and i guess i never told you
i'm so happy that you're mine.
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si le preguntas al viento si sabe de dos almas enamoradas del sol, silbará jack, jack y todo lo que han pasado, pero es ben quien habla:
— te he querido tanto, creo que siempre lo voy a hacer.
juegan hilos rubios bajo la barbilla de jack. el aire ártico le besa el rubor y el sol le cae entre los árboles, sobre sus muñecas. el banco está húmedo y ben sigue hablando sin esperar respuesta, como siempre.
— sabes, jack, yo estaba enamorado de ti —y tira la cabeza hacia atrás, las pecas del sol jugando con los dos soles de sus ojos, oro líquido bailando alrededor de dos pupilas.
jack está seguro de dos cosas bajo el resplandor del astro cegando sus ojos, suavizando el mundo en luz cándida: ben es cósmico, y nunca le había abierto su corazón.
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— tienes un problema, ben, y es que no hablas hasta que las cosas han pasado.
el sol le deslumbra con párpados entrecerrados. vuelve a coger aire y sigue,
— y cuando han pasado las cosas ya no importa. no importa lo mucho que me hayas querido, ni lo mucho que lo hagas. no importa que me digas cuánto odiabas esa puta cocina ni las mantas de nuestra cama. no cambiará que me vaya y solo entonces te abras un poco más —suspira, saca de dentro el humo de sus pulmones— siempre hablas, ben, pero creo que aún no te he llegado a conocer. y no creo que nadie lo haga.
y ebenezer ríe y ríe, con ojos cerrados y con dientes, desde el estómago hasta la garganta, envuelto en la luz de oro del sol cayente.
— y no es por ti que lo hago, ni por que cambie algo.
la risa se condensa y cae delante de los dos.
— pero tú no lo hablas, jack. y te come por dentro —y le mira el alma—. serás quien más me haya conocido, pero tú, tú sí que eres un misterio. has pasado décadas solo, jack. qué crees que cambiará si huyes de ti mismo, no seré yo quien lo vea. caeré muerto de nuevo antes de verte admitir que te has equivocado alguna vez.
jack no dice nada, como siempre. ben se ríe y vuelve a hablar de todo lo que ve en su cabeza, como todas las veces.