¿Seguimos siendo los mismos?

"¿Amigos?"

Tras terminar el período de mudanza y una vez instalados los padres del pequeño Kim decidieron inscribirlo en el colegio a donde iba Jungkook.

Era su primer día de clases, pero Ha-Yun y Jong-Su no tenían preocupación de que las clases estuviesen en marcha  pues realmente se trataba del preescolar no es que sea una gran responsabilidad.

Además, iba a estar con Kookie y hasta donde ellos sabían los pequeñitos se llevaban bien así que tenían la certeza que el pequeño pelinegro le iba a ayudar en cualquier dificultad.

Lo que Ha-Yun y Jong-Su no sabían es que Tae no volvió a hablarle a Kookie desde aquel incidente la noche en que durmió con el pequeño Tes clara.

Al día siguiente de la noche en que Tae tuvo la pesadilla Kookie se puso a analizar como es que le había hecho la promesa del corazón a un total desconocido, según sus abuelos esa promesa era muy importante y no cualquiera podía recibirla, como dije era una tradición muy importante para la familia Jeon.

Tae había puesto de pretexto la mudanza de su casa para no ir a la casa de Kookie y al pequeño azabache le venía muy bien esa excusa pues él tampoco quería ver al pequeño tes canela.

Jungkook aún pensaba que Tae era un pequeño indefenso que no merecía tener su amistad.

Mientras que Tae pensaba que Kookie era bastante presumido.

— Bueno hijo, Hana me va a hacer el favor de llevarte al colegio y yo voy a pasar por ti y por Kookie a la salida — la madre de Tae preparaba el almuerzo que este se iba a llevar.

Se escuchó el timbre, ya todo estaba listo para el primer día de Tae y aunque no le agradaba mucho la idea de estar con aquel presumido al pelicafé le gustaba mucho ir a aprender nuevas cosas.

— ¡Que te vaya bien mi amor! ¡Mucha suerte! te amo — Dijo Ha-Yun depositando un beso en la cabecita de su pequeño hijo.

Jungkook estaba en el asiento del copiloto, para su suerte, pues no quería verle.

— súbete Tae — dijo Hana dentro de aquel vehículo.

En el camino Tae estaba en completo silencio mientras Kookie no paraba de hablar mencionadole a su madre los nuevos cómics que el señor Jeon le había llevado.

— ¿A ti no te gustan los cómics Tae? — preguntó Hana para que el pequeño niño no estuviese en completo silencio.

— Si— dijo tajante

Mientras tanto Kookie podía ver a Tae por el espejo retrovisor, para el pelinegro Tae era muy atractivo y lo tenía que reconocer, no más que él, pero al final si atractivo.

—Bien jovencitos llegamos — jungkook le dio un beso a su madre y salió del vehículo — ¡Jungkook! — su madre le gritó — cuida a Tae, suerte — Hana encendió el auto y se fue.

Tae ya se encontraba bastante nervioso, le sudaban las manos como de costumbre.

— Vamos — dijo Kookie adelantándose, caminaba tan de prisa que el menor tenía que correr para alcanzarle.

—¡Hola Kookie! — saludó un pequeño niño de ojos bastantes pequeños.

—¡Hola Kay! — Kookie respondió aquel saludo — es mi mejor amigo — volteó a ver al pequeño castaño que se encontraba a su lado casi escondido a sus espaldas.

—¿Quién es él? — Preguntó el pequeño Kay.

— Es el hijo de la mejor amiga de mamá — Kookie se acercó al oído del contrario — es un ñoño — susurro.