Escuchó mi ruidosa alarma como suele ser todas las mañana. Creí que la había desactivado. Cuando me di cuenta no era mi alarma era la de Ian. También observé que no estaba en la cama. Apague su alarma, me acerco al baño y escuchó la ducha.
Me desvisto y entró al baño. El me observa sin ningún tipo de disimulo, entro a la ducha y lo beso. El beso era suave y delicado, pero con mucho amor y también ternura. Sus manos acariciaban con la misma suavidad mi cuerpo y con la misma forma. Como si no me quisiera romper. Como si fuera ese vaso de cristal que obtiene ese líquido importante para él que no puede estar en el borde de la mesa.
- mi vida, estás... - estaba ya un poco agitado pero igual el iba a decir algo para detenernos.
- sigue, te necesito - dije, nuestras respiraciones se mezclaban de lo junto que estábamos.
Él siguió besándome como se lo ordené, en eso me cargo hasta la tina y me colocó a dentro. Abrió el grifo de la pluma de la tina y empezó a enjabonarme. Con la otra mano metió dos de sus dedos por mi feminidad. Yo solo podía gemir. Él se posicionó en la tina sentándose de frente mío yo me posicionó de frente a él y lo empiezo a masturbar, mientras lo besaba. Después de un rato hice que entrará en mi de cantazo.
- Ian - gemí, lo miré a los ojos, me movía, mientras él estaba dentro de mí.
- Betzaida - gimio igual.
Después, él hizo movimiento que el quedara encima mío y yo debajo. Él lo entraba y lo sacaba. Así seguía.
- me voy a venir - dijo Ian.
- sácalo, párate y cierra los ojos - dije con una sonrisa maliciosa.
- esta bien -
Me hizo caso, al segundo de haberme hecho caso, me lo metí a la boca su parte y luego la saqué, la lamí y la besé. La metí de nuevo a la boca y empecé a jugar con él en mi boca con la lengua, mientras estaba adentro. Hasta que se vino y yo me la empecé a tragar, hasta que paró de venirse.
- Betzaida, te amo - dijo Ian agitado - pero ya me tengo que ir.
- mi amor quédate un rato más - dije - o ¿puedo ir contigo? Es que no me quiero quedar sola.
- bueno ven conmigo, pero hay que vestirnos bien, formal - dijo Ian - le diré Sammanta que te compre algo ya que ella también se iba a comprar un traje.
- vale -
El salió de la tina, cogió su toalla y se fue al cuarto. Me quedé un rato más sumergida en mis pensamientos. Lo más seguro mi madre se tuvo que haber ido junto con mi padre.
Ahora después de tanto pensar, salgo de la tina, cojo una toalla la enrollo al rededor de mi cuerpo y salgo a mi habitación. Encuentro un plato de almuerzo con una nota junto con ropa formal al lado.
~Te dejo aquí comida, para que alimentes a nuestro futuro hijo o hija, el traje esta al lado ponte lo y ve a la sala. Te amo~
Susurre un "gracias" para mí misma, con una sonrisa y me pongo el traje junto con los zapatos. Me los puse y así me veía.
Y con éstos zapatos.
Para terminar con los últimos detalles para prepararme. Me puse un poco de maquillaje.
Ya había culminado con los últimos detalles, decido salir de la habitación y dirigirme hacia la sala donde se supone que estén los demás.
Llegué al área de la sala y todo el mundo con la boca abierta.
- escogí el vestido perfecto - dijo Sammanta con los ojos brillosos.
Ella andaba así:
- y tampoco te equivocaste con el tuyo, es igual de hermoso - dije con una sonrisa.
- bueno antes de irnos Betzaida y yo tenemos que decirles algo - empezó a decir Ian.
- ¿qué cosa? - Rebekah es la única que contesto por los demás, al parecer ni ella se imagina lo que vamos a decir y es por decirlo así la adivina del grupo.
- vamos a ser papás - dice orgulloso.
- ¿QUÉ? - todos dijeron al unísono menos Sammanta, Ian y yo.
- pues si, quieren detalles mensos - pregunto Sammanta y ellos negaron con la cabeza - pues no pregunten que.
- perdona, señorita perfecta, es la impresión - dijo Excel y la besó.
- ya por favor, aquí hay mucho amor - dijo Camilo, entre risas.
Nos reímos todos y salimos. Me fui en el Acura RDX negro de mi novio.
Nos dirigimos a una casa muy elegante parecía más una mansión.
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Ella es mi Vida/No te perderé
Novela JuvenilEditando, para una mejor lectura. Primera temporada: Ella es mi vida. Betzaida Mar: chica de 18 años, súper simpática y muy talentosa en todo los aspectos. Dado que llega el momento de graduarse de la escuela. Iba a ir a la universidad más famosa de...