Tres. 1

51 6 1
                                    

Narra Bon.

-Estoy seguro que todos los hemos estado esperando igual que cada año. Ellos fueron parte de varios concursos aquí, y en la gran mayoría, han salido invictos con el primer puesto. Ya saben de quienes estoy hablando, ¿verdad?- El presentador, un viejo y conocido amigo de la banda, ahora abría los brazos hacia nosotros, indicándonos e invitándonos a un abrazo grupal, evitando por completo el hecho de que aún nos encontráramos tras bambalinas. - Demos un gran aplauso a nuestros concursantes estrella; ¡los Toys!-

Mangle, quien no me había dirigido la palabra en todo el trayecto, dio un paso delante. ¿Esa sería nuestra gran entrada triunfal? Supuse que sí. Mangle, la ahora silenciosa capitana, solo se limitó a dar media vuelta y, mirándome de reojo, dedicar una pequeña y forzada sonrisa de apoyo, indicándome que sí; esta sería nuestra gran entrada triunfal. Era hora.

Todos dimos un paso al frente.

Los aplausos no tardaron en llegar. Mangle, ahora posicionada al frente con su micrófono en mano, saludaba al público con una muy notoria sonrisa forzada. Aún no lograba entender si todo era por el hecho ocurrido minutos atrás o porque, simplemente, se trataba de Mangle; alguien no muy simpática o afectiva con lo ajeno.
Como de costumbre, Joy sonreía a más no poder. Repartía besitos y de vez en cuando volteaba hacia mi dirección agitando sus brazos, exageradamente emocionada. Era como si, para ella, jamás hubiese existido aquel tenso ambiente que minutos atrás, nos convertía en enemigos.

Increíblemente, ella logró hacerme sonreír.

-Te amo, Joy, suerte- susurré, casi inaudible. Ella logró leer mis labios y, sonriendo, repitió; "yo también" algo que rápidamente entendí. Con una media sonrisa de lado y mis humores un poco más elevados, me dirigí hacia Mangle. Tomándola por uno de sus hombros la abracé, colgándome de ella para nuevamente susurrar.

Ahora ambos nos abrazábamos. Pese a que solo duró unos segundos, se sintió como una hermosa eternidad en que ambos, asintiendo, logramos entendernos; ella me había disculpado. Sin necesidad de más palabras o una explicación, logró entenderme. Y eso bastó para comenzar con la función.

-Con el permiso de mis compañeras me complace anunciarles que mi nombre es Bon y esto es; ¡I Want, de One Direction!

(Escuchar canción multimedia)

Una intro acompañada por algunas palmas y el teclado de Joy bastaron para ponernos en ambiente. Mangle, tomando una bocanada de aire y con ambas manos sujetas con fuerza a su micrófono, comenzó;
-Dame esto, dame eso, lánzame un beso, y de nuevo...¿no miras qué hay dentro?
Muchas cosas encontrarás, ropa, zapatos y demás, y algo me vuelve loca...

Una vieja pero muy conocida canción de mi antigua banda favorita; One Direction.
Sé lo que estarán pensando; ¿One Direction? ¿En una batalla de bandas? ¿Toman el riesgo ante canciones tan vacías y comerciales solo por ser conocidas? Bueno, la respuesta es sí. Quizá sus canciones sean de las más usadas en concursos, pero, vamos, ¡no podemos negar que estos chicos sí saben poner a la gente a bailar! Además, la melodía pop y rock con líneas de piano, describía a la perfección lo que nuestro grupo significaba.
Esto éramos nosotros. Esto eran los Toys.

-Quiero, quiero, quiero, pero es loco

-Quiero, quiero, quiero, y no soy yo- Joy, quien había tomado uno de los micrófonos, ahora se unía al estribillo junto a Mangle.

-Quiero, quiero, quiero, que me ames tú...- y, como elemento sorpresa, me uní yo también ante la tercera estrofa. El público hizo ruido.

No solía cantar jamás con las chicas. Yo era Bon, el niño de la guitarra. Y ellas eran...simplemente ellas; las de voz angelical que lograban captar por completo la atención de hasta el mayor enemigo y ponerlo a bailar.
Yo no solía ocupar más que pequeños segundos cantando, y no me molestaba. Pese a los tantos comentarios y halagos incitándome a hacerlo, yo sabía cuál era mi lugar correcto, al igual que el de las chicas.
Y mi lugar era la guitarra.

Como si de palabra mágica se tratara, fueron cuestión de segundos para que mi tan traicionera mente comenzara a pensar en aquel niño de cabellos morados.

-Vamos, Bon, no te distraigas...-murmuré, sin percatarme de que aún tenía el micrófono encendido sobre mis labios. Las chicas voltearon hacia mi, confundidas y compartiendo una mirada ceñida, pero aún sin dejar de cantar. Solo me limité a susurrar un casi inaudible "lo siento" y esperar que ellas lo entendieran leyendo mis labios.

Al momento en que ambas nuevamente voltearon hacia el público, suspiré. Se acercaba mi solo y, por primera vez, me encontraba más nervioso que nunca. Era el momento que tanto había esperado, pero donde más sudaban mis manos. Mi cuerpo comenzó a temblar al momento en que conté los tiempos restantes de la canción; tan solo dos minutos para el momento donde, se suponía, debía brillar.

En un intento de calmar los nervios que ahora estaban a flor de piel, tomé una fuerte bocanada de aire y, ladeando mi rostro hacia ambos lados, dirigí una lenta mirada a todo el público presente. Pensar en aquellos a quienes debía otorgarles un show me preparaba para lo que se acercaba. Ver sus sonrisas, sus muecas o incluso sus bailes lograban que mi mente nuevamente posara sus pies sobre la tierra.

Pero ver a Bonnie hablando tan animadamente con Fox logró que de manera exagerada, mi mente tomara vuelo para explotar en las nubes. Nuevamente me encontraba totalmente ido.

Un minuto.

-Quiero, quiero, quiero, pero es loco. Quiero, quiero, quiero, y no soy yo. Quiero, quiero, quiero, que me ames tú...

Cuarenta segundos.

-Quiero, quiero, quiero, pero es loco. Quiero, quiero, quiero, y no soy yo...

Joy nuevamente se unía a Mangle. Ambas frente al público y sonrientes a más no poder, lograban cubrirme por completo. Además de obstruirle a mis penetrantes ojos la perfecta visión de un Bonnie que ahora reía junto al pelirrojo.

Sentí mi respiración acelerar, agitada.

Diez segundos.

-Quiero, quiero, quiero, que me ames tú...

Mangle sujetó el micrófono con fuerza y, tomando una bocanada de aire, esperó para abrir sus labios. Fueron cuestión de segundos para que mi cuerpo, ahora totalmente ido y aprovechando la situación, se adelantara unos pasos y, ajustando el volumen del micrófono, se posicionara justo frente de las chicas, ocultándolas por completo de la vista del público. Todas las miradas se posicionaron en mí, el ahora protagonista del show.

Y todo comenzó cuando mi voz opacó a las demás.

————————————————————————

¡Hola, acá la autora! Perdonen por el capítulo tan corto, pero la razón es que decidí dividirlo en un capítulo de dos partes ya que lo "Segundo y final" será narrado en tercera persona y lo considero muchísimo más fácil de leer si comenzamos en una nueva página.

Probablemente la segunda parte salga hoy también, así que manténganse ansiosos. Se vienen cosas MUY BUENAS.

REDLIST- BonXBonnie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora