INADVERTIDO
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El sol se escondió tan pronto, nada más bastó con ver el ánimo de la clase como para saber que este no sería un buen día. El cielo se tornó oscuro y las gotas que avisaban la lluvia no se hicieron esperar.Pensaba en muchas cosas, quizás el por qué A.J no asistió a la escuela hoy, o por qué todo se siente tan monótono, o tal vez solo es porque la clase de Historia se resumió a ver un documental de dos horas sobre por qué al maestro Lewis le vale un comino si sus estudiantes aprenden de su clase o no. Lo sé, me quedó largo el titulo. De alguna manera, todos los estudiantes se encontraban fuera de lugar este día.
—Creo que podemos pausar para que vayan a comer.—Lewis despierta con su voz a los estudiantes que roncaban, mientras mira su reloj de muñeca.—Coman, tomen agua, quiten esas lagañas de sus horribles ojos y regresen conmigo— hace una pequeña pausa en su discurso para mirar a través de todo el salón, para luego sonreír y continuar.— al infierno. Ahora, largo de aquí.
Lewis le daba ambiente a la escuela.
Al abandonar el aula y disponerme a hacer fila en la cafetería escucho fuertes risotadas a mis espaldas, pero no podría importarme menos.
Hasta que el balón golpea mis neuronas, las únicas funcionales en este momento.
—Oh, Diablos. Lo siento-
Oh, es Alec.
Me ayuda a levantar del suelo.
—Kendall ¿cierto?— pregunta, regalándome una sonrisa de comercial para crema dental.— Estabas en la fiesta de Müller el sábado.
Asiento, no tengo mucho para decir.
—¿Y estás bien? Supe que no sabías nadar cuando caíste a la piscina.
Maldita sea la existencia.
—Sí... bueno, el agua no es lo mío.
Woah, y por lo que veo, hablar con seres humanos tampoco.
Oh oh, el encuentro se ha quedado sin baterías suficientes para evitar una situación incomoda, así que ha surgido ese silencioso momento en el que ambos nos dedicamos a sonreírnos como si nuestro cerebro simplemente dejó de enviar señales a las otras partes de nuestro cuerpo simple y llanamente para crear una situación de la que ninguno de los dos sabe cómo salir.
Pero no hace falta que hablemos, gracias a la aparición repentina del número siete en el equipo de rugby. Y esa estúpida chaqueta roja que no se quita ni para ir al baño, digo, ¿es en serio?
—¡Robando!— exclama, arrebatando el balón de baloncesto de las manos de Alec— Y aparece Mika, ataca de sorpresa para una encestada perfecta y... ¡anota! ¡Y la multitud enloquece!
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INSIDE: HER [TRILOGÍA "WHO KNOWS" ]
Historia CortaKendall es una chica bastante reservada, no le gusta que la gente se entrometa en sus asuntos y, por favor, no le hablen de terquedad porque esta mujer es la personificación de la misma. Por esto sus decisiones terminan condenandola a sí misma. Y e...