Tu pequeño acosador.

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Domingo.

Menos de un día había pasado prácticamente desde la fiesta. Sehun en esos momentos se encontraba sudando un tanto nervioso, sabía que lo que estaba haciendo era malo, lo mejor sería darse media vuelta para volverse a acostar. Pero su cabeza no lo dejaba en paz.

ChanYeol entre sus respuestas para evitar hablar correctamente del tema le había dicho que aquella carta no se acuerda quién se la dio, no tenía nada importante. Que no le diera importancia a cosas de niños pequeños, y le había recordado que sólo tenía ojos para él. Sin embargo, la inseguridad y más que nada mera curiosidad seguía estando latente en Sehun. Solamente una pequeña leída y ya.

Entonces, aprovechando a que el chico orejas de Dumbo había ido a comprar algo a pesar de la aparentemente interminable lluvia, tomaría la carta y la vería un poco.

Tomó aire para librarse de los nervios, y darse valor para interrumpir en la privacidad de su pareja, y por fin, abrió la dichosa carta.

" Querido ChanYeol.

Sé perfectamente lo raro que puede ser esto, seguramente tu cabecita se estará preguntando, ¿acabo de recibir una carta de una persona totalmente desconocida? Pues... Sí. Hola, esa persona soy yo. También sé que lo que diré a continuación te parecerá loco, y un poco ilógico, pero la verdad es que me gustas mucho. Desde que te vi, caí en rendición a tus pies, me perdí en tus lindos ojos, y deseé más que nunca probar unos labios. Espero no parecer una persona precipitada o un tanto loca, pero esto que siento me tiene en descontrol. ¿Me permitirías darte otra carta? Dame una pequeña señal, aunque no tengas la remota idea de quién puedo ser.

Atte: 🐰. "

Sus manos tenían ganas de volverse puños para poder arrugar la hoja que tenía entre ellas. ¿Qué no se preocupara? Esa persona misteriosa sonaba bastante seria, y vaya que parecía estar muy interesada en ChanYeol. Dejó a toda prisa la carta justo como el mayor la había dejado y salió de su habitación. Estaba en casa de ChanYeol, ya que ahí había pasado la noche después de la fiesta, en realidad estaba más ahí que en su propia casa pero ahora lo único que quería era irse para poder pensar correctamente. Tomó su abrigo casi al mismo tiempo que se lo colocaba como si su vida dependiera de ello y se dirigió hasta la puerta.

Al abrir ésta inmediatamente se topó con ChanYeol, quien sostenía un paraguas en una mano y con la otra una bolsa con chucherías varias. Observó fijamente a Sehun con curiosidad.

—¿Sehun?

—Hola.—El nombrado dio un paso hacia adelante, queriendo salir pero el contrario se movió para impedirle la salida.

—¿Todo bien?

Sehun se movió hacia el otro extremo pero nuevamente ChanYeol cubrió la salida.—Sí, pero necesito irme.

—¿Tan de repente?

—Sí... Necesito ir con JongIn, el... Necesita que lo ayude con algo.

ChanYeol nuevamente lo desafió con la mirada, no podía comprobar por el momento sí acaso eso era una excusa, así que simplemente se hizo a un lado, y sacó de la bolsa unas galletas para Sehun.

—Bueno, llevate las galletas y el paraguas, ¿puedo pasar mañana por ti al trabajo?

Sehun lo miró sintiéndose un tanto culpable por su actitud tan precipitada, pero él vivía de inseguridades, sintiéndose lo más reemplazable del mundo, por ello una situación como esa le causaba ansiedad, confiaba en ChanYeol, pero necesitaba despejar su mente.

—Gracias, mi amor.—Tomó las cosas que le ofreció su pareja, y le regaló una pequeña sonrisa para después salir corriendo de ahí. No todo lo que dijo era mentira, en realidad iría con JongIn, lo sentía como su confidente, sabía que el moreno siempre lo iba a escuchar.
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—¿Y qué tal?

—No sé viejo, suena bastante serio.

Channie, deberías de averiguar quién es.

ChanYeol resopló con cierto cansancio, las actividades de la Universidad lo tenían bastante exhausto. Tan pronto como Sehun abandonó la casa buscó su teléfono para marcarle a Jongdae, quien prácticamente era su mejor amigo. Le contó acerca de la carta, de que sentía un pequeño conflicto interno por ello. ChanYeol estaba al tanto de que Sehun podía ser bastante asustadizo con las situaciones, y lo menos que quería era hacerlo sentir inseguro.

—No, ni siquiera me interesa. No sé si es hombre o mujer, o de dónde exactamente me conoce.

—A ti te gustan las mujeres a excepción de Sehun, ¿no?

—Si, ¿qué hay con eso?

—Quizá es el destino.

—Idiota, ni siquiera sé si es mujer.

ChanYeol rodó los ojos, estaba acostado en la cama mientras comía papitas, a veces creía que su mejor amigo era bastante tonto.

—Tiene que ser una chica. Mira, averiguas quién es y me la presentas, se enamora de mi y listo. Te alivio de un problema.

—Quizá.

ChanYeol rió ligeramente, y suspiró después mientras miraba la lluvia a través de la ventana. Mañana iría a recoger a Sehun a su trabajo, y todo sería normal nuevamente. ¿Qué podía pasar?

|| ¿Será chico o chica, amigos? ¿Y qué podría pasar? Chan chan chan.





No hay peor ciego que el que no quiere ver. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora