¿De verdad quieren parte ll del capítulo 13?
Si conocen esta canción, felicidades, ya se casaron conmigo.
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No puedo con ellos yo solo. Yo no soy al que conoces, he matado a un hombre y ahora todo lo que sé es que estoy en fuga.
No quiero llamarte en la noche, dándote todas mis piezas, no quiero darte mis problemas, ni cargarte mis demonios. Vas a tener que verme luchar desde varios cuartos atrás.
Pero hoy, necesito que te quedes.
Los brazos fuertes de Steve se aferraban de una manera casi asfixiante al cuerpo tembloroso de Tony. Llanto era todo lo que se escuchaba en la oscura habitación.
Un lado de la cama totalmente frío y vacío, recordándole a ambos hombres lo miserable que eran en ese momento.
"Lo extraño tanto."
Un gimoteo salió de los labios de Tony, quien tenía un puñado de la camiseta de Steve, arrugándola por completo. Sus lágrimas eran incesantes y humedecían todo su rostro, al igual que el pecho del rubio.
"Lo sé, Ángel, lo sé."
Steve trataba de sonar más seguro, puesto que le tocaba ser la razón en ese momento. Pero sus propios ojos también estaban llenos de lágrimas. No sollozaba y temblaba al igual que Tony, pero podría apostar que el dolor en su corazón era similar, si no el mismo.
"Yo también lo extraño mucho. Y donde sea que esté, sé que él también nos extraña muchísimo."
Tony sorbió por la nariz. Subió su cabeza y miró con pura tristeza a los ojos azules de su novio. Su labio atrapado entre los dientes para evitar más llanto, aunque igual silenciosas lágrimas caían por sus mejillas.
"¿Tú crees que aún está por algún lado?" Se las arregló para hablar sin hipidos. "Crees que.." se hundió más contra el prominente pecho de Steve y esta vez dio rienda suelta a sus lamentos. "¿Tú crees que aún esté vivo? ¡Dios! No me quiero ilusionar, Steve y-yo—"
"Shhh, cálmate." Murmuró, besando su coronilla. "Prefiero creer que aún está por ahí, dando lata para poder llegar a nosotros, a creer que realmente se ha ido." Confesó con un largo suspiro. Él mismo restregó sus ojos para quitarse los rastros de lágrimas.
"No han encontrado más que su brazo."
Fue lo único que dijo Tony, antes de seguir llorando en silencio.
Hace ya cinco meses que James se había ido de misión con parte del equipo. Era una misión de élite y un poco expositiva, así que caras reconocibles como las del Capitán América y Ironman no podía ser vistas. Sobre todo, se supone que solo serían dos meses, tres como máximo.
Al principio Tony se negaba a dejar ir a Bucky solo sin él o Steve, quien también alegó en varias ocasiones para formar parte. Las sugerencias fueron estrictamente denegadas. Lo peor de todo era que no podrían tener ningún tipo de comunicación.
Steve creía que en cualquier momento se arrancaría uno por uno los cabellos, y Tony era un desastre emocional sin la otra mitad de su par de súper soldados.
Cuando la misión extendió a los cuatro meses, no les dejaron saber más que todo se había complicado un poco por cuestiones de vigilancia.
Esa tarde había llegado un reporte sobre un equipo de respaldo que había ido a llevar recarga de municiones. Cuando el genio y el Capitán fueron llamados a la oficina principal, creían que obtendrían noticias sobre James.