malas costumbres [stony/stuckony/winteriron]

17. Suplente <<Stony>>

⚠️Si a alguien no le agrada la idea de Hydra!Steve x Tony entonces puede evitar leer este capítulo. (Aunque no es smut ni nada)⚠️

Por cierto, los personajes son 616.

Por un mundo con más Tony de ojos azules.

Sin más que agregar, enjoy ❤️

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"Lo voy a repetir una vez más, y espero que ésta vez, no te pases de listo."

Sonaba como él. Lucía como él. Incluso en algunas ocasiones, hacía las mismas muecas y gestos.

Pero no era él.

Aunque logró hacerle creer que sí por mucho tiempo. Y Tony se sentía como un idiota. Por todo.

Desde el momento en que bajó la guardia, todo había sido su culpa. Quizá por el hecho de que el otro le había dicho todo lo que alguna vez deseó escuchar de parte de Steve. Hizo todo lo que en algún momento deseó hacer con él y sintió las cosas que siempre quiso sentir.

Pero no era él.

Él no era Steve. Solo se veía igual.

Steve jamás le hablaría de esa manera. Lo sostendría de esa manera. Le tocaría de esa manera. Steve jamás sentiría lo que él siente.

El verdadero Steve jamás lo amaría.

Pero su egoísmo era tan grande que se dejó cegar por sus propios deseos y envolver por las garras de un impostor. Y ahora estaba atado, indefenso y herido. Psicológica y físicamente.

"Yo soy Steve."

Una vez más, repitió aquel hombre . Su tono seguía siendo neutral y firme, aunque también tenía una pizca de exasperación.

Ya había escuchado múltiples veces a Tony negar aquello y preguntarle insistentemente;

"¿Qué has hecho con Steve?"

La bofetada que recibió la última vez que preguntó había sido nada en comparación al brusco agarre que aquel intimidante rubio tenía en su rostro ahora. Con una sola mano, ambas mejillas apretujadas de manera salvaje, para que no tuviese más alternativa que mirar aquellos ojos fríos y oscuros. No eran azules y amables como los del Capitán América. Estos eran insensibles, frívolos. No expresaban más que malicia y desdén.

Habló cerca del rostro del castaño.

"¿Sabes algo, Stark? Ciertamente. Yo no soy Steve." Dijo, una sonrisa macabra apareció en su rostro antes de seguir hablando. "Él es débil. De cuerpo y mente."

Tony se limitaba a sostenerle la mirada, su respiración era errática y su pómulo izquierdo estaba hinchado. Estaba cansando. Estaba indefenso, y se sentía impotente.

No respondió.

"Pero debo admitir.." pasó su lengua por encima de su labio inferior, la misma expresión de antes. "Sus patéticos puntos flojos me ayudaron a llegar a ti más rápido." Confesó.

Tony no pudo evitar que su ceño se frunciese ante aquellas palabras. ¿De qué hablaba éste lunático?

"¿Qué? ¿Fingirás que no sabías?" El tono burlón que utilizaba jugaba con cada uno de los nervios del castaño.

Finalmente, abrió la boca para otra cosa que no fuera cuestionarlo.

"No sé de qué me putas hablas."

"Ese zopenco bonachón daría la vida por ti."

Tony no pudo evitar soltar una irónica risa.

"En serio deliras."

Entonces, sucedió. La persona frente al él, que hasta el momento nunca había mostrado ningún signo de inseguridad, parecía haber sido tomado fuera de base. La expresión de desconcierto sólo duró unos fragmentos de segundo.

"Bien. Si así lo prefieres." Chasqueó la lengua. "Pero deberías saber que lo hace con razón, ¿eh?" Asintió, como afirmando sus propios pensamientos. "¿Quién no lo haría por ese magnífico culo?" 

Manos y pies atados. No podía golpearlo cómo deseaba, así que hizo lo primero que se ocurrió.

En el momento en que su saliva fue a parar en la mejilla del contrario, por un momento pensó que en ese mismo instante moriría. El agarre en su rostro se hizo aún más fornido mientras veía como su mandíbula se tensaba.

Estaba listo para recibir el impacto, que por cierto, jamás llegó.

Aquel hombre solo lo soltó, sin delicadeza alguna, quitando el escupitajo de su cara con el dorso de la mano mientras se enderezaba.

Tony sabía que lo estaba mirando, pero él se mantuvo con la vista al frente, evitando sus ojos.

"Si no fuera por lo útil que es, ya te hubiese cosido la boca."

Caminó unos cuantos metros, hasta la salida de aquella oscura sala. Paró en seco y miró por encima del hombro. Sus labios se curvearon en una sonrisa casi felina.

"Es una lástima que me hayas enseñado a mi y no a él."

Dicho eso, su figura desapareció entre los pasillos, quedándose con la última palabra.