto negro a su lado. Para comprobar su teoría, decidió desviarse de su camino, dejándose llevar por el flujo de personas mientras seguía atento de los autos que pasaban. Efectivamente. Lo estaban siguiente. 

Not a game (Banana Fish)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora