💭⨾ spring is coming. ❞

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── ¿Qué le dijo?
── "Te odio".
── Ya sé que me odias, pero quiero saber qué le dijo.
── ¡LE DIJO "TE ODIO"!

HyungWon perdió la poca paciencia que le quedaba. Y como si eso fuera poco, KiHyun los escuchó.

El peli-miel, a punto de volver a besar a HyunWoo, se dió la vuelta al notar voces familiares provenientes de un arbusto cercano.

Con sus mejillas rojas por la vergüenza, una mirada llena de furia y un escalofrío extraño que recorría toda su anatomía, descubrió bajo su nariz a sus dos "amigos" indebidamente espiando su cita. KiHyun estaba confundido. ¿Qué demonios hacían ellos dos ahí? No no, aún más confuso, ¿por qué tan escasa la distancia entre ellos? ¿Qué a Min no le gustaba JooHeon?

── ¿Que a ti no te gustaba Joo-

MinHyuk se apresuró a callarlo antes de que continuara o siquiera acabara su pregunta.

── ¿Chuu? MinHyuk... ¿te gusta Chuu?
── No. No es Chuu, no importa.
KiHyun interrumpió. - ¿Y ustedes qué hacen aquí?
── Te vimos entrando al auto primitivo de HyunWoo, entonces tuve la idea de seguirlos. Min me quiso acompañar.
── ¿Ustedes son idiotas? ── ahora era a Min a quien se le acababa la paciencia, mientras que KiHyun rezaba porque Woo no se percatase de lo que sucedía.
── Si, pero al menos no me gusta Chuu.
── Cállate, "Kyunnie".

Los dos espías secretos / interruptores de citas / metiches se peleaban por ver quién delataba peor al otro. Si, a MinHyuk le gustaba JooHeon y a HyungWon, un tal ChangKyun. KiHyun no sabía cómo reaccionar o como pedirles que se fueran, y no, con violencia no se las arreglaría bien.

── Chicos. ── fingió una sonrisa dulce.
── ¿Pueden irse? ── Min y HyungWon se callaron, miraron al peli-miel con un semblante serio como si les estuviese pidiendo algo imposible.

Irregularmente, ambos mencionados se pararon de su lugar de la forma más sigilosa en lo posible. Sintieron un poco de empatía por KiHyun por primera vez en sus vidas. De camino al auto en el cual llegaron, HyungWon le contaba a MinHyuk:

── KiHyun me debe un helado.

Claramente HyunWoo notó la escenita que se armaron ellos tres a unos metros detrás de su actual posición. Existía eso, y después venía cualquier cosa que le pudiera causar gracia al moreno. Es que KiHyun le parecía una ternura, y verlo enojado era lo más adorable que podría existir. Y cuando él volvió a su lado, no pudo evitar mencionar lo tierno que sea veía cuando se avergonzaba. Y para fortuna del pequeñito, su cita continuó bien.

Y si se lo preguntan, pues si. El resto de la noche fue mágica. Pareciese que el Sol jamás iba a aparecer, pues la estaban pasando tan bien que creían que aquella estrella previamente mencionada, se ocultaba por ellos, porque la Luna aún quería ser testigo de lo que decían o hacían. Todo era perfecto. En esos momentos la vida de KiHyun tomaba sentido a pesar de que no fuese tan aburrida últimamente.

‹ Mi vida es rosa. › pensó KiHyun.

Eventualmente las caricias de HyunWoo llevaban al peli-miel hacia recuerdos viejos, de hace aproximadamente una década atrás. Aquellos escalofríos eran tan característicos de esa época, tanto que le hacían recordar demasiado a alguien con quien ya había estado previamente. Pero no había forma de que esa persona fuera él.

KiHyun se sentía bendecido ciegamente por tener a su lado a alguien a quien no creía merecer.
Mientras tanto, HyunWoo sentía mariposas en su estómago. Si, suena cliché, pero es lo más acercado a la realidad. Quería pasar el resto de su vida junto con KiHyun, quería hacerlo sumamente feliz. Quería que volvieran a tener diez y once años, de nuevo.

Los ojos del peli-miel brillaban a la par, e incluso más que la luz de la Luna. ¿Conocen aquel brillo, aquel sentimiento que se tiene cuando sabes que estás con la persona indicada? Bueno, eso era lo que KiHyun sentía ahora, y lo que había sentido a sus diez años.

── HyunWoo, eres una hermosa obra de arte.

En un abrir y cerrar de ojos, había amanecido, y ahí permanecían ellos dos, admirando toda la ciudad desde encima de ella con la increíble vista que el monte escondido de Seúl les otorgaba, un lugar desconocido para muchos, pero bien utilizado por quienes si sabían de su existencia.

El Sol salió de su escondrijo después de doce largas horas de oscuridad. Oscuridad y algo más.
Las pequeñas manos de KiHyun posaban tiernamente sobre las de HyunWoo, casi encastradas. Ambos sentían algo de sueño, pero aún no querían irse por más que pudieran verse más tarde el mismo día.
La cabeza del menor cayó muy suave sobre hombro de Woo. Ahí es cuando él entendió que no había más lugar en el que quisiera estar que ahí; al lado de HyunWoo.

Después de la noche más hermosa de sus vidas, era hora de volver a sus rutinas diarias... o no.

KiHyun remangó un poco su suéter para ver su reloj de pulsera. Eran las 7:30. Había algo distinto aquella mañana.

Amanecía más temprano, la Primavera se acercaba.

⭓ ࣪ ˖ 𝗹𝗮 𝘃𝗶᪶𝗲'𝗲𝗻 𝗿𝗼̷ิ𝘀𝗲 ٫٫ 𝗌꯭𝗁𝗈꯭໋𝗐꯭𝗄𝗂 𓄹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora