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—¿Lo trajiste aquí?

—Dios, ¿en que estabas pensando?

—¡Callense los dos!

Seokjin escuchaba a lo lejos personas hablando ¿dónde estaba? ¿porqué no podía abrir los ojos?

Trató de mover sus brazos pero no pudo. El terror comenzó a extenderse por todo su cuerpo. Sus piernas tampoco respondían y dolía, algo le estaba dañando sus muñecas y tobillos. Y lo que lo tenía apresado era frío y sonaba cuando movía las manos y pies.

Entonces se dió cuenta.

Estaba esposado de pies y manos. Trató de moverse un poco más fuerte para tratar de zafarse pero no lo logro.

Escuchó una puerta abrirse y pasos acercándose.

—Buenas noches Seokjin.

—Esa voz. Esa maldita voz que pensó que jamás iba a volver a escuchar en su vida.

Namjoon observó el cuerpo de su ex protegido, como él solía llamarlo y sonrió casi con alegría.

Por fin lo tenía a su merced y eso lo tenía totalmente excitado.

Se deleitó con el cuerpo del cantante, annclado a la cama y listo para él. Le había dejado el boxer puesto. Caminó por la habitación mientras escuchaba el metal hacer fricción.

—No te muevas, las esposas te van a hacer daño —Se rió al verlo tratando de buscar su voz, había sido una buena idea vendarle los ojos.

Y la boca amordazada... Puntos extras para sus compañeros de delito.

Se acercó y se sentó en la cama trazó con su mano un recorrido desde las clavículas del cantante hasta bajo su ombligo.

—Sabes... Pensé qué tenías mejor cuerpo. Eres bien engañoso.

Sonrió, Seokjin se retorcía cada vez que lo tocaba.

—Pero no importa Jinnie para lo que haremos hoy no necesito que estés en forma, de hecho no es necesario para nada.

Seokjin se movía, trataba de gritar, de zafarse pero era imposible. Su miedo comenzó a apoderarse de él.

—Eres muy predecible querido Kim, hace unas semanas envié un paquete con unas cuantas fotos de ti y ese bastardo universitario.

El pelinegro se dejó de mover cuando escuchó a su ex mánager.

—Sabía que entrarías en pánico, siempre fuiste un cobarde de mierda o por lo menos después de que casi te matan... ¿Te acuerdas de ese día?, ¿Sabes?, creo que es momento de que te enteres que yo mandé a ese hombre a hacerte daño —Namjoon se quedó en silencio después de esa confesión.

Seokjin sintió sus ojos llenarse de lágrimas, no daba crédito a lo que estaba escuchando ¿por qué Namjoon lo odiaba tanto? No lo entendía.

—En fin, —el pelinegro reanudó su monólogo —mandé a la empresa esas fotografías y como mi ex jefe es un imbécil no pudo encontrar de donde habían salido las fotos, nunca encuentra nada, es un inútil —Namjoon se rió, como si lo que estaba diciendo era malditamente divertido.

Se inclinó sobre el cuerpo desnudo de Seokjin y le bajó el trapo que le tapaba sus ojos.

—Hola Seokjinnie.

El cantante parpadeó muchas veces para acostumbrarse a la luz que había en la habitación. Observó el lugar, buscando un indicador que le dijera donde estaba.

La habitación era completamente blanca, sin decoración a la vistas. A un costado de la cama había una mesa auxiliar negra, habían dos puertas en la habitación, giró su cabeza y se encontró con la figura de Namjoon.

Estúpido Idol ✓ KSJ/MYG Libro #1 (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora