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fetiche número uno:
el traje
mark tenía que admitirlo, se calentaba demasiado cuando john usaba su traje de trabajo. verlo con unos pantalones a su medida y su camisa fajada y aquel saco que lo hacía lucir más varonil.
es por eso que no se resistió cuando entró al despacho del contrario y lo vio en su escritorio reposando en su silla con los ojos cerrados y ahora estaba restregando su trasero en una ya erección del mayor.
dios, ese traje hacía que luciera tan bien, que cuando john se quitó el saco, abrió su pantalón dejando ver su bóxer con su erección y recostó al menor en su escritorio no pudo evitar soltar un gemido solo por la imagen que tenía frente a él. mark estiró su mano para alcanzar la erección de john y masajearla haciendo que el mayor soltara pequeños gruñidos.
—sácala— ordenó john
y tal como ordenó, mark sacó el pene del mayor y comenzó a masturbalo. john le bajó los pantalones y la ropa interior a mark y sin preparación alguna metió un dedo en su entrada.
—¡a-ah!—gimió el chico tanto de dolor como de placer
al cabo de un rato ya tenía dos dedos y de pronto tres. los movía con tanta habilidad que era imposible no retorcerse del placer que inundaba su cuerpo. john sacó sus dedos y cargó al menor a su silla donde lo sentó en sus piernas y juntó sus erecciones, mark se movía restregándolas y tocando los testículos del mayor.
john colocó su miembro en la entrada del menor y mojó la punta con sus dedos después de que los chupara el menor. al entrar, mark sintió una oleada de calor, john a este punto seguía con su traje puesto y eso calentaba aún más a mark.
mark saltaba soltando pequeños "ah" y john lo tomaba de las caderas para hacerlo parar y esta vez el sentarlo en en escritorio de nuevo y embestirlo de manera fuerte, una a una embestida iba acompañada de gemidos y gruñidos.
—¡ah, ah, ah!— los gemidos de mark se hacían agudos y se le iba la respiración
miró a john que estaba penetrándolo con fuerza mientras veía el como su miembro entraba y salía de la entrada de mark con el ceño fruncido. mark vio cómo se veía con el sudor en la frente y las mangas de su camisa arremangadas, después miró su camisa medio fajada y como se veía ahí abajo cuando lo embestía y eso colmó todo.
—¡demonios john! ¡ah, sí!— john tomó la erección del menor y la bombeó. mark ya era un mar de gemidos. se movía hacia al frente para que entrara más, quería más cada vez.
—¡mierda, si!— mark había vuelto a ver a john con su traje embistiéndolo y ya no pudo, se había corrido y arqueó la espalda— ¡ah, sigue!
john siguió embistiendo con fuerza para después sacar su miembro y juntarlo con el de mark y restregándolo haciéndose venir.
mark se sentó y fue inevitable para el tocar lo que pudo de john con su traje, tocaba su espalda, sus fuertes brazos, sus caderas y dijo: —ponte más seguido este traje.
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