Es que... creo que en el fondo, los románticos empedernidos como yo, somos como los borrachos. Solo que en vez de con alcohol, nos embriagamos de amores. Sí, probamos el primer trago y nos gusta la sensación, así que no lo pensamos demasiado antes de bebernos el bar por completo. A la mañana siguiente ni nos podemos levantar de la cama por los estragos que nos dejó la diversión, y hasta juramos nunca más probar una gota de ron. Pero en cuanto vemos una botella a un par de metros, se nos acelera el corazón recordando solo lo bien que nos lo hizo pasar, y nuevamente sin pensarlo, recaemos. Por eso, aunque nos rompen el corazón millones de veces, los que amamos amar, nunca dejamos de abrazar piedras.
ESTÁS LEYENDO
Lady Corazón de Piedra II |Completa| (Segundo Libro) | Temática Lésbica
ContoEsta vez, dos años después, la joven abandonada se reencontrará con su pasado en el momento menos oportuno. Se darán situaciones que quiso olvidar y que asegura ya no desea. Mientras recompone su vida intentando alejarse, termina más cerca y una no...