Coffee cup.

Capítulo 10

━Pensé que no llegarías nunca━dijo Abi cuando entré por la puerta principal, pero al verme mejor cambió su expresión━. Oh, mierda Allison.

━Lo siento, de verdad. Algo tiene él…━pero no terminé la oración.

Me apoyé sobre la puerta y cerré los ojos. Me limpié una lágrima que iba cayendo por mi mejilla hasta mis labios.

━¿Qué ha pasado?

━Hoy cumplimos siete meses━le dije━. Siete malditos meses.

Eliot, dime qué tan infeliz necesitaba ser para que tú fueras feliz.

Qué necesidad había de sufrir. ¿Cuál? No entiendo tu propósito manera de quererme. O de la forma que fingías quererme.

De cualquier forma, gracias.

━No me digas que lo has perdonado━se llevó una mano a la frente y suspiró con desespero━. ¡Por dios!

━No ha hecho nada malo━pero lo pensé mejor━. Creo.

━Parece que no estuviste en la fiesta de ayer━gruñó━. Bien, Allison, creo que no tienes remedio. Estás perdida. Caminas justo a la boca del lobo, y ya no pienso salvarte.

━¡Abi! ━Exclamé intentando no llorar━. ¿Qué haces? No te entiendo.

━Yo tampoco━rodó los ojos y se levantó del sofá con sus cosas en la mano, los zapatos igual los llevaba colgando de un dedo━. En la madrugada no te soportabas ni tú misma. ¿Lo recuerdas? Lo primero que hiciste fue llegar a llorar y ahora resulta que vuelves con él y se reconcilian. ¿Qué te ha dicho?

━Había decorado su habitación para nosotros━no pude evitar que mis mejillas se sonrojaran. Era nuestro, Eliot, pero tuve qué decirle━. Siete meses. Según esto… Le había pedido a Chelsea que me distrajera para que él terminara de arreglar todo.

━Ajá━se rio━. No puedes ser tan tonta. ¿Y tú le creíste?

Sonaba increíble, ¿te das cuenta?

Pero seguí confiando en ti, y ni siquiera mi mejor amiga me creía. Era como si todo el mundo hubiera conspirado contra nosotros, pero en realidad tú conspiraste contra mí. Y lo hacías cada vez que podías, porque sabías el enorme y extraño efecto que en mí causabas.

Lo aprovechaste y ni siquiera me di cuenta. 

━Pues sí━respondí.

━Allá tú━suspiró y se acercó a la puerta. La abrió, y se salió sin decirme nada.

Sabía lo muy enojada que estaba.

Y ahora la entiendo. Yo también me hubiera molestado mucho si ella estaba pasando por lo mismo que yo. Pero ella no tenía un novio como tú, Eliot.

Un novio tan patético e imbécil como tú.

Me tiré en el sofá por un rato y después me levanté para desayunar algo más.

¿Alguna vez te dije que si no como nada en diez horas me desmayo? Bueno, si no te lo dije ya lo sabes. Tengo hipoglucemia. 

Fui a la cocina. Saqué la taza que me habías comprado del estante que tenía enfrente y preparé café en la cafetera.

Presioné el botón de la contestadora del teléfono y tenía un mensaje.

Tú, obvio.

“¿Podría pasar por ti más tarde? Te encantará, nena. Tengo una reservación. A que no adivinas en dónde es.

Te quiero.”

No se supone que debería haber pasado eso, pero mis ojos se iluminaron y una sonrisa demasiado estúpida apareció en mi rostro.

No quería que eso pasara. Pero pasó porque estaba muy enamorada y me traías prácticamente volando en una nube. Pero muy pronto esa nube chocaría con otra llena de agua y caerían rayos y truenos.

Rayos y truenos sobre nuestra relación.

Horas más tarde.

Habías pasado por mí y me llevaste en tu auto a un lugar que en realidad sí esperaba que me llevaras. ¿Lo recuerdas?

━Mucha leche y dos de azucar━te recordé, sonriendo.

━Lo sé, no se me ha olvidado━dijiste━. Ya vuelvo.

Tres. Dos. Uno.

Todo se me vino abajo cuando vi entrar a una chica hermosa a la cafetería.

Ya la reconocía de la noche anterior. ¿Sabes quién era? Sí, era Chelsea. Joder.

Bajé la cabeza y me rasqué la nuca para que no me reconociera.

De pronto escuché risas del otro lado de la tienda y te vi platicando con ella. Y no te dije nada.

Debí haberme ido como el primer día. Aunque no sé todavía por qué no lo hice. ¿Por qué? Sigo preguntándomelo.

Mierda, Eliot. Es increíble lo muy rápido que arruinas las cosas.

Vi el mapa de Brasil que seguía sobre la mesa como el día en que nos conocimos en persona. Pero ya no lo veía igual.

Tenía los mismos colores y la misma orilla arrugada, pero algo había diferente. No sé qué fue.

Te acercaste a nuestra mesa (sin Chelsea junto a ti) y dejaste ambos vasos de café sobre la madera.

━No pienses mal, Alli━me sonreíste y te sentaste frente a mí━. Ella sólo vino por café.

━Sí, claro. Qué casualidad━fingí que no me importaba, pero estaba echando humo por las orejas.

━Mira, no actúes de esa forma, ¿vale? Ya pasó. Además, tú ayer me hiciste lo mismo. 

━¿De qué hablas? ━Pregunté alzando las cejas.

━Ese chico estúpido con el que estabas bailando━le diste un trago al café━. De eso hablo. 

━No te lo restregué en la cara━giré el vaso entre mis manos para recuperar un poco de calor.

Pero luego lo recordé.

━Sí, lo hiciste━murmuraste━. Pero bueno, te he perdonado. ¿Me has perdonado a mí?

━No por ahora.

━¿Es en serio? ━Reíste.

━Abi se ha molestado muchísimo conmigo━gruñí━. ¿Crees que tenga razón?

━Te saliste de las líneas del tema, Alli━diste otro sorbo━. Estábamos hablando de nosotros y ahora hablas de tu amiga.

━También es importante.

━Lo sé. Quiero saber si es en serio que todavía estás pensando en perdonarme.

━Sí. Es en serio. Ahora respóndeme━te pedí━. O bueno, ayúdame a saber si ella tiene razón.

━Te diría que no, pero no sé. Es que ella me odia.

━No tenía ni idea.

Terminamos nuestros cafés y los dejamos en la mesa, satisfechos.

No tenía ni siquiera ganas de hablar contigo. Todo se me había esfumado en cuando vi entrar a esa tipa otra vez.

Y pensé en que pudo salir de la cafetería, pero no pudo salir de tu vida.

No quiero ser esa clase de chica, pero tengo qué preguntarte esto: ¿Qué tiene ella que no tenga yo?

¡Dime! No sé para qué estudié si claramente te gustan las imbéciles.