Luhan se pregunta si cada vez que ve a Sehun sigue buscando a su mejor amigo, ese chico con quien solía jugar cartas o quien le enseñaba ajedrez, con quien pasaba los fines de semana viendo películas mientras comían chatarra, quien tomaba su mano a veces cuando caminaban de regreso a casa...quien le sonreía y con el simple hecho de hacerlo calentaba su corazón.
Sehun está ahí, lo veía todos los días, pero a veces Luhan es incapaz de reconocerlo.
—¿Qué ocurre? —pregunta el pelinegro mirándolo.
El color claro de sus ojos que antes reflejaba un cielo despejado, ahora siempre parece que lucha contra una tormenta.
—Nada en especial— dice cantando y al final finge una sonrisa.
Su amigo vuelve la vista a lo que está haciendo acostado en su cama y aunque Luhan intenta hacer lo mismo, sus pensamientos comienzan a divagar conforme ve las letras de su libro. Hacía días, mejor dicho, meses que ambos la pasan fingiendo que son los mejores amigos de siempre.
Luhan se ha olvidado de sí mismo, se ha perdido en algún lugar y aunque sigue pensando que Sehun puede encontrarlo, se ha topado con algo quizá peor: las fracturas de Sehun son más profundas que las suyas.
A diferencias de él, Luhan siempre ha sido estúpido, se alimenta con falsas esperanzas y trata de creer que todo va a estar bien pronto. En sus últimos años de preparatoria experimentó una serie de sucesos catastróficos, él es tímido e inseguro y aquello sólo lo volvió más vulnerable.
Nada puede ir peor cuando a los catorce años su familia -que había emigrado a Corea- decide retornar a su país de origen sin darle explicaciones; en consecuencia, debe dejar la casa donde creció, su escuela, sus amigos...a Sehun. Nada excepto que a eso le siga la muerte de su mascota y una pelea familiar que trajo como consecuencia que su hermano Yixing se fuera de casa.
Ellos eran pilares importantes en su vida y que lentamente se fueran derrumbando, lo dejaba soportando todo el peso, uno que no se creía capaz de soportar por su cuenta. Luhan se hizo pequeño y frágil, el mundo que lo rodeaba era enorme, lo asfixiaba y le daba la sensación de que estaba siendo devorado.
No existe peor sensación que la de sombras arrastrándote, que sentir manos invisibles que tiran de tu cuerpo para impedir que te levantes.
Luhan necesita un incentivo, uno que creía encontrar esa ocasión que descubrió a Sehun frente a su casa en Beijing. Al principio pensó que estaba soñando porque en realidad tenía tiempo que ambos perdieron contacto a través de correos electrónicos o llamadas telefónicas. Aún se le humedecen los ojos al recordar que el corazón casi se le salía del pecho por la abrumadora felicidad.
Sehun lucía igual de sorprendido, como si esperara no encontrarlo.
Ambos se fundieron en un solo cuerpo cuando el chino se acercó con pasos torpes para abrazarlo.
—Ven conmigo a Seúl —la voz de Sehun era ronca y sus ojos parecían algo vacíos.
Luhan debió darse cuenta desde ese instante que ya no era el mismo.
Sus padres apenas accedieron a dejar que cursara la universidad en Seúl, no obstante, luego de lo que sucedió con Yixing, temían que Luhan tampoco fuese a regresar a casa jamás.
Él nunca ha presionado a Sehun para hablar sobre el tiempo que no estaban juntos, supone que lo hará cuando ambos estén listos, dado que Luhan también necesita un desahogo. Si se trata de Sehun, Luhan lo esperara todo lo que sea necesario.
Le costó trabajo adaptarse en su primer semestre al nuevo Sehun, pues a pesar de que conservaba algunos rasgos de los que recordaba, había otras facetas distintas que jamás había visto. Por ejemplo, hay ocasiones en las que después de clases, la habitación que comparten huele a cigarrillos, alcohol y algo más.
... Sexo.
Le susurra una voz en la cabeza.
Encontrar a Sehun echado en la litera, leyendo un libro como si nada, duele. Siempre desde la primera ocasión que descubrió lo que hacía. Después de todo Luhan lo quiere sin saber cómo o cuándo ha ocurrido, en ese momento sólo le queda soportarlo pues no desea arruinar los años de amistad por un sentimiento tan etéreo como el amor.
Ya que amar no siempre implica ser feliz.
—¿Quieres ir a comer fuera? —pregunta Sehun desde su lugar, el aludido lo piensa por un segundo y termina cerrando su cuaderno mientras busca una chaqueta. Antes de salir Luhan se coloca una gorra negra sobre su cabeza, puesto que aún permanece con el cabello rubio y no será hasta el fin de semana cuando su amigo Minseok le ayude a regresar a su tono natural.
Por desgracia o por fortuna, con el cambio de imagen ha conseguido que personas de su facultad lo reconozcan, lo inviten a salir o le hablen cuando lo vean. No era el efecto que esperaba ni mucho menos de la persona que quería.
Mientras bajan del edificio se encuentran con chicos en los pasillos que los saludan mientras pasan, aunque en realidad las palabras cordiales se dirigen a Luhan considerando que Sehun ni siquiera los voltea a ver. Muchos no se pueden hacer a la idea de que alguien tan amable como lo es el chino sea amigo de Oh Sehun.
Es un maldito engreído.
Es porque su familia tiene dinero.
Escuche que sus padres están divorciados.
Yo leí hace tiempo que su papá engañó a su madre...
Luhan conoce a Sehun o piensa que lo conoce, nunca lo ha visto enojado o reaccionar ante ese tipo de comentarios que sabe, puede escuchar. Él tampoco está al tanto de la versión de los hechos y no tiene intención en preguntar debido a que es un tema delicado.
Eso no cambia el hecho de que lo hace sentirse triste y preocupado, por eso mientras ambos caminan entrelaza su brazo con el de Sehun y lo obliga a andar a prisa. El más alto continúa con su rostro inexpresivo mirando hacia enfrente, de pronto el chino comienza a hablar sobre algo gracioso que le ha pasado esa mañana en una de sus clases.
A Sehun en realidad no le parece interesante, pero la forma en como Luhan exagera algunas situaciones, el modo en que sus labios se abultan mientras habla, en que su nariz y su frente se arrugan para formar muecas y en que sus ojos marrones brillan, logran mantenerlo alejado de las voces que siempre ha escuchado a su alrededor.
Luhan es su silenciador.
Lo juzgan, él lo sabe, mas no le importa. Hay parte de verdad y algunas cosas son mentira. Sehun se ha peleado con muchas personas y está cansado, ahora sólo deja que hablen y hablen hasta que se cansen, hasta que no tengan que decir sobre él, hasta que se aburran de contar la misma historia, de decir lo mismo...no le interesa, ha dejado de hacerlo desde hace tiempo.
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Enigmatic [HunHan]
FanficOh Sehun, estudiante universitario, era semejante a un muñeco de cerámica. «Frío y vacío» En cambio Xiao Luhan, su mejor amigo, era como uno de trapo. «Sumiso y manipulable» Ahora el tiempo de este año corría apresuradamente e iba descubriend...