Bienvenida a mi cruel mundo

No eres mi tío...

(Lea)

Suspiré tranquila por primera vez en mucho tiempo. La sensación de paz que me invadió fue gratificante. Volvimos a la casa finalmente. Respiré hondo nada más llegar, el sofá me pedía a gritos que me lanzara y no tardé. Mis latidos habían vuelto, me alegraba ser "normal" otra vez.
Joph le había ordenado al resto de la guardia que permanecía a fuera que alcanzaran a los demás y custodiaran a Marcus y a Marc. Todo había acabado bastante rápido...

-Eso crees?- me preguntó Joph sentándose en el butacón de enfrente.
-sip
-Y todos los meses atrás no cuentan?- creo que está enfadado
-Amor claro que cuentan...- me senté y busqué rápidamefnte sus ojos rubíes.-solo que...finalmente ganamos.
-ganamos...-sonrió de lado.
-No irás a prisión, cierto...?
-...quién sabe...- suspiró con hastío
-Gracias...
-por?- cerró los ojos y presionó el puente de su nariz.
-Salvarme.
-No hice nada nuevo- me miró y se rió-la última cosa que permitiría en este mundo sería perderte. Eres una maldita droga, niña.
-... tú.... En serio dejarías tu reinado por mí?
-Lea, eso es obvio. Me importa mi gente pero más me importas tú.- se levantó y se sentó a mi lado pasando su brazo por encima de mi hombro- Eres todo lo que tengo, joder! me casé contigo.
-Vale...no te alteres- besé su mejilla.
Nos reímos y me abrazó.
...
Pasaron algunas semanas, y nuestro matrimonio estaba cada vez más fortalecido. No me podía quejar de lo mimada que me tenía Joph.
Estaba de compras con Maren cuando vimos de lejos a Jophes y a Stefan entrar a una joyería.

-Qué hacen ahí?- preguntó Maren enseguida apurando el paso.
-Espera...si nos acercamos nos van a sentir- le recordé tocando mi nariz
-Qué propones?- preguntó impaciente.
-mmm pues...

Cerré los ojos y me concentré. Busqué con todas mis fuerzas los pensamientos de Joph hasta dar con ellos.

-Crees que le guste?- habló mi papá
-Supongo...por lo menos a Lea le gustan las cosas plateadas.
-Me gusta más que el anillo de matrimonio sea dorado...

Me desconecté rápidamente por si Jophes se daba cuenta que lo estaba espiando.

-Y bueno?
-pues...nada...-comenté nerviosa- fueron a por un reloj, cosas de ricos...- sonreí.

Caminamos un poco más y nos sentamos en una cafetería en el centro del mercado. Pedimos unos helados en lo que la conversación andaba.

-Nunca te agradecí por todo lo que hiciste por mí en la celda...en verdad...hubiera enloquecido.
-Yo también- le brindé mi mejor sonrisa.

Llegaron los helados y el mesero nos señaló una mesa a metros de nosotras.

-Ellos pagaron vuestro pedido.

Ambas nos volteamos curiosas. Fue bastante estúpido cuando las dos suspiramos a la vez.

-Porqué no vienen para acá?- preguntó Maren algo fastidiada.
-Sé pondrán a pelear, es increíble cómo siempre que están cerca de mí se enojan y cuando andan solos nada.
-En serio?
-Sip...oye?...No has pensado convertirte?
-En vampiro?- susurró
-Sí...-afirmé sin entender su sopresa
-Pues no. Porque?
-Es que...mi papá es inmortal y...sino te conviertes vas a morir y...va a ser muy duro para él verte envejecer hasta el final.
-No lo sé Lea...Me gusta ser "normal", no me imagino de otra forma.
-Vale...- no quise insistirle más o se tornaría el tema pesado.

Su respuesta en verdad me dejó contrariada, para ella debería ser importante pasar el resto de la vida con Stefan, porqué la oferta de ser vampiro le parece rara?
Estuvimos un rato más, pero solo hablando de cocina o temas convencionales.
-Oe!- llamé a Joph desde mi mesa mientras agitaba la mano.
-ordinaria!- le dijo a mi papá pero gracias a mi condición lo pude oír.
-Monstruo!- susurré volteandome otra vez para quedar frente a Maren.
-Todo bien?
-Sí, solo un vampiro pesado- dije entre dientes.
-...Stefan me comentó que Jophes está obsesionado contigo.

Mis ojos se clavaron en los de ella, y tragué buscando una respuesta para maquillar eso.

-...Si, lo está...-terminé diciendo con rabia- Joph nunca ha tenido pareja formal y yo menos, nos dimos la oportunidad de ser más que dueño y esclava. Aunque no lo seamos ya creo que mi cerebro se sugestionó bastante, por su parte su amor por mí es enfermizo, no lo niego mas lo reprimo.
-Vaya...

De la nada dos chicos aparecieron y se sentaron en las sillas sobrantes en la mesa.

-Hola guapas!- comentó uno de ellos y pude sentir la mirada de Joph clavarse en mi espalda.
-Será mejor que se vayan- le indiqué molesta
-No seas tan borde! O acaso son lesbianas?
-Ves esa mesa de allí?- les señaló Maren
-Son nuestros esposos!- confirmé levantando la ceja.
-...los de corbata...?
-Nos están mirando con mucha mala leche- agregó el que no había mediado palabra aún.
Se levantaron y nos dejaron en paz. Al fin!!!
Enseguida Jophes y Stefan se sentaron a nuestro lado.
-Qué querían?- preguntó Joph amenazante
-Nada
-como que nada??
-No te hagas!! Oíste todo!- me levanté enojada y salí de allí.

(Jophes)

-Ya se enojó- dije levantandome también.
-Para qué la agobias, si de verdad oimos todo?- me preguntó Stefan pasando su brazo por encima de los hombros de Maren.
-Me divierte que se enfade.

Corrí un poco a velocidad humana para alcanzar a Lea, la abracé por la espalda y aspiré con fuerza su perfume.

-No te pongas bravita
-No lo estoy.- se detuvo y me observó
-...entonces?
-Solo los quería dejar solos.
-Avisa!- reí entrecruzando nuestros dedos y caminando hacia el coche.
-Me preocupa una cosa
Abrí la puerta del copiloto y dejé que Lea entrara para después hacerlo yo por la del conductor.
-El qué?- pregunté poniendonos en marcha
-No ví a Maren convencida de que debe convertirse en vampiro.
-Bueno...problema de tu padre con ella.
-Puedes ser un poquito más sensible?
-Tiene que ver contigo?- aceleré
-Nop
-Entonces no me interesa.
-Joder Joph! Se trata de mi padre, de tu hermano!!!
-No vuelvas a mencionar esas dos relaciones juntas nunca más. Me enferma que indiquen que soy tu tío!!!- golpeé el timón.

Los ojos de Lea se clavaron en los míos hasta incarme el alma.

-Perdona- fijó la vista al frente y en todo el trayecto ni nuestras miradas ni palabras se cruzaron.
Entremos a la casa y el ambiente incómodo seguía.
-No eres mi tío...-se sentó en el sofá de la sala nerviosa
-Lo sé!- afirmé molesto.-Besame anda...- le dije abalanzadome buscando sus labios.

Finalmente ese beso que tanto había anelado lo estaba recibiendo de la única persona que podía hacerme el mejor hombre del mundo.

Ta corto ya lo sé, ando sin inspiración 😭😭😭😭😭😭