Cielo Neón

Post Punk

El momento de ir a la Van nunca llegó. De hecho, no existía tal vehículo, fue solo una idea. Como aquellas sobre lo que es real, como el pensamiento platónico, como Hegel, como Martina.

Se anunciaba el último grupo en presentarse, cerca de la 1 am. Su charla, aunque poca, generaba una sensación de plenitud en Alejandro. Casí tan iluminado como el Buda y tan contradictoriamente estoico que el mismo Marco Aurelio le habría agradecido en sus Meditaciones. El pensamiento más complejo le habría otorgado la definición de un ser banal, guiado por su latente impulso de irracionalidad conductal. El perfecto homo imbecilus, pues es sólo el ser humano, el animal propicio para alcanzar dicho estándar en su especie. Sin embargo, la complejidad no asume siempre una facultad: El Control. Se entendía a si mismo con envidiable virtuosidad, tenía dentro de sí mismo todo el conocimiento, necesario, para amarse, sin apasionarse, a si mismo.

-Odesza...

-Extraño nombre para un dúo de música electrónica

-Lo verdaderamente extraño es la manera en la que te expresas, Martina querida...

-Sigue así, idiota...

Hubo un momento de risas y de cierta coquetería entre ambos. Nada iba a pasar, y nada pasó, reduciendo el ocurrir a los estándares de la postmodernidad. Algo de impaciencia surgía dentro del muchacho, esperando que ocurriese un acto divino entre ambos. Ya había ocurrido algo similar en reiteradas ocasiones, Alejandro era un tipo lo suficientemente atractivo, presuntamente enigmático, que no estaba de más asumir, como mujer, el riesgo de un estigma de barón.

-Aun así, creo que eres cuanto menos, buen tipo...

-¿Eso te despierta cierto interés?

-¡Veo que también eres un tipo soberbio! Podrías asegurar que hasta la Venus de nuestros tiempos caería ante tus pies.

-Son preguntas bastantes simples...

-Bueno, no soy una mujer simple.

-Eres la Reina de la posmodernidad, entonces.

-...

-Toda esta noche he experimentado aquello que ya he experimentado antes, Venusberg, o como sea que llamen a un instinto tan básico. Me encuentro atraído hacía una mujer de belleza mitológica, qué, intencionalmente o no, me ha cautivado con su discurso. He decidido aparentar ser un tonto desde el principio, probablemente lo soy, y así no tener que convencerte de que hables, que hables abiertamente sobre tus pensamientos, así he llegado a conocer quien eres. Pero tal vez he ido muy lejos, de hecho está actitud es bastante falsa. Hoy quiero entregar todo mi ser y tiempo, y mañana de tu recuerdo no quedarán ni las ruinas. Estoy dispuesto a invocarte, a implorar a cuanto demonio nombren las historias, a retornar a esta montaña para que reaparezcan en el momento indicado. Pero no te quiero, y jamás quiero hacerlo. De tanto idealizar, no puedo querer.

-Entonces, que el amor nos separé cuando acabe esta noche. No creas que me has convencido con tan barato discurso...

-Serán Joy Division...¿Los maestros del Post Punk?

-El Post Punk es el soundtrack de la gente aburrida, como tú y yo.

But love, love will tear us apart again...