Promesas

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El canto de las aves me despertó. Hoy era domingo, el día en que Hoseok debía decirles a todos cuál fue su elección, a pesar de que era más que obvio su respuesta. Salí de mi antiguo cuarto y me dirigí a la habitación donde había dormido mi novio, sí, dormimos separados todo por mis padres. Ellos eran de mente abierta, pero tampoco querían oír los gemidos de su hijo y yerno en pleno acto sexual. Eran injustos, de seguro que ellos sí disfrutaron bien la noche durmiendo juntos.

Toqué suavemente la puerta de mi novio, pero al no contestarme, decidí probar si estaba sin seguro, para mi sorpresa lo estaba, así que, ingresé en ella. Ni bien puse un pie adentro, me asombré con la bella imagen de un ángel durmiendo tan pacíficamente. Quería atesorar este momento, y sin más le tomé una foto. ¡Agradezco tanto tenerlo a mi lado! ¡Agradezco que haya escogido a este muchacho que lo único que le ofrecía era cambiar de rol! ¡Agradezco a tus padres por haberte procreado!

— ¿Te vas a quedar ahí parado? —Su linda voz me asustó. Se había despertado.

— ¿Me extrañaste en la noche? —Pregunté mientras le daba un beso en la frente.

Obvio, por algo dejé la puerta sin seguro. Quería que a mitad de la noche entres y me hagas volar. —Sus ojos de recién despertado, se transformaron a unos llenos de hambruna, hambruna de mí.

Me puse encima de él y le comencé a besar en el cuello, un gemidito se escapó de sus majestuosos labios. Quería volar, le iba a hacer volar. Mis manos se dirigieron abajo, tomé su miembro viril y le comencé a masajear. Tal vez era malo para el sexo oral, pero me había graduado como experto de hacer pajas.

— ¡Oh, sí, Jin! —Sus manos me tomaron de la cara y me atraparon en un beso demandante. Mi lengua comenzó a juguetear con la suya y él se estaba derritiendo con la suavidad de mis manos masajeando sus testículos. Su cuerpo me rogaba por más, y yo estaba dispuesto en dejarle sin un mes de poder bailar.

Cuando sentí que se iba a venir, quité mi mano y la suplanté por mi boca, la cual recibió gustosamente su semen, cuyo sabor era como un manjar hecho por los mismísimos dioses. — ¡Qué imagen más sexy! —Comentó mi novio y yo no pude evitar sonrojarme. Se sentó y me besó nuevamente, esta vez parecía como si él quisiera eliminar alguna sobra de su semilla que pudiese haber quedado en mi boca, y eso me puso demasiado caliente.

—Quiero entrar a mi hogar. —Le susurré con la voz más seductora que tenía, y él se mordió levemente su labio inferior.

—Pues entonces mete la llave.

Me lancé encima suyo listo para cumplir con lo que ambos queríamos, pero justo en ese preciso momento, la Sr. Lee entró a la habitación para decirnos que mis padres nos esperaban para el desayuno. Me quise jalar los pelos por la frustración que tenía, pero tuve que poner buena cara e ir a saludar a mis padres.

Mi madre me susurró en el oído —: En esta casa nada de sexo, ni hoy, ni nunca. —Sonrió al final, y sinceramente me dieron ganas de contarle que en su sofá favorito tuve mi primera vez con mi mejor amigo del colegio, pero obviamente me contuve, no quería morir tan joven.

Mi padre también me susurró algo, pero fue completamente distinto a lo de mi madre. —: Con adrenalina todo es mejor. Recuerdo cuando tu madre y yo lo hicimos en una de las aulas de tu escuela, fue tan épico. —La cara de espanto total que puse, le dio gracia a mi padre, quien a escondidas me dio un condón y se fue a sentar. ¡¿Qué carajos pasó?!

Al terminar el desayuno, decidimos volver al departamento, era hora de la verdad. Al entrar al estacionamiento, me encontré con la sorpresa de que Jungkook estaba ahí, al parecer recién se había despertado porque estaba algo desarreglado. Cuando él me miró supe que algo malo iba a suceder. Lamentablemente no me equivoqué.

PASIVA Y PASIVA NO. (Jinhope) (BTS X Jin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora