Atypical [Extraordinary #02] 《Editando》

Capítulo cuatro [Compañeros]

sunflower vol 6- Harry styles 

Mi primer día de clases fue motivo de emoción, por lo que me levanté temprano para tener el tiempo suficiente de alistarme y de buscar a Hannah para llegar temprano.

Ares por su lado seguía dormido, envuelto entre esas sabanas dejando solo a la vista su mata de cabello negro. La noche anterior discutimos nuevamente gracias a que él se negó a apagar la luz de su lámpara con la que excusa de que así dormía mejor (Una manera madura de decir que le temía a la oscuridad). Fue una ardua discusión que terminé ganando yo gracias a que amenacé con destrozar su lamparita y arrojarla a la basura. Usualmente, puedo jurarles, que soy mucho más tolerante, pero ese chico sabía cómo sacarme de mis casillas.

Además de esa discusión, no charlamos demasiado debido a que preferí ignorarlo e irme a dormir. Por lo que no nos dimos el tiempo de conocernos más o de mostrar interés en formar alguna amistad.

Me acerqué a su cama y lo observé. Dormía boca a abajo, y al tener los ojos cerrados me di cuenta de lo realmente largas que eran sus pestañas. Tenía un perfil bonito, pero no me detuve a mirarlo más de lo necesario. En cambio, lo sacudí un poco y él gruñó, como si fuese un perro.

—Ares, tienes que levantarte —dije mientras lo movía por los hombros otra vez.

—Jódete Stone, quiero dormir. —Gruñó nuevamente.

—Anoche me dijiste que te despertara a la misma hora que yo me despertara.

— ¡Pues cambié de opinión! —exclamó y se cubrió todo con las sábanas.

Ni durante cinco minutos podía soportarlo.

— ¡Entonces jódete y llega tarde! —grité de mala gana y le tiré una almohada.

Él se quejó en voz alta y comenzó a removerse entre sus sabanas hasta levantarse. Me pareció gracioso lo abrigado que estaba, de seguro no acostumbrado al frío. Cuando estuvo sentado y su cerebro pareció reaccionar, me miró con una expresión de burla.

— ¿Pijama de ositos? ¿Es en serio?—preguntó en tono burlón. Me di la vuelta ofendido y tomé lo que necesitaba para ir a bañarme—. ¿Siempre eres tan enojón? Eres el perfecto cliché de agua fiestas, Stone.

Me detuve antes de entrar al baño y sentí como la rabia se me acumuló en la cara.

— ¿Dices que yo soy un cliché? ¡Mírate en un espejo! Buen físico, fumas y luces el típico chico malo que viste de negro y se hace el inaccesible ¡Y te llamas Ares! Eres el perfecto cliché sacado de una novela para adolescentes.

Él sólo se echó a reír y eso me cabreó muchísimo más.

— ¿Así que crees que tengo un buen físico, eh? —Bufé y me di la vuelta para ir al baño a encerrarme. Olviden lo que dije sobre que podría llevarme bien con Ares. Sería más tolerable clavarme la lengua en la pared.

Después de un rato cuando estuve listo, me miré en el espejo y traté de sentirme bien conmigo mismo. El uniforme constaba de una camiseta blanca de mangas y botones, corbata de cuadros azules, un saco que tenía bordado el escudo de la escuela y que era de color azul casi negro al igual que el pantalón. Puedo jurarles, que se veía muchísimo mejor de lo que sonaba, era un uniforme bonito.

Traté de no pensar en que el color oscuro del saco hacía resaltar el hecho de que no había color en mí. Mis pestañas se notaban sólo porque eran abundantes, y aun así lucía como si tuviese delineador blanco en los ojos. Lo mismo con mis cejas. Además, tenía estos raros ojos de color indefinido que a veces se veían un poco rojos y normalmente de un color violeta. De pequeño traté de teñirme el cabello para verme normal. Fue un desastre.