Capítulo 5: El reencuentro

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Me giré y me percaté de que aquella persona era mi madre. No entendía que hacía ella allí y mucho menos entendía porque había vuelto después de lo del otro día, necesitaba decirle tantas cosas y echarle en cara todo el daño que me había causado durante tantos años pero no me sentía con fuerzas como para hacerlo.
-¿Qué haces tú aquí? - conseguí decir.
-Verás Sashka, he de contarte algo. Esta mañana he recibido una visita de Manuel y me ha dicho que se marchaba y que quería que yo me ocupase de ti ya que iba a ser lo mejor para ti y tu futuro, también me dijo que tú no ibas a ceder asique me dio esta carta para ti.
Le arrebaté la carta de las manos y comencé a leer:
"Sashka cariño, siento mucho tener que dejarte así pero me he dado cuenta de que es la única manera en la que tú ibas a querer irte de aquí. No quiero que pases el resto de tu vida en este pueblo, necesitas conocer mundo y sobre todo conocerte a ti misma, por ello considero que lo recomendable es que te vayas a vivir con Ana, tú madre y que recupereis el tiempo perdido. Además te prometo que pronto nos volveremos a ver y quiero que sepas que voy a estar bien asique no te preocupes por mí. Te quiero mucho pequeña"
Lloré desconsoladamente, no podía creer lo que estaba pasando, mi abuelo, la única persona que había estado ahí siempre, me había abandonado.
Ana intentó abrazarme pero yo la aparté bruscamente.
-¡Te odio! ¿Cómo has sido capaz de dejar que mi abuelo se marchase? No lo entiendo joder.
-Sashka yo no puedo hacer nada contra su voluntad, él me lo pidió y yo quería complacerle al menos por una vez en mi vida ya que no he hecho más que fastidiarla tanto con él como contigo por lo que te pido que vengas conmigo por favor, dame una oportunidad al menos para arreglar las cosas. Te prometo que si no estás a gusto te podrás marchar pero déjame intentarlo.
-Necesito pensarlo. Ahora no me apetece hablar contigo.
-Está bien. ¿Te recogo mañana sobre las 12?Si decides venir claro.
Asentí y me maché junto a Oksana.
-No me apetece mucho ir a la fiesta de la graduación, si quieres ve tú.
-No si yo tampoco iba a ir.
-¿Y eso?
-!Nos han invitado a una fiesta en Stanford!
-¿Quién?
-Louis - contestó sonriendo de oreja a oreja.
No me sentía con ánimos de ir a ninguna fiesta pero me apetecía mucho ver a Louis y contarle lo que había pasado.
-¿Vamos a ir en tu coche?
-Sí, pero antes tenemos que ir a recoger a Paul y a Lucas.
Llegamos a casa de Oksana donde Paul y Lucas nos esperaban.
-¡Pero que guapa estás! - exclamó Lucas mientras me daba un abrazo.
-Gracias, tú también.
-Bueno chicos, vámonos ya que nos esperan dos horas de viaje - añadió Sana.
Subimos al coche y pasamos un momento inolvidable cantando, riendo y disfrutando de cada instante como si fuese el último, ya que hacía mucho tiempo que no estábamos juntos desde que Lucas empezó a estudiar fuera.
-Por cierto Sashka, ¿has decidido ya si estudiarás en Standford?
-No lo sé aún.
-Ya sabes que puedes venir a vivir conmigo pero necesito que me avises con antelación porque sino le alquilo la habitación a otra persona.
-Sí, muchas gracias Lucas.
-No las tienes que dar boba, eres como mi hermana, por ti haría cualquier cosa.
Esas palabras me hicieron sentir mal pues le estaba ocultando un secreto horrible a mi mejor amigo pero lo que más me dolía era la actitud de Paul ya que actuaba como si nada pasara ya que estaba tranquilo y disimulaba perfectamente.
-Ya hemos llegado chicos - anunció Oksana.
-¡Menuda casa tiene nuestro hermanito! - exclamó Paul.
De repente apareció Louis vestido con un traje negro ceñido que le sentaba muy bien, estaba más guapo que nunca.
Louis y yo establecimos contacto visual y solo con una simple mirada se percató de que yo no estaba bien.
-Chicos id entrando.
-¿No vienes? - preguntó Oksana.
-No, tengo que esperar a alguien. En seguida entro.
Oksana asintió y entró con los demás en la casa.
-¿Qué te pasa?
-Mi abuelo se ha marchado, joder y... - intenté decir mientras lloraba desconsoladamente.
Louis me agarró con fuerza y me apretó contra su pecho.
-Sashka, te quiero - musitó en voz baja.
-Y yo pero no puedo seguir engañando a Sana.
-¿A qué te refieres?
En ese momento me percaté de que Louis no sabía que Sana sentía algo por el.
-No será lo que me estoy imaginando...
Asentí.
Louis se quedó anonadado pues Que tu hermanastra sienta algo por ti es algo bastante turbio y difícil de asimilar.
-Tendremos que decírselo - añadió después de unos segundos de silencio.
-Lo sé pero ahora mismo no quiero que se enfade conmigo.
-Sashka, no es tu culpa ni la mía. Nos queremos y la vida nos ha destinado a estar juntos por algún motivo y si ella realmente te quiere lo entenderá.
-No es tan fácil.
-¿Por qué?
-Tengo miedo de perderla al igual que pierdo a todo el mundo...
-A mi no me vas a perder.
Nos besamos y sentí que le quería como nunca antes había querido a nadie.
De repente escuché un ruido que procedía del interior de la casa, Louis y yo decidimos entrar para ver que ocurría.
-¡Eres un gay mentiroso y cabrón! ¿Cómo has podido hacerme esto? - le gritó Lucas a Paul.
-Lo siento, de verdad...
Divisé que en el suelo había unos cristales y supuse que habría sido Lucas quien habría roto algún cubierto.
-¡Vete a la mierda! Y tú Sashka... eres una falsa.
-¿Qué dices? - pregunté confusa.
-Sabías lo que hizo mi no... eh Paul con el tal César y no me dijiste nada.
Intenté decirle que lo sentía pero las palabras no me salían.
-Vamos a ver pero, ¿qué cojones has hecho César? - preguntó Louis.
-Me follé a Paul. Ya está ya he salido del armario, ¿eso es lo que queríais? Llamadme maricón venga, estoy hasta las narices de vosotros y de aguantaros.
-Tío, estás borracho y solo dices tonterías.
-¿Qué soy gay te parece una tontería, y tú qué? Yo al menos no sabía que Paul tenía novio pero tú...
-!Cállate capullo! - gritó Louis.
-Venga di la verdad de una maldita vez.
Louis le dio un puñetazo a César y éste se lo devolvió, intenté separarles pero a cambio me llevé un golpe en la cabeza por parte de César.
La cabeza me daba vueltas y me desmayé.

Escuché un ruido y me desperté, era Sana que estaba hablando con alguien por teléfono.
-¿Sana?
Sana se giró y vino hacia mí.
-¿Qué tal estás cariño?
-Me duele un poco la cabeza pero estoy bien, ¿podrías traerme un vaso de agua?
Sana asintió y se marchó.
La puerta se abrió a los 5 minutos pero no era ella sino Louis.
-Hola. Siento mucho lo que ha pasado.
-Ya...
-¿Te vas a quedar a dormir? Ya es tarde.
-No sé, tengo que irme con mi madre.
-¿Dónde vive tu madre?
-En Stanford pero no sé exactamente en qué parte, tengo que hablar con ella.
-Si quieres puedes quedarte y mañana te llevo.
-Aún no he preparado las maletas.
-¿Pero te vas a ir a vivir allí entonces?
-Supongo. En el pueblo ya no me queda nadie excepto Sana pero no puede depender de mí, en cambio aquí estás tú, mi madre y Lucas aunque creo que está enfadado conmigo...
-No lo está. He hablado con él y me ha dicho que simplemente había sido un arrebato del momento asique no te preocupes.
Louis se acercó a mí y me dio un abrazo.
-Voy abajo a despedir a los demás, si necesitas algo avísame.
En ese mismo instante Sana entró en la habitación esquivando a Louis para no chocarse con él y derramar el agua del vaso.
-Aquí tienes. Siento haber tardado tanto pero estaba consolando a Lucas.
-¿Cómo está?
-Bueno un poco fastidiado pero ya se le pasará, es un buen tío y ya encontrará a alguien que sepa valorarle.
-Sana tú hermano le valoraba y le quería pero no supo hacer las cosas bien.
-Si realmente quieres a una persona no le haces eso, yo he estado con un montón de tíos pero no he querido nunca a ninguno excepto a Louis y si tuviese algo con él jamás le haría daño de esa manera.

El sentimiento de culpa no hacía más que rondar por mi cabeza y más aún cuando Sana hablaba de sus sentimientos hacia Louis. Necesitaba contarle de una vez lo mío con Louis pero no quería perder su amistad o que le pasase algo por mi culpa de lo que me arrepentíria toda la vida.
-Hey, ¿estás bien? - preguntó al verme callada.
-Sí, perdona.
-¿Necesitas que me quede o me puedo ir?
-¿Te vas a ir a casa?
-Sí, mañana empiezo a trabajar en la cafetería del pueblo.
-¿Qué dices? ¿No te han concedido la beca?
-No todos podemos tener la misma suerte que tú, Sashka.
Sana se marchó con lágrimas en los ojos pero no fui capaz de retenerla ya que ignoró mis palabras.

Me desperté al escuchar el sonido de la alarma y me percaté de que Louis estaba abrazado a mí, le intenté apartar de mi con delicadeza pero se despertó.
-Buenos días preciosa - dijo dándome un beso en la mejilla.
-Siento haberte despertado.
-No te preocupes, he dormido ya bastante.
¿Te apetece desayunar?
-Sí.
-Está bien. Voy a prepararte algo, si quieres mientras puedes darte una ducha.
Asentí y me dirigí al cuarto de baño.
Me quité la ropa y me metí en la ducha.
De repente noté una mano en mi espalda acariciandome. Era Louis. Me sujetó con fuerza y me puso encima suya contra la pared, comenzó a besarme por el cuello lentamente mientras masajeaba mis pezones e introdujo sus dedos en mi vagina
moviéndolos cada vez con más y más intensidad, gemí su nombre varias veces y cuando estaba a punto de correrme me penetró con fuerza haciendo que gritase de placer.
-Te quiero - dije susurrandole al oído.
-Y yo a ti.
Salimos de la ducha y me ofreció una toalla para secarme.
-Vamos a desayunar anda.
Bajamos abajo donde estaban César y Lucas.
-Hola cariño, ¿qué tal estás? - me preguntó Lucas.
-Bien, ¿ya no estás enfadado conmigo?
-Obviamente que no, sabes que te quiero como a una hermana y no podría estar enfadado contigo más de una hora.
Le abracé con fuerza y le pedí perdón.
-¿Y cómo es que estás aquí?
-Ayer pillé un pedo increíble y Louis se ofreció a dejarme dormir aquí. Además no quería estar dos horas de viaje junto a Paul...
-¿Lo habéis dejado entonces?
-Sí, va a ser lo mejor para los dos. Le he pedido tiempo para pensar y conocer gente que lo necesito - dijo mientras le sonreía a César. Además César alomejor se convierte en mi nuevo compañero de habitación en el campus.
-Bueno chicos yo me voy a ir que tengo que estudiar para las pruebas de acceso. Luego nos vemos - añadió César.
En ese momento recordé que yo también tenía que empezar a estudiar si iba a quedarme allí en Stanford aunque la idea de dejar atrás mi antigua vida no me agradaba del todo.
-Yo también debería irme, este año me toca ser tutor en el campus y tengo que asistir a una reunión. Quien sabe alomejor me toca ser vuestro tutor - dijo entre risas.
-Serías un gran tutor - admití.
César y Lucas se despidieron y salieron por la puerta principal.
-Bueno parece que nos hemos quedado solos, ¿qué te apetece hacer?
-Pues debería volver a casa.
-Es verdad, lo olvidé, voy a hacer una llamada y enseguida nos vamos.
Al cabo de 10 minutos alguien llamó a la puerta, como Louis no había vuelto decidí ir yo, abrí la puerta y me encontré con una chica pelirroja mucho más alta que yo y con un cuerpo de modelo, me miró con seriedad y me preguntó :
-¿Está Louis?
-Sí, ¿quién eres tú?
-Su novia.

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