and you think love is to pray
but i'm sorry, i don't pray that way
.
el jardín ahora es un cementerio, se lamenta jack. le arde más el amarillo de las rosas que la claridad cegadora de las nubes tapando el cielo.
la radio roja que lleva consigo desde, no sé, los años ochenta (recuerda, delira su mente traicionera, ochenta y nueve. ochenta y nueve, grabado al rojo vivo en el vientre), canta entre estática oh, tainted love, tainted love. jack se remueve en el neumático pintado con spray que le robaron al bosque, al lado del coche volcado, oxidado, devorado por las plantas (esto es todo mío, dice el bosque. tú me destrozas y yo me quedo contigo. jack piensa en cómo el bosque también suena un poco como el fondo del hańcza). jack se remueve de nuevo, incómodo. le dice al rosal amarillo,
— un cementerio, tío. estás en todos lados.
quema las lágrimas en papel y plantas secas mientras se hace creer que es ira. le escupe a los demás que no sabe de quién están hablando. amor, no lo conozco. los pájaros se ríen entre graznidos, la rosa más vieja se burla. ira, cielo, no la conoces como yo.
el aire mojado le cae por la garganta. no deberías haber vuelto, jack. este jardín es mío. jack se marea, mira alrededor y clava la mirada, frunce el ceño.
— lo planté yo —le gruñe al cerezo, dando flores aun con el tronco partido, y cree que le responde:
— pero yo lo hice florecer.
los pétalos que se desprenden a su lado, oro llorado, se mueren de la risa. la nueva rosa, el sol del jardín, se estira hacia el humo del cigarro: no me has arruinado. sigo aquí.