Narra Zayn:
Llegue a la escuela apresurado ya que era un poco tarde y aun buscaría a Ashley para preguntar donde estuvo anoche.
Justo la vi a lo lejos caminando por el pasillo y la alcance para hacerle compañía y preguntarle.
-Ash –Le hablé.
- Amor –Dijo, al tenerme ya enfrente y me dio un beso en los labios.
- ¿Dónde estuviste anoche? –Pregunte caminando al lado de ella.
- En mi casa –respondió. Me estaba mintiendo.
- Fui a buscarte y tu padre me dijo que estabas en casa de ___ –Espete.
- Bueno, si, fui a verla –Pude notar su nerviosismo ante su voz.
- Fui a verte ahí también –Divise a ___ a lo lejos, pero no le di importancia en lo más mínimo.
- ¡Zayn! –Chillo.- Deja de buscarme por todas partes, ¿piensas que te engaño? –Negué.
- No, pero ¿Por qué mientes? –pregunte.
- No miento –contesto.
- Sí, a tu padre, a mi –Dije, realmente enojado.
- ¿Sabes? No creo que siga funcionando lo nuestro, me estas hartando y todo lo estas mandando al caño –Gritó, obteniendo la mirada de los que pasaban.
- ¿Ósea yo? –Dije irónico.- No sabes que, haz lo que quieras ¿vale?
Camine más rápido alejándome de ahí e ir a mis clases, ¡no se qué mierda le pasaba!
Recordé que aun le debía dinero a ___, así que cuando termino la primera clase fui en busca de ella para darle su dinero.
La continuación de las clases pasaron aburridas y esta vez no me quede hasta tarde porque estaba enojado con Ashley.
Narra ____:
-¡Harry! ¡Harry! ¡Harry! –Le grité al verlo a la salida.
Corrí hasta donde él estaba, se dio la vuelta y me miro confundido.
-¿Qué pasa? –Pregunto, cuando ya estaba cerca de él.
- Necesito un gato –Le dije, conteniendo la respiración ya que había corrido.
- ¿Un gato? –Asentí.- ¿De dónde quieres que saque un gato?
- Enserio, lo necesito a-ho-ra –respondí.
- Podrías pedirle uno a Liam –Se encogió de hombros, se dio la media vuelta y siguió su camino dejándome parada sin esperar a que dijera algo.
¿Qué carajo le pasaba?
*
Llegue a casa abrumada de tanto pensar de donde traería a un gato. Debía darme por vencida, Liam podría venir en cualquier momento y no me daría tiempo.
Avente mi bolso por un lado y me tire en el sofá.
Me quede viendo un rato televisión. El timbre comenzó a sonar y ahí comenzó mi nerviosismo, era Liam. No podía ser otra persona, me refiero ¿Quién vendría a buscarme? Harry, tal vez. Pero al parecer estaba enojado conmigo.
Me levante y me dirigí a la puerta, pensé unos segundos antes de abrir y encontrarme con él. Tenía sus manos en sus bolsillos y se mecía en puntitas hacia adelante y atrás.
-Hola –Saludo en cuanto me miro.
- … Hola –conteste.
- ¿Cómo te va? –Pregunto sonriendo.
- Ahm, bien… ¿A ti? –Pregunte.
- Igual… ¿Puedo ver a tu gato? Duke, ¿cierto? –Pregunto, justo lo que menos quería que preguntara.
¿Qué le diría ahora? ¿La verdad? Pues, no me quedaba de otra.
-Ah, eso… murió –Solté sin saber lo que decía.
- ¿Ah? –Dijo confundido.
- Si, murió Liam
Se incorporo un silencio incomodo, para mí. Después de unos minutos hablo.
-Vaya que gusta mentir –rió irónico.
- ¿Ah? –Fruncí el seño.
- Sí. Ya sé que no tienes un gato –Afirmo.
- ¿De qué hablas? Si tengo uno –Trate de insistir.
Rió por lo bajo.- Creí que había muerto.
-¿Por qué haces esto? –pregunte.
- Quería saber hasta dónde podías llegar a mentir –contesto.
- Ahora que ya sabes puedes largarte, no quiero tu lastima –Dije entre dientes impidiendo romper en llanto.
- Solo quiero ayudarte –Dijo en forma de suplica.
- Pero yo no quiero que me ayudes, solo no lo intentes, no la quiero. Y si lo haces juro dejar de hablarte –Dije, dejando escapar una lagrima.
- ¿Valdrá la pena? –pregunto.
- ¿Qué?
- El intentar ayudarte y que me dejes de hablar –Explico.
- No… –Interrumpió.
- Lo intentaré, creo que si no lo intento, nunca lo sabré –Dijo mientras se encogía de hombros.- No se qué vivas, no sé qué sientas, pero si tú me permites saberlo prometo no lastimarte
- No me prometas nada –Musite audible.
- Mírate –Tomo una de mis manos.- Por favor, mírate un instante y analiza todo lo que estas haciendo.
- Me odio… –Susurré.
- No digas eso –Sentí sus brazos rodearme.
- Por favor vete –Me separé de él.
- Pero… –Lo interrumpí.
- Vete –Musite.
- De acuerdo, me iré. Pero no voy a dejarte en paz, por más que me lo pidas –Aseguro.
No dije nada, ni él. Se dio la vuelta y se fue de ahí. Entre a mi casa y cerré la puerta para luego romper en llanto.
Él ya lo sabía. Solo me estaba probando.