Jotaro se levantó temprano esa mañana, buscaba el despertador con la mano para darle un buen golpe de esos castigadores por irrumpir en su sueño placentero, abrió los ojos a lo que pudo por culpa de las lagañas que se le acumulaban en los ojos, siendo estos la peor de las molestias matutinas y por ello teniendo que usar sus dedos para quitar estas secreciones de lágrimas. Jotaro se incorporó en su cama de dos plazas que se hallaba completamente solitaria y se percató de que se durmió con la misma ropa sin haberse cambiado a algún pijama, pero eso le parecía raro, ya que siempre antes de acostarse se ponía el pijama y recordaba haberselo puesto antes de dormir. Fue entonces que sintió un ruido que venía de un bulto extraño, uno hallado a su izquierda y que se envolvía entre las sábanas, dándole una cobertura del frío amenazante que gobernaba en la habitación, por lo que se hallaba en completa armonía interrumpiendo al calmado Jotaro que, para saber quien era, sacó a su Stand con tal de desenmascarar a este acosador... pero algo no iba bien, se dio cuenta que su ropa estaba rota y peor aún, con marcas de un labial morado por los pliegues de la chaqueta y que le hacían un camino hasta llegar a su descubierto cuello, cosa que le aceleró la respiración un poco y volteó para ver quien era y... ¡¿Como puede ser Josuke?! Reconocía ese cabello único en cualquier parte y sabía de que pasaron cosas malas en el transcurso de la noche que no pudo recordar, se confundía y se sentía atareado, por lo que quiso salir rápidamente de la cama para caminar y pensar en aquello que cometió, pero una mano lo detuvo, un "buenos dias, mi amor" masculino lo paralizó y ver que la voz era de un auténtico Josuke hizo que su respiración se agitase.
Sonó la alarma
ORA!
Se apagó la alarma al igual que la lámpara de la habitación, el fulminante golpe creó unos cuantos segundos de silencio obligado y ello hizo que Jotaro refunfuñase al ruido, cosa que le molestó menos al recordar su situación actual: ¡JOSUKE! Miró hacia ambos lados y todo había desaparecido, su pijama se encontraba en su cuerpo y no había rastro alguno de que todo eso que soñó hubiese pasado, solo pudo pasar en otra ocasión o en otra vida.
Se levantó de la cama con tranquilidad, caminando entre los tablones de madera que rechinaban con total queja ante el peso inesperado de Jotaro al pasar encima de ellas, se dirigía con cautela y a base de balanceos al baño, pensaba ducharse antes de irse a comer algo para comenzar el día. Se quitó el pijama y encendió el agua caliente a una temperatura apta para sus gustos, tocó la ducha con la mano y sintió como las gotas eran gentiles al tacto y no un chorro asesino que tratase de carcomerte la piel a base de irritaciones, puesto que el biólogo estaba con varios moretones en su cuerpo, por lo que al sacarse la ropa para meterse en la ducha sintió como todos esos chupetones (algunos más morados que otros) le seguían doliendo como el pan de cada día, pensaba que la ducha era lo peor, por que no solo le recordaba sus heridas, sino que le recordaba todos los intentos en los que falló. Pero no quería torturarse a esa hora.
Jotaro entró a la ducha con la sensación de que todo aquello le iría a doler, pero para su sorpresa ya no le ardía de la misma manera, si no que un poco menos de lo que ya estaba habituado, ¿Tanto tiempo ha pasado?, pensaba entonces en varios momentos que le venían a la mente mientras comenzaba a ducharse.
"Josuke se aferró a la nuca de Jotaro con sus manos mientras este lo atacaba a mordidas por la trasera, usando sus manos para moldear aquel cuerpo de manera ruda y amorosa, mientras la retaguardia del menor era atacada por el miembro vigoroso del mayor, cosa que le hacía gemir de una manera u otra, donde solo sus deseos sexuales terminaban siendo cumplidos por la mente perversa del mayor".
Jotaro usó su barra de jabón para limpiarse sus axilas y el torso sensible, usaba un shampoo mentolado para su pelo oscuro y grueso, además de un bálsamo para sus zonas íntimas con tal de mantener una lubricación en esos lugares de mucha fricción, pensaba en cada paso mientras su cuerpo actuaba de manera automática, ya que toda su vida solo usó la ducha para el baño.
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[×Jotajosu×] Cuando me doy cuenta que el mundo se va a extinguir.
FanfictionLas manos tiemblan Los pensamientos tiritan El lapiz de un artista Los puños de un guerrero El amor de unos amantes Todos ellos son elementos usables en el juego de la mente, donde quien empuña su arma con mayor velocidad es quien gana, pero ¿Quien...