Recuerdos cercanos al sol

Capítulo 8. Él lo sabía

Durante la mañana me llegó un aviso acerca de una reunión con el consejo para dar informes de los reclutas, ya que podían despedazar todo el sistema que tenían organizado dentro de la comisaría, les comenté como si fuera niñera de una pequeña guardería realmente, comenté detalles como que algunos no me hacían caso o se la pasaban intentando curiosear. Fuera de eso la reunión fue por un rumbo totalmente natural, no sospechaban nada y no había razón, motivo o circunstancia por el cual me debía sentir de esa forma, acorralado y arraigado a problemas.

Ciertamente habían cabos sueltos acerca de lo que logre encontrar hace unos cuantos días, decidí meterme hacia mi oficina y encerrarme ahí por unos días, no volvía a casa después de ir a las reuniones de H.E.L.L, simplemente me quedaba en mi oficina organizando papeles, pero una noche que llegue después de entrenar a reclutas y descubrir más datos, decidí tomar una siesta creyendo que solo me tomaría unos minutos,cuando la realidad es que nada de lo que esperaba estaba sucediendo en mi cabeza.

Lo primero que pude apreciar en mi cabeza era el hecho de que estaba discutiendo con uno de mis compañeros,por un detalle que para ellos era insignificante, sin embargo para mi lo era todo, se podían escuchar risas y llantos a la vez bajo una lluvia tormentosa y pude ver como todo comenzaba a tornarse oscuro, de alguna forma inalcanzable y cada vez más denso. Desperté de aquella pesadilla que se estaba convirtiendo en un sueño horroroso cada día más, veía las caras de todos durante la mañana de los días creyendo que todos sus problemas podrían solucionarse, mi perspectiva de las cosas había cambiado tras un par de sueños después ya que podías observar que era lo que le faltaba a su absurda vida.

H.E.L.L me dejo de funcionar hace mucho tiempo, deje de añadirle una función definitiva en el momento en que preguntaba lo mismo casi todos los días y siempre hacían casi lo mismo, ignorar la pregunta, reír como un pequeño niño o simplemente ignorar por completo la señal expuesta y creer que algo en algún punto eres un regalo ordenado y diseñado para ellos. Los miembros de H.E.L.L eran más fáciles de convencer de ciertas cosas así que todo lo que hice fue reunirlos en una pequeña cámara de gases y encenderles fuego, podías escuchar los gritos desde lo lejos y el cómo se podían oler las cenizas a kilómetros, nuevamente yo no había cometido nada malo, ellos eran los únicos que se habían ganado su debida situación.

No había nada más que me conectara con mi pasado, por lo menos las personas se habían acabado y las relaciones no era más que algo que me uniera con ellos, una constante que dejo de beneficiarme hace mucho, lo único que me traía calma en esos momentos era una persona: Daniel, que era mi actual, único y verdadero amigo. Solo podía confiar en una persona y era él, aunque a veces sus historias parecían tener secretos escondidos, como si se trataran de mensajes perfectamente diseñados para que en algún punto sean entendibles.

Daniel era una persona sumamente misteriosa a pesar de ser de mis mejores amigos, no sabía mucho de su pasado debido a que prefería no comentarlo o simplemente cambiaba el tema de conversación ya que llegábamos a algún en el cual él pudiera decírmelo, solo sé que la única familia que él tuvo fue su hermana menor, una jovencita que murió hace ya algunos años. Tras la desaparición que provoque de H.E.L.L, él se puso más curioso acerca de mi puesto, lo que hacía y el acceso a la información que tenía, tal parecía que no era el único buscando información acerca de un suceso pasado, solo que yo le daría las alas suficientes para que él volara sin preocuparse, a comparación de lo que había pasado conmigo.

Decidí darle acceso a unos archivos a cambio de que me dijera que era exactamente lo que estaba buscando, él me dijo que buscaba quien era él asesino de su hermana, los involucrados con todos ellos, quería hacer justicia por su propia cuenta. Estuvo dos horas en su oficina viendo y revisando todos los documentos uno por uno mientras se escuchaban sus risas profundas a lo lejos, un día de la nada llegó y me llevo hacia el apartado de atrás para declararme algo: "sé toda la verdad, te la puedo contar si es lo que deseas Tyler, esta gente te ha usado todo este tiempo, te puedo guiar hasta la verdad a cambio que me consigas la última pieza que me falta, un cabello que está en el laboratorio guardado cuidadosamente para evitar que gente como yo recuerde esos momentos."

No me podía negar ante una propuesta de ese estilo, fui al laboratorio y usando la mano que tenía pude lograr conseguirlo, llevándoselo a Daniel. Pero, en cuanto llegue a su oficina supuse que algo malo sucedería, las luces apagadas y el silencio de cuchillos siendo tirados hacia un objetivo no era realmente un sonido reconfortante, se me quedo mirando por unos segundos y comenzó a hablar.

– Todo este tiempo que estuviste en coma fue por algo, no por lo que te contaron sino por lo que yo sé, la intentaste salvar por tanto tiempo que te perdiste en el camino, le llevaste la contraria a todos  después de su muerte, decidiste que debías regresarla a la vida sin importar que, pero tus cálculos fueron erróneos al crear la fórmula y por eso te quedaste en esa edad en tu salto del tiempo— suspiro mientras comenzaba a fumar un cigarrillo.

–Lo siento, pero no comprendo muy bien lo que intentas decir. Es acaso que...— un golpe de recuerdos llegó a mi de repente, una chica pelirroja a lado mío llamada Eliza, discutiendo mientras los demás solo observaban, de repente toda esa confusión y frustración salieron y comencé a hablar de la nada.

–¡Hice todo lo que pude para salvarla y aún así ahora ella no está aquí! ¿Qué querías que hiciera? No tenía otra opción, tú eres el único egoísta aquí por nunca pensar en ella— en ese instante me fui hacia mi hogar, me acoste en mi cama lo más rápido que pude y me dormir rápidamente por que esa era la única forma en la que ahora mismo podría saber la verdad.