3: Cuando Peggy no esté.

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Pasó una semana y apenas habían podido contactar a Scott, fueron a verlo a su casa.

—hola chicos, me alegra tanto verlos, de verdad, pasen —se hizo a un lado y ambos entraron.

Cerró la puerta y pasaron a sentarse en la sala.

—Scott necesitamos tu ayuda —fue ella quien habló.

Antman, quien apenas iba a tomar agua se detuvo y alejó él vaso de sus labios.

—¿que pasa? —se preocupó.

—Necesitamos... Ammm, bueno, Nat quiere viajar en el tiempo y tu puedes ayudarnos con eso —dijo Bruce.

Esta vez si bebió de su agua y luego de haberla ingerido asintió varias veces.

—¿para qué o qué? —preguntó confuso mientras cruzaba los brazos.

—ella quiere ver a Steve —indicó como si nada el hombre verde.

Lang analizó las cosas un momento, su mirada iba de aquí a allá y muchas veces se posaba en Nat, la cual hizo una mueca.

—ajá. Oh vaya... Ya comprendo. ¡Ella esta enamorada de el capitán! Y es por eso que quiere verlo ¿ah? —dijo Scott apuntando a Bruce. Lucía orgulloso por su descubrimiento.

—si que si amigo —respondió riendo.

Ella los miró incrédula, hablaban como si no estuviera presente. Se llevó una mano a la frente y dio un pequeño golpe. Si eso salia bien, seria un milagro.

—hey Bruce, eso era un secreto —dijo obvia. Tan solo le faltó decir "duh".

Bruce se sobresaltó y habló mientras hacia asentimientos de cabeza.

—oh si, lo siento. No, ella no está enamorada de él.

Nat negó sonriendo.

—eso no importa, lo que importa es ¿puedes ayudarme? —se inclinó hacia adelante con mirada suplicante.

Él chico pareció pensarlo y respondió.

—Claro que si chicos, seré como cupido —rió.

—No iré a juntarme con él, solo iré a  despedirme —dijo ella.

—Bueno bueno, cuenten conmigo, ustedes encarguense de acordar él día y la hora y esas cosas y mañana estaré en el complejo con las partículas Pym necesarias —irradiaba energía hasta por los codos.

Nat sonrió agradecida. Luego de un rato de plática y bromas sobre Scott y los tacos, se despidieron y Bruce y Nat fueron al complejo.

Al llegar, comieron algo y luego conversaron un buen rato. Por la puerta entró corriendo la pequeña Morgan.

—¡tia Nat! —saludó a gritos.

Natasha rió y la cargó en brazos mientras le daba un beso en la mejilla.

—Hola hermosa ¿como estas? —la bajó de nuevo.

—yo bien tía, ¿y tu? —preguntó la pequeña tambaleándose sobre sus pies.

—igual estoy bien —miró a pepper que iba llegando —hola Pepps.

—Hola Nat —saludó la madre de la niña —Morgan quería venir un rato, dijo que Wanda la enseñaría a hacer trenzas.

—¿como está la niña mas hermosa del mundo? —entró gritando la mencionada.

Cargó a morgan y se posicionó junto a Bucky, quien las miraba con ternura.
Nat no pudo evitar imaginarlos como una familia, y sonrió.

—oye ¿podemos hablar de lo que dijo Scott? —susurró la espía a Hulk.

—claro —dijo él.

Se levantaron de su lugar y fueron afuera.

—tengo la fecha en la que deberías ir. También la hora, mmm, espero que en esta hora sea cuando Peggy no esté. Me imagino que querrás estar solo con Steve ¿no?

—si Bruce. Gracias —lo abrazó.

Él sonrió y devolvió el abrazo.

—No tienes nada que agradecer Nat, somos familia y la familia se ayuda en todo —dijo él.

Despedirse bien. Romanogers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora