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Esto era ser feliz, ¿no?
¿Dejar de pensarla, de llorarla, de removerme huracanes en el pecho oír su nombre?

Ya no se me acelera el corazón al recordarla, ya su recuerdo no me despierta en plena madrugada, ya su imagen se empieza a borrar aunque recientemente, su hija ha comenzado a acercarse a mí. La siento afligida pero no se sincera... Debe venirle de familia...

Pero ni eso consigue que me haga retroceder. Ya ni pregunto <<¿cómo está ella?>>.

Lady Corazón de Piedra II |Completa| (Segundo Libro) | Temática LésbicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora