Canyon Moon—Harry styles.
No es que a Louis le gustase ser la clase de padre que es atosigante con su hijo y lo mantiene dentro de una burbuja, pero sí tendía a ser sobreprotector, sacando a relucir su instinto paternal siempre que la ocasión lo requiriese. Por lo que observaba constantemente la hora mientras estaba sentado en la sala con la mirada puesta en el recibidor. Harry se sentó a su lado, notando claramente la preocupación que Louis demostraba.
— ¿Puedes calmarte? Dylan se fue hace veinte minutos, él sabe que tiene que volver antes de las diez, confía en él.
Aun cuando su esposo le habló, él no quitó la mirada del recibidor.
—Por supuesto que confío en Dylan, en quien no confío es en Leila—soltó con voz mecánica.
—Leila es una buena chica.
—No digo que no lo es, pero siempre mete a Dylan en problemas ¿Te imaginas lo que harán solos en ese internado? —preguntó con tono preocupado a la vez que despegaba sus ojos azules de la puerta para mirar a Harry.
Este último tomó una fuerte bocanada de aire.
—Te recuerdo que yo dirijo ese internado y que estaré ahí para cuidarlo, pero no me pidas que lo vigile o que no lo deje salir.
Louis hizo un sonido de frustración y volteó hacia otro lado, por lo que Harry sabía bien lo que debía de hacer. A veces Louis debido a su condición podía pasar por ser un poco necio y un terco de primera. Con el tiempo Harry había aprendido la manera correcta de comunicarse con él para que entendiese sin rechistar.
— ¿No te sentiste bien cuando tú comenzaste a vivir tu vida? Tú y yo sabemos que no podemos protegerlo del mundo, Dylan tiene que saber lo mala y buena que puede ser la vida, tiene que descubrir el mundo él sólo.
No parecía muy contento con esas palabras pero sabía que tenía razón, así que después de un momento en donde guardó silencio, se decidió por hablar dando su brazo a torcer y acercando su cuerpo al ajeno.
—Lo sé, es sólo que me da miedo que sufra las mismas cosas que tú o que yo—se abrazó un poco más Harry, quien se inclinó y plantó un beso en su frente.
—Pasará malas experiencias porque así es la vida, pero Dylan es inteligente y responsable, estoy seguro que en este momento tiene que estar divirtiéndose sanamente con Leila.
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— ¿Puedes conducir más despacio? ¡Joder, Leila! —grité en cuanto ella tuvo que girar mucho el volante para evitar otro auto, Tom reía a carcajadas desde el asiento trasero mientras disfrutaba de su helado y ella parecía fingir que estaba en una película de rápidos y furiosos —. ¿Qué no íbamos por un helado y ya?
Habíamos ido a la heladería, pero de regreso ella había tomado otra dirección que no iba hacia mi casa y ahora temía por nuestras vidas.
—Dije que iríamos por un helado pero nunca dije que saldríamos solamente por eso—apuntó ella con una sonrisa un poco maliciosa.
— ¡Tenemos a un niño de ocho años con nosotros! De hecho ¡Tenemos dieciséis años, nosotros también somos niños!—grité, ella giró el auto hacia la izquierda con tanta rapidez que me pegué hacia la puerta. Tom rió aún más fuerte.
— ¡Sólo vamos a divertirnos!
— ¡Vamos a chocar si no te detienes!
— ¡Deja de ser un niño cobarde por una vez en tu vida! Demonios ¿irás a llorarles a tus padres después de esto?
Bien, eso dolió, y cuando estoy dolido o enojado no suelo pensar lo que digo... O peor, digo lo que pienso.
— ¡Por esto ya no quiero estar más contigo! ¡No te importa tu vida, tus padres y mucho menos yo!
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Atypical [Extraordinary #02] 《Editando》
Teenfikce"-Tal vez soy demasiado joven para decirlo, pero siempre serás el amor de mi vida."