Tercer malentendido: Clara

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Chat noir no podía creer lo que estaba oyendo.

¡Éso ya era demasiado!

Por "casualidad", fue a visitar a Marinette y al estar llegando, la vio en su balcón con Clara Ruiseñor, deteniendose sobre un edificio para ver que sucedía.

Conocía a Clara gracias a su padre y por que es famosa, nada más.

¿Qué estará haciendo con Marinette?

Saliendo de sus pensamientos, vio a Marinette entrar a su habitación, seguida por Clara quien parecía estar quitandose el cinturón.

¡¿Le estaba por pegar a la hormonal de Marinette?!

¡No podía permitir éso!

Con decisión, fue a rescatar a su Marinette mientras la entrada que daba al balcón era cerrada.

¡No permitiría que nadie lastime a Marinette nunca de los nuncares!

Llegó encima del balcón y antes de que rompa la entrada a la fuerza...

-¡Ah!

Un sonido muy raro lo detuvo y lo hizo retroceder.

¡¿Ése fue un grito de Clara?!

¡¿Entonces Marinette le estaba pegando?!

Bueno... tampoco podía permitir éso... supongo.

-¡Sii, Marinette! ¡Hazlo! ¡Ah!

Y nuevamente, el héroe se detuvo y retrocedió, espantado.

¡¿Qué significa éso?!

-¡No te muevas!- gritó Marinette.

-Mi curpo no detendre, pues por ti pierdo estrés. - cantó Clara y el héroe felino palidecio.

¿Perder el estrés? ¿Gritos raros?

¿Ella dos... estaban... estaban... ¡no reproduciendo la especie?!

-¡No puede ser! ¡Marinette es muy indecente!

Y éso fue lo que había pasado hasta ahora.

Chat noir oyó como la cantante gritaba que no de manera exageradamente repetitiva, siendo al parecer Marinette muy "salvaje", y llegó a su límite en oír éso.

Con sus mejillas sonrojadas y sus ojos llorosos, se fue lo más rápido posible.

Marinette, era una chica muy mala y al parecer, salvaje en la cama.
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Minutos antes, con Marinette y Clara.

Las dos chicas estaban en el balcón de la azabache, a petición de la cantante que quería ver el paisaje para obtener más inspiración.

Marinette, suspiro profundo y se dirigió adentro.

-Bueno, ya viste la hermosa vista, así que ahora vamos a mi habitación que quiero ver como te queda ése pantalón que me pediste que te diseñé, a escondidas de Gabriel Agreste.

Dijo la peliazul, ingresado a su habitación mientras una risueña Ruiseñor, la seguía, quitandose el cinturón mientras bailaba ligeramente.

-Muchas gracias amiga Marinette, yo te quiero agradecer.- cantó la chica, mientras Marinette algo aburrida de ésas rimas luego de dos horas, le dio (tiró) el pantalón.

Entre más rápido se vaya, más rápido su dolor de cabeza se iría.

La cantante se quitó su pantalón, sin ningún tipo de vergüenza mientras Marinette miraba hacía otro lado, algo incómoda.

Ésas sí que eran piernas.

-Ma-Ma-Marinette... tengo un problema.

Por primera vez, Clara no canto, viéndola Marinette, como no podía subirse los pantalones.

Pero la cantante le dijo cual era la talla adecuada y ella lo reviso varias veces para no equivocarse.

¿No será qué Clara...

La azabache negó con la cabeza y se acercó a ayudar a la chica que se había tirado en su cama, intentando ponerse el pantalón.

-¡Ah!

Gritó la mayor de las dos, sin dejar de hacer fuerzas para ponerse el pantalón.

-Permiso.

Susurro la ojiazul, agarrando la parte superior del pantalón, intentando subirlo.

¡Éso parecía ser imposible!

Sus diseños eran super resistentes, pero ése pantalón, no aguantaría mucho con la fuerza que hacían las dos juntas.

-¡Sii, Marinette! ¡Hazlo! ¡Ah!

Gritó Ruiseñor, usando el dicho masoquista de "sí no duele, no sirve", en intentar ponerse ése pantalón.

Marinette, gruño molesta mientras usaba más fuerzas, subiendo un poco el pantalón, pero la cantante aguantó mucho tiempo ya sin cantar y bailar, empezando a mover sus piernas, poniendo difícil el trabajo de la futura diseñadora.

-¡No te muevas!- gritó Marinette.

En cierto punto, éso le ayudaba cuando sea madre en el futuro y tenga que vestir a sus hijos, hasta que ellos lo aprendan por cuenta propia ¿no?

-Mi curpo no detendre, pues por ti pierdo estrés. - cantó Clara, con una sonrisa y sus ojos llorosos.

¡Éso dolía mucho!

Marinette dejó de hacer fuerzas y fruncio el ceño.

-Clara, ¿no será qué tú... engord...

-¡No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no!

Gritó la cantante, no queriendo oír ésas palabras.

Ésa era una carta prohibida.

Marinette escuchó algo de afuera pero le restó importancia ya que los gritos de Clara la aturdian un poco.

¡Ésa chica era peor que una niña!

-¡Ya basta! ¡Acepta que subiste de peso!- gritó Marinette, quitándole el pantalón a su amiga, de un tirón.

Clara, se sentó en la cama y sus ojos se pusieron lagrimosos.

-¡Me dijiste gorda! ¡Buaaaa!

Y la cantante, se acostó boca abajo mientras lloraba como niña pequeña, haciendo que Marinette se vaya a tomar algo para el dolor de cabeza.

Ahora entendía por que Clara sólo usaba diseños de Gabriel Agreste y también entendía por que el hombre siempre era tan serio.

Aún tenía un largo camino por recorrer para ser una gran diseñadora y el camino de la paciencia era el más difícil de todos, como siempre.

Continuará...
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¡Hola!

Éste capítulo fue basado en una idea que me dio BlazikenTomate , espero que haya cumplido con tus expectativas.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

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⏰ Última actualización: May 09, 2019 ⏰

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MALOS ENTENDIDOS (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora