3: LA REUNIÓN

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Ya son entradas horas de la noche, hace 9 horas que Anarchy hizo su primera aparición, en un momento en el que todos los policías y demás fuerzas de la ley están ocupados, es un gran momento para que los líderes del hampa hagan una reunión hablando sobre el tema de gran preocupación en Gotham para estos, "honorables", caballeros.
La reunión es en el casino más fructífero de Jack Napier, el Casino Sonrisa, Napier es un gran fan del humor, y en su casino lo muestra, comediantes a todas horas, música animada relacionada con temas de la alegría, y, luego está, por supuesto, su manera de vestir, siempre viste una chaqueta morada, una corbata verde y una camisa de un morado más oscuro, también lleva un sombrero del mismo color de la chaqueta. En un principio sólo parece un dueño de casinos honorable que quiere hacer reír a la gente, pero no lo es, en el fondo no es más que un mafioso, con atracción insana por el dinero y el dolor, y su cara al sonreír o reír forma una desagradable sonrisa cuadrada y una risa muy macabra, muy extraña. Mucha gente dice que no sólo es un gángster si no que también está loco.
Tras unos minutos comprobando la "felicidad" de la gente, sube a su despacho donde algo muy distinto va a ocurrir.
Al entrar Oswald Cobblepot vestido como siempre con su tétrico traje negro y su nariz puntiaguda le estaba esperando.
Mientras que en la silla de la derecha de Cobblepot estaba Carmine Falcone II, el único hijo del prestigioso mafioso de Sicilia Don Carmine Falcone.
Este joven llevaba un elegante traje todo de negro, y una camisa blanca, con una corbata roja.
Napier observa a Falcone, se extraña y pone una cara seria. Al instante, se cruje el cuello y esa cara de susto se cambia por una sonrisa cuadrada.
Napier: Caballeros, ¿puedo ofrecerles una copa?
Cobblepot: No, gracias.
Napier: Ahm.., ¿y un puro?
Cobblepot le responde ahora un poco más agresivo.
Cobblepot: NO, eso tampoco.
Napier se enciende un puro.
Napier: Bueno, he de sobreentender que se trata de algo grave al venir aquí, sin invitación ni previo aviso, y además con el hijo de Don Falcone, a todo esto, ¿qué tal chaval?, ¿qué tal tu viejo por Italia?
Carmine: Mal, tiene una enfermedad mortal, no sabemos de qué se trata, pero le quedan meses.
Napier deja de sonreír.
Napier: Tu padre significa mucho para mí.., por favor hazle saber antes de que se vaya que le deseo que descanse.., ¡bueno! (Napier vuelve a sonreír), eso no responde qué haces aquí con este hombre.., (ahora Napier frunce el ceño), mi enemigo, es decir, ¡No es como si yo hubiese considerado a los Falcone siempre de mi MALDITA FAMILIA!
Napier pega un golpe a la mesa.
Ni Falcone ni Cobblepot se asustan ante su arrebato.
Napier deja el puro en el cenicero y se vuelve a calmar y sentar, esta vez no vuelve a sonreír mira muy serio a Cobblepot.
Cobblepot: Escucha, Carmine II está aquí porque Don Falcone está harto de ti Jack, manda aquí a su hijo porque no cree que tú vayas a prosperar el legado de los Falcone, así que ha decidido que es hora de que te rindas Jack, ha traído a sus hombres a Gotham y me ha financiado un cargamento de armas y más de 5.000.000$ para financiar nuevos sobornos, porque se acabó, esta guerra se acabó, podrás quedarte con los casinos, pero cederás todo tu poder en los suburbios a Carmine II, que trabajará directamente para mí, y a mí y a Carmine nos darás el 50% de los beneficios de los casinos.
Napier los mira muy serio con odio.
Napier se quita el sombrero.
Deja enseñar un pelo canoso.
Napier saca del bolsillo interior de su sombrero una carta.
Cobblepot y Falcone se miran inquietos.
Napier: Veréis, yo era un pobre chaval, tenía 22 años, servía copas en un pequeño bar, estaba endeudado hasta el cuello, y un buen día pedí un préstamo al viejo Salvatore Maroni. Maroni, me dio el préstamo encantado, y con los 300$ que me dio pude pagar mi apartamento ese mes, luego pude mantenerme a flote, pero no podía permitirme el lujo de pagar el préstamo de Maroni. Él vino a por mí. Sus hombres un día me sacaron a un callejón y me pegaron una paliza. Don Maroni me puso una pistola en la cabeza, mientras yo veía que la gente estaba siendo consciente de lo que Maroni me estaba haciendo en el callejón, incluidos dos polis. En ese momento, intentando defender mi vida le dije a Maroni que le podría ser útil, porque era un gran estratega, y poseía mucha suerte. Aunque a mí mismo me pareció una locura de excusa, funcionó. Maroni me dijo que si le ganaba una partida de póker demostraría ser un buen estratega y tener suerte. Gané la partida gracias a esta carta, (Napier besa la carta), esta carta me salvó la vida, y me convirtió en lo que soy, a partir de ese día es mi amuleto de la suerte, ¿lo entendéis?
Falcone y Cobblepot se miran entre ellos confusos.
Falcone: No, no creo que lo hayamos entendido.
Napier: Oh, ¿no habéis entendido la historia?, (ahora Napier frunce el ceño, se le ve enfurecido), quiere decir dos cosas, que voy a hablar con Maroni, sí, el viejo Salvatore me va a ayudar, ¿querías hacer que la guerra amainara?, la has empeorado, no me voy a rendir,¡¡JAMÁS!!
Napier recoge el sombrero se lo pone y abre la puerta.
Napier: Ah, y la segunda, es, por supuesto, que vosotros vais a necesitar más la carta de la suerte que yo mismo, adiós chicos.
Napier lanza la carta y Cobblepot la coge en el aire.
Napier sonríe.
Napier: Cuando queráis podéis iros, o tomar unas copas abajo y probar suerte, en vuestra mano queda.
Napier se va.
Cobblepot enfurece en la habitación y empieza a gritar.
Mientras tanto Falcone se fija en aquella carta, aquella carta que salvó la vida de Napier ante Maroni, esa vieja carta amarillenta de póker, el Joker.

Un Mundo sin Los Wayne EPISODIO 1: UN MUNDO DE LUTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora