El alfa y el beta

2.1K 266 107
                                    

Tras su encuentro con Yut Lung, Ash optó por ir a uno de los múltiples bares que estaban abiertos a pesar de la hora. Ir a la farmacia a comprar los supresores para su rutina podía esperar un poco. Realmente quería sacarse de la mente la interacción reciente. El clima hacía que todo se viera oscuro, pero apenas eran las cinco de la tarde. Cuando regresara a casa le diría a su hermano que se encontró con alguien y salió a tomar algo; era cierto en algún sentido.

Se sentó cerca de la barra preguntándose qué estaría haciendo su hermano en ese momento. A veces se sentía mal saber que le mentía, del mismo modo que su hermano le mentía a él. Ambos siempre habían sido muy unidos, y no era solo porque compartían casi la misma sangre; pero aunque a ninguno le gustaba ocultarle cosas al otro, esa siempre parecía la opción más viable. 

La mente del alfa desvió hacia Eiji por un momento en su intento de pensar en cosas positivas. Aunque era gracias a su trabajo como ayudante de su doctor y a sus encuentros inadvertidos, le pareció extraño que una persona que recientemente había llegado a su vida lo conociera mejor que su hermano y mejor amigo. Tal vez "conocer" no era la mejor palabra, pero sin duda sabía más datos de él que nadie.

—A veces es más fácil hablar con extraños que con conocidos —concluyó mientras se hundía en su asiento.

No tenía ganas de buscar a alguna chica linda u omega en ese momento, era demasiado temprano para buscar sexo, pero no se le ocurría una cosa distinta para hacer. Sus días de descanso solía pasarlos con omegas que se sintieron atraídas hacia él y no podían esperar a que estuviera activo en el club. Era algo irresponsable romper una de las reglas básicas de ser host, pero el sexo casual nunca fue extraño para Ash desde que podía recordarlo.

Apenas tuvo la oportunidad de pedir una bebida cuando alguien se le acercó.

—No creí que volverías aquí —la voz llegó junto a una mano que se posó sobre su hombro—. ¿Acaso mi advertencia la vez pasada no fue lo suficientemente clara? 

Había ido ahí para no pensar en el posible problema en el que se había metido con Yut Lung y ahora se encontraba posiblemente metido en otro problema. El chico culpable de su arresto temporal tenía una sonrisa socarrona en el rostro y su actitud le darían a cualquiera las ganas suficientes de querer golpearlo. Pero no cometería el mismo error que la última vez. 

—Lo siento, ¿tú eras? —fingió desconcierto.

El sujeto lo soltó y se encargó de tronar sus nudillos de una forma audible, como si fuera un ritual antes de dar un golpe.

—Pensé haberte dicho que no te olvidaras de mí, parece que te crees muy listo. Con un rostro bien parecido, cualquier imbécil puede llegar a las nubes, quizá necesitas un poco de realidad, ¿no lo crees? Soy Frederick Arthur. Me encargaré de que lo recuerdes esta vez.

Sin querer volver a meterse en grandes problemas, le indicó al otro salir del bar antes de hacer un escándalo. No toleraría volver a ser arrestado por su culpa; al menos que hubiera un buen motivo y que hubiera una nula posibilidad de que su hermano lo descubriera. Si no fuera de día le encantaría continuar con las provocaciones y demostrar quién de los dos era el mejor. 

Pero por el momento estaba fuera de discusión cualquier ataque violento, al menos que estuvieran lo suficientemente alejados del ojo público.

—Mi novia me terminó porque encontró a alguien que era mejor —empezó a decir Arthur con tono acusatorio.

—Lamento haberlo hecho con tu ex-novia, si es lo que querías escuchar. 

Arthur soltó un resoplido y cambió su posición. Preparándose para dar el primer golpe

Not a game (Banana Fish)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora