Prohibit Love

Capítulo 21

-Sht...-dije indicándole que callara.-No digas nada. Tenemos clases, así que es mejor que vayamos. Luego hablaremos.

(Melii)

No supe que responder, en ese momento solo pensaba en Jay, las palabras que le dijo a Elna me afectaron mucho. Estaba muy confusa.

-Elna, tengo que hablar contigo...-dije

-¿Que pasa?-me preguntó.

-Luego te lo cuento, que viene Lucas.

-Hola, bunos dias, sacar el libro y abrid por la página 24.-decía el profesor.

Me sentí un poco incómoda al estar sentada al lado de Abraham, no hablamos casi nada, al tocar el timbre fui rápidamente hacia el pupitre de Elna, quería contárselo ya.

-Tatty, yo...-dijo ella.

-No te preocupes, que ya se me pasó.-le dije con una sonrisa.

Entonces le conté todo lo que pasó con Abraham.

-¿!Que!?-pegó un grito.

A la clase de mates decidí sentarme con ella, entonces me intercambie por Tobby y empecemos a hablar.

-Vosotras. Decidid u os quedais aquí castigadas o falta grave.-dijo Juan.

-Porfi... no nos castigues.-dijimos al unísono.

-No haber hablado antes. Os quedaréis hasta las 4 aquí, y me ayudáis a montar estanterías.

-Vale...-dijimos para evitar conflictos.

Hicimos gimnasia, nos tocaba patio pero le pedimos a los profes quedarnos las dos en clase, no nos apetecía salir al recreo. Le conté a Elna lo que ocurrió con Abraham.

-Sal con él.-me dijo.

-Sabes que estoy enamorada de Jay, no puedo salir con Abraham...

-Mmm nada te lo impide, no estas saliendo con Jay, te puede gustar pero no salís. Además Abraham es muy guapo y se ve muy buen chico, sal con él o al menos inténtalo.

Me quedé pensando mientras acababa de comer mi ensaimada azucarada. Sonó el timbre y acabemos las otras tres clases, claro que no me senté con Abraham. Cuando acabaron las clases Elna y yo fuimos a comer con Tobby y Lily, en una mesa del final para que el grupito de Aron no nos vea. Al acabar fuimos a por nuestro castigo, montar estanterías.

-Ahh que cansada estoy.-dije.

-Mira el lado bueno, hoy hace frío y esto nos mantiene en calor.-dijo Elna.

-Va chicas.-dijo Juan.

¿Va chicas? pero el profe seguía ahí sentado sin mover ni un músculo, pensaba.

-Bueno, ya basta.-habló Juan.-podéis iros, aunque no estén acabadas, eso no importa, habrá más castigados que lo harán por vosotras.

-¡Gracias profe..!-dijimos agradecidas.

En la salida vimos que un montón de lluvia caía en ese momento, nos pusimos bajo el porche, esperando a que amainara.

-Que mal...-dije en un suspiro.

-Ya ves, encima tenemos deberes y un examen para mañana, habrá que espabilarse.

-Con esta lluvia...

Entonces vi a alguien acercándose a lo lejos a nosotras.

-¡Abraham! ¿Que haces aqui?-dije sorprendida.

-Nada, me aburría y quise venir al instituto...-habló irónicamente.

-Si claro...-dijo Elna.

-Vamos.-dijo mientras me cogía de la mano.

-¡Para! Ni siquiera he dicho que quiera ir...

-He venido aquí por ti, estoy empapado así que no estoy en plan de preguntarte si quieres venirte o no. Te vienes y fin.

-¡Elna ayudame!

-Jajajaj vete con él anda.-dijo con su risita.

Me tuve que ir con Abraham, aunque igualmente me mojé.

(Elna)

-Joder... hoy tengo clases con Aron.-miré el reloj y eran las 16:20.- Madre mía... llegaré tarde.

-¿Donde dices que llegarás tarde?-me preguntó Lucas quien estaba detrás mio.

-Ah... es que doy clases a Aron además, le tengo que preparar la merienda a mi hermana y todo eso.

-Te llevo en coche entonces.-dijo sonriendome.

-No, no hace falta.

-Insisto, de verdad no te preocupes.

Decidí irme en su coche, al llegar al auto me moje un poco pero no le di importancia, mi padre me llamó así que no hable nada con Lucas simplemente le dije que calle era.

-Gracias.-le dije sonriendo.

-No hay problema, además creo que tienes visita.-habló mientras ponía su coche en marcha.

Cuando me giré lo vi, empapado, en la puerta de mi casa. Él estaba apoyado en la pared, parecía que la lluvia le diese igual.

-¿Qué haces tú aquí?-le pregunté.

(Abraham)

-¿Cuando eras un niño no te gustaba saltar los charcos?-me preguntó Melii.

-Para nada, yo odiaba ensuciarme y aun lo odio. ¿Y a ti?

-Pues a mi me encantaba.

-Mmmm, ya de pequeña eras tan tonta... entiendo.

-Ts y tu de pequeño ya eras tan aburrido.

-Puede pero el aburrimiento viene y va, el hecho de ser tonta se queda para siempre.-dije riendo.

-¡Callate ya!-dijo ella enfadándose.-¿Porque te gusta hacerme enfadar?

-Porque cuando te enfadas pones esa vocecita de niña chillona que tanto me gusta, porque en ese momento es uno de los únicos en los que eres capaz de mirarme a los ojos. Me da igual que me digas lo que sea, pero me encantan tus ojos, me encantan mirarlos. No solo me gusta cuando te enfadas sino que me encanta ser yo el motivo de tu enfado.-dije mirándola.

Ella se quedó callada.

-Ya me puedes dejar aquí.-dijo.

-Pero... aún no hemos llegado.

-Si mis padres te ven, te matan.

-Que te maten a ti, no te digo...-dije.

-Ah vale... quieres que me muera... ¡que malo! Bueno, si eso es lo que pretendes, acompañame pero mañana ya me veras muerta, vente a mi funeral, jajajaja.

-Me da palo, sino iría.

-¿Tu... te rendirias si ves que no me consigues?

-Para ser honesto, no me he rendido nunca, bueno una vez haciendo el putísimo puzzle de los pitufos, como estaban en la playa, el cielo era azul, el mar azul, los pitufos azules... eso era imposible terminarlo.

-En serio... te hablo en serio, no puedo salir con chicos.

-Me da igual eso, siempre que he querido a alguna chica la he tenido, ¿no ves en el instituto todas las tias que...?

-Si calla.-me ordenó.

-No me rendiré contigo, me esforzaré día tras día, cueste lo que cueste, te quiero ¿vale? No dejaré que nada malo te pase, si necesitas tiempo, dímelo. Sea lo que sea no te dejaré ir, pequeña, tonta, cría, chillona, te enfadas rápido... No se porque, pero tus defectos te hacen perfecta.